Rush (Ron Howard, 2013) -123 min
Que alguien no aficionado a la Fórmula 1 acuda a ver esta película y salga de la sala sintiendo especial interés por este deporte, e incluso comprendiendo no sólo la dureza, complicación y peligrosidad del mismo, sino también admirando los pequeños detalles que lo hacen único (cómo un mísero centímetro puede cambiar el resultado de un campeonato mundial, o unas aparentemente insignificantes modificaciones en el coche pueden conseguir que éste corra dos segundos más rápido) dice mucho de lo que Rush puede conseguir. Porque se mete en un terreno temático pocas veces explorado en el cine y lo hace con un producto arriesgado pero muy bien montado, ya que aunque el deporte es el absoluto protagonista y pilar fundamental de la película, son las moralejas vitales que va dejando por el camino las que al menos han captado gran atención por parte del que junta esta letras.
Años 70. Dos hombres, dos estilos. El apuesto y enérgico James Hunt (Hemsworth), con ganas de comerse el mundo automovilístico y, de paso, a unas cuantas mujeres. Bueno, a muchas. A todas las que sea posible, mejor si está rodeado de adineradas fiestas bañadas en alcohol, porros y unas cuantas cosas más. Al otro lado, Niki Lauda (Brühl), serio, aplicado, casi con maneras del mejor estudiante de la clase, tan centrado en la Fórmula 1 que casi se le olvida vivir. O es que esa es su forma de vivir, y cada uno afronta los años que le son alquilados en este mundo de la forma en la que más disfruta. Y ahí están esos dos pilotos, tan distintos que en el fondo son demasiado parecidos, pues el motor que realmente pone en marcha sus corazones es ese cuyo atronador rugido rompe sobre las pistas de carreras. Y la película, que nos muestra el contraste de ambos, su rivalidad, su forma de hacer las cosas, de enfrentarse a todo cual gladiadores que salen a la plaza sabiendo que ese día puede ser el último.
Como resultado, un impactante e inspirador largometraje en el que tienen cabida tanto agradecidas chispas de simpatía, como momentos realmente duros de soportar, precedidos de escenas que hacen llevarte la mano a la boca, en señal de preocupación. Sabe llenar esa laguna fílmica de cintas con este argumento, acertando en el sacrificado retrato de la Fórmula 1 al saber entrelazarlo con la vida misma, ofreciendo así un historia muy completa (escrita por Peter Morgan, «Más allá de la vida«, 2010), que toca muchos palos sin ver mermada su firmeza. Transmitiendo que el mencionado deporte es algo más que una serie de enfrentamientos: un espíritu, un riesgo, toda una serie de factores físicos, psíquicos y de gran audacia (demostrado esto último no sólo durante, por ejemplo, un adelantamiento en una carrera, sino también en la interesantísima parte concerniente a la ingenería de los vehículos). Y la gasolina para que el bólido arranque, dos carburantes que delatan muy buena química, dos actores que cumplen con nota su difícil función: Chris Hemsworth («Thor«, 2011) y Daniel Brühl («Intruders«, 2011), tan acertados ellos en sus interpretaciones como el equipo técnico (tanto el de casting, como el de maquillaje) responsable de caracterizarlos para hacer posible la revisión personal y profesional de estos dos mitos. Pierfrancesco Favino, como Clay Regazzoni, que ya había participado en otro film de Howard (“Ángeles y demonios”, 2013, ofrece un papel que deja con ganas de más.
Por buscar algún contrapunto (y a pesar de haber presenciado muy buenos minutos de emocionantes carreras retratadas con detalle), decir que en ocasiones sí que he echado de menos más presencia de esos enfrentamientos sobre la pista, ya que la dirección ha preferido decantarse por saltos cronológicos en los que simplemente resume el resultado de los premios sin hacernos testigos de lo que en ellos ocurre, aunque bien pensado esta tarea sería una misión casi imposible si lo que se pretende es no prolongar un metraje que, como en el caso de “Rush”, ni sobra ni falta, pues está cortado en su justa y precisa medida. Para beneficiar el impacto argumental, parece exagerarse la enemistad entre los dos pilotos, pues si bien el enfrentamiento deportivo era latente, las imágenes de archivo reflejan una relación inicial más afectuosa entre ambos que lo dibujado aquí por Ron Howard.
Pero esto no empaña la sensación de haber visto una extraordinaria película.
Nota del autor:
8,0 ████████ (Muy buena)
Película en CARTELERA a partir del 20 de Septiembre de 2013.
Trailer
https://www.youtube.com/watch?v=lHCkOq8xYUc
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