Título original: Owl & the Sparrow
País: Vietnam
Primera proyección: Países Bajos, 1 Feb. 2007 (International Film Festival Rotterdam)
Duración: 97 min.
Director: Stephane Gauger
Guión: Stephane Gauger
Primera incursión en el cine como director, del vietnamita-americano Stephane Gauger, que hasta el momento había desarrollado sus funciones dentro de este arte como guionista, director de fotografía y otros empleos técnicos en diversos cortometrajes y documentales. Con “Cinco días en Saigón” ha sabido construir una historia agradable que tiene la capacidad suficiente para ser hermosa, dibujando algunos momentos de gran belleza e impacto que la benefician considerablemente. Prepara una pequeña lista de historias paralelas para intentar llegar a un punto en el que todas o algunas de estas puedan llegar a cruzarse y dar así rienda suelta a la imaginación del guión escrito por el propio Gauger, que combina el realismo descarnado con el melodrama obligado, teniendo como resultado una buena película cuya fuerza dramática, pese a no alcanzar una cima que llene la pantalla de desesperanza, ofrece diversas experiencias de marcado interés.
Por las calles de Saigón (que hoy es conocida como ciudad de Ho Chi Minh a pesar de permitir el uso popular de la otra denominación) vagan diversas almas en pena. Una solitaria pero bondadosa azafata de vuelo cuyo nombre es Lan (Cat Ly); Hai (The Lu Le), un joven encargado de un zoológico local encerrado en la melancolía que despierta el hecho de haber sido rechazado en matrimonio por la que iba a ser su mujer; y Thuy (Han Thi Pham) una adorable niña pequeña huérfana que se ha escapado desde la fábrica en la que trabajaba bajo las órdenes de su estricto tío Minh (Nguyen Hau). Mientras que la azafata, a pesar de su belleza y definida personalidad, lleva una vida bastante apartada del resto de la sociedad con el deseo de querer encontrar a su príncipe azul entre tanta penumbra, Hai vive con el miedo en el cuerpo de que le arrebaten a lo único que le queda por querer en este mundo: el preciado elefante que ha cuidado desde que nació el animal, y que hoy las autoridades locales pretenden venderlo a un zoo de la India. La pequeña Thuy, aturdida por una vida de «sólo trabajo» en la fábrica de persianas de su tío, recorre en solitario las calles de Saigón con la infante ilusión de hacer su propia vida, mientras vende postales y flores entre los mares de bicicletas que invaden Ho Chi Minh.
Es precisamente la interpretación y la historia protagonizada por la joven Han Thi Pham la más encantadora y disfrutable, pues con sólo la acertada expresión de su rostro ya sabe transmitir lo que siente su corazón. Un muy buen trabajo de la pequeña, seguido por el gran papel de Nguyen Hau, del que a veces dudé si debía amar u odiar, por la aparente bondad de su rol en las conversaciones que mantenía con otra gente y la despreciable actitud que mostraba ante su sobrina. Cat Ly (“Viaje desde el abismo”, 2006) y The Lu Le (“Buffalo Boy”, 2004) empatan en lo que se refiere a la calidad y al interés de sus actuaciones, cerrando éstos el broche de todo un elenco que invita a la credibilidad de las historias encarnadas por los actores. Se agradece la magistral ambientación natural que ofrecen las calles de Saigón, desbordadas por el bullicio de los sonidos urbanos y de tantas bicicletas sorteando algún que otro vehículo solitario, y con un abandonado aspecto que ofrece una tétrica a la par que lúcida belleza. La plácida música de Pete Nguyen contribuye notoriamente a que la película presente un desarrollo apacible que ayuda a que la cinta sea vista con toda tranquilidad y comodidad, consiguiendo que la unión de todo el conjunto se convierta en un memorable paseo a través de lo urbano de las historias de soledad, amor y pobreza vividas por algunas de esas personas que aún no han encontrado su hueco en este mundo.
Nota del autor:
7,0 ███████ (Buena)
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