Título original: Pride and Glory
País: EEUU
Duración: 130 min
Director: Gavin O’Connor
Guión: Gavin O’Connor, Joe Carnahan (Historia: Gavin O’Connor, Joe Carnahan, Robert Hopes)
Música: Mark Isham
“[…] Un trabajo interesante con airazo convencional […] Producto sencillo y agradable, bien elaborado pero sin la fuerza necesaria para poder llegar a ser una cinta inolvidable o estar en los altares del género […] Digno entretenimiento para cubrir las horas muertas […]”
Aunque parezca absurdo, uno a veces también se cansa de ver buenas películas. Porque éstas tienen una trama que te agota, por eso de su deber de tener que exprimir al espectador durante todo el metraje para terminar sorprendiéndole con algo interesante. Y aunque el resultado sea un tipo de sensación que siempre se desea volver a repetir, el cansancio físico y mental a veces nos merma de tal manera que sólo nos quedan ganas para ver una película más sencilla, tranquila y convencional. Y «Cuestión de honor« es casi todo eso.
Porque a pesar de estar inmersa en una trama que suena a vista, el trabajo que se ha realizado en esta cinta supera la corrección, siendo el conjunto de la misma bastante interesante. Tiene sus altibajos, y reconozco que sin Edward Norton («El ilusionista«, 2006) la película perdería enteros, pues su trabajo es extraordinario. Es una perla en medio del desierto. Del desierto de la corrupción, que es de lo que nos habla este film, que empieza con el asesinato de cuatro agentes de policía que deberá investigar el detective Ray Tierney (Edward Norton, «American History X» 1998, «El club de la lucha» 1999) después de un largo período fuera de las calles, a pesar de su poca predisposición para volver a las mismas. Pero su padre, Francis, encarnado por un gran Jon Voight («Cowboy de medianoche«, 1969) al que se agradece cada una de sus apariciones, le convence para hacerlo para así honrar el nombre de los cuatro policías caídos en unas circunstancias cada vez más extrañas. Aquí todo queda en familia, pues además de Francis y Ray, el hermano de este último, «Franny» (Noah Emmerich, «Copland» 1997, «El show de Truman (Una vida en directo)» 1998, «The Walking Dead, 2010) también es policía y además es quien dirige el cotarro en la comisaría 31 que dará para tanta polémica. Jimmy Eagan (Colin Farrell, «Minority Report» 2002, «Última llamada» 2002, «Camino a la libertad» 2010) por su parte encarna al mejor amigo de Ray. Sobre Eagan también planeará la extensa sombra de la corrupción.
En definitiva un trabajo interesante con airazo convencional pero con el mérito de que su director transmite bien la historia que él mismo ha creado junto a Joe Carnahan y Robert Hopes. Es por ello una película original en el sentido de que no es ni un remake ni una copia de nada. Simplemente es un producto sencillo y agradable, bien elaborado pero sin la fuerza necesaria para poder llegar a ser una cinta inolvidable o estar en los altares del género. Con mucho que reprochar (escenas tediosas, alguna completamente absurda…) no deja de ser un digno entretenimiento para cubrir las horas muertas de uno de esos días en los que el desánimo acompaña y uno no está para adentrarse en argumentos excesivamente complicados.
Nota del autor:
6,0 ██████ (Correcta)
Deja una respuesta