Título original: Gomorra
País:
Italia

Duración: 135 min.
Director:
Mateo Garrone

Guión: Matteo Garrone, Roberto Saviano, Maurizio Braucci, Ugo Chiti, Gianni Di Gregorio, Massimo Gaudioso (Libro: Roberto Saviano)
Música: Varios

“Un retrato bastante realista de la Camorra actual […] Su cámara es insultante y a veces da la sensación de que se pierde momentos, no enfocando al lugar que debería […] Una película que supera lo interesante y a veces llega a lo notable gracias a su facilidad para crear tensión gracias al realismo que desprenden sus escenas […]”

El crimen organizado de Nápoles ya no viste con traje de raya diplomática y relucientes zapatos de charol, estando su aspecto actual más cercano a lo desaliñado y bastante despreocupado por la imagen personal que años atrás era tan importante para hacerse respetar. En verano, las bermudas, camisetas de tirantes y sandalias, conviven sobre los orondos cuerpos de algunos de sus criminales portadores, que acompañan al motor de la organización que no es otro que el de la juventud.

Gomorra es un retrato bastante realista de esa Camorra actual, con menos glamour que nunca pero quizá con la misma fuerza de siempre, algo bastante incomprensible teniendo en cuenta los tiempos que corren, en los que ya es inimaginable ser testigo de una fílmica escena digna de Hollywood, con gángsters bajando la ventanilla de un coche para asomar una Thompson y realizar alguna masacre. Ahora el vehículo por excelencia de estos asesinos es la moto, y esos momentos que ahora no creeríamos reales, siguen existiendo, pues los crímenes diarios siguen siendo los crudos protagonistas de las calles napolitanas en las que la vieja historia de poder, dinero, respeto e inevitablemente sangre, sigue estando a la orden del día.

Con una cámara a la que podemos reprochar muchas cosas, como sus innecesarios movimientos rápidos y algunos desenfoques, esta película es más bien un documental con sus típicas recreaciones por actores, que en líneas generales hacen muy bien su trabajo.

Prácticamente no sigue a ningún personaje en concreto y muestra a los camorristas, asentados en algún vecindario convertido en una opaca fortaleza, desde las ambiciones de dos jóvenes que dejan claro que han visto la famosa cinta de Brian de Palma, «El precio del poder» (1983); un chaval llamado Totó que no contará con más de 12 años y que con una seriedad y un temple absoluto no duda a la hora de recoger una pistola y devolvérsela a su dueño para que éste no tenga problemas con la policía, convirtiéndose el chico en colaborador de la camorra; Don Ciro un pagador de una de las facciones locales que a diferencia de sus compañeros siempre lleva corbata, Pasquale, un sastre de una fábrica financiada por la Camorra, y Franco, que junto con su joven ayudante trabaja en el negocio de los residuos tóxicos del que por supuesto, también forma parte la organización criminal napolitana.

Es un film al que si pretendemos podemos atacar a su yugular técnica, pues como cito anteriormente su cámara es insultante y a veces, incluso, da la sensación de que se pierde momentos, no enfocando al lugar que debería. Pero al margen de esto y considerando la cinta como algo documental, supone una película que supera lo interesante y a veces llega a lo notable gracias a su facilidad para crear tensión debido al realismo que desprenden sus escenas, y en general es buena, encontrando a veces un obstáculo en lo incapaces que han sido para mostrar quien es quien, o con qué familia está, en esta cinta, dejando esta parte al descubrimiento por el espectador. Basada en el best-seller de Roberto Saviano, que actualmente dice estar amenazado de muerte, la película no es acompañada casi en ningún momento por algo de música, apareciendo ésta sólo por obligación desde alguna radio que se escucha de fondo, además de en los créditos principales y finales.

Nota del autor:
7,0
███████ (Buena)

COMENTARIOS DEL EQUIPO LGE

Miquel Alenyà
“Estilo documentalista, que refleja la realidad de modo directo y sin artificios, con asepsia y ausencia de juicios de valor […] la narración alcanza momentos particularmente contundentes y de gran fuerza expresiva […] El gran número de actores y de las acciones que realizan, confieren al discurso un aire de dispersión y confusión […] El relato se presenta exento de lirismo y aires épicos […] La película da razón de una realidad desconocida por muchos […] escasa dramatización de la historia […] relato desolador sobre el imperio de la fuerza y el salvajismo de la ley de la calle […] interpretaciones a cargo de un elenco predominantemente no profesional: naturales, discretas y correctas […]” 7.

Written by Sandro Fiorito

Cofundador de LGEcine

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