La función (José Gasset, 2022) – 95 min. –

Un hombre acudirá a un piso donde se encontrará una extraña representación en la que se vera involucrado desde el momento en que abra la puerta. La imperiosa necesidad de saber más le hará quedarse, pero a medida que avance el tiempo se quedará atrapado dentro de la ficción que, como la vida misma, no tiene explicación.

Película de bajo presupuesto, apenas 14.0000que se habrán ido en los sueldos de los actores y el equipo necesario para el rodaje del director novel José Gasset.

Ante nosotros tenemos un rodaje en blanco y negro en un escenario totalmente minimalista, un piso en Madrid que ha sido vaciado en gran medida. Tanto vacío como para hacerlo atemporal y dar facilidad de movimiento a los actores, como para representar el metraje en si. Esas estanterías vacías, esos cuadros sin poner en las paredes nos hablan metafóricamente de lo que se despliega ante nosotros. Una idea interesante, un esqueleto blanquecino y atrayente. Un misterio que captura nuestras mentes. Pero que a medida que lo observas y te entretienes, en tanto el espectador fuerza los engranajes mentales para entender el texto ante si, solo queda la duda, el desconcierto y el vacío.

Es un metraje con un planteamiento cautivador. Un joven que acude a un piso, sin tener las cosas muy claras. Ante su llegada se inicia una suerte de representación improvisada sólo para el aparentemente. Una suerte de teatro que le tiene como actor involuntario. En un instante donde las barreras del autor, espectador y director se difuminan muy muy rápidamente.

Dejándonos a cada paso con más preguntas que respuestas (o mejor dicho, ninguna respuesta en absoluto). Donde seremos testigos de una tragedia que se desarrolla en tres actos bien marcados.

Siendo nuestro protagonista, Luis, nuestra representación in situ. Ejerciendo de actor ante nuestra curiosidad y deseo de saber más, se verá completamente incapaz de escapar del embrujo de la representación. Quedándose ante la esperanza vana de entender qué está pasando.

Como ya se ha mencionado, el efecto es mesmerizante, un misterio que no te suelta. Pero que a medida que avanzan los minutos agobia un poco y cansa. La historia va en piloto automático. La curiosidad debe ser alimentada con pequeñas miguitas de pan a medida que pasa el tiempo para poder hacer que el sufrimiento valga la pena. Causando al final una sensación de mirar el reloj para ver cuanto le queda a la historia. Afortunadamente los cambios de acto bien marcados ayudan mucho a refrescar la situación (aún sin ser suficientes). La primera expulsión, la cena y la entrada del nuevo actor.

Cada uno de ellos podría ser considerado un cortometraje en si mismo, y habrían funcionado de manera muy digna. Aquí el pegamento cinematográfico aguanta, pero se ven las juntas. Siendo el uso de la cámara uno de los puntos que más dificultan el tragar la pastilla. Un exceso de primeros planos, de travellings circulares, de seguimientos, acaban haciendo que sea un poco mareante el seguir el metraje. Por suerte, se van relajando a medida que pasan los minutos. Me hizo plantearme varias veces el abandonarlo todo, sabedores sois de mi odio infinito e irredento por esos puntos.

Hablando del punto que menos me ha gustado, la cámara, mencionaremos el que más, los actores. El trabajo de los tres únicos interpretes me ha parecido muy bueno. Siendo la parte principal de la película se cargan toda la historia a sus hombros. Haciéndola creíble y haciéndonos participes de ella.

Especialmente remarco el papel de Blanca (Blanca Parés) que rápidamente hace suya la película. Siendo en parte cautivadora, misteriosa y profundamente hostiable, por lo odiosa según la escena que este interpretando.

Siendo algo tan vacuo, rápidamente consiguen que nuestra mente empiece a volar y buscar explicaciones. Correctas, incorrectas y totalmente surrealistas. Como cada uno tendremos diferentes y todas igual de validas procederé a exponer la mía. O no. Y hago mío el papel de la película.

Me recuerda profundamente al teatro de improvisación donde bien se puede crear algo completamente de la nada y hacer participe al público. Mediante técnicas bien estudiadas se le puede alentar para que sea un actor más y se involucre en el desarrollo, como nos ocurre en esta ocasión. Perfectamente podemos decir que hemos observado una obra de teatro improvisada rodada para el cine. Pero el punto de esta, es que no acaba, no hay un desenlace real, solo un cierre en falso.

Como la vida misma. Que no acaba sino con la muerte y simplemente cambiamos de una escena a otra como bailarines sin una orquesta que nos toque la música para acompañarnos (como en esta película que no hay banda sonora).

Como la vida, donde tenemos un espectador, nosotros, Luis. Una actriz joven, llena de pasión y energía, Blanca. Que te atrapa, te seduce, te promete algo que nunca va a darte, que ante la decepción y el bloqueo decide romperse e ir por un camino de derrota delirante, como si de un niño pequeño se tratara y tuviera una rabieta. Cerrando con la madre (Nuria Prims), representando la experiencia de la vejez, el comfort, el acomodarse a la situación establecida, el seguir un guión marcado, aunque no tenga ningún sentido.
Reflejo de la existencia, donde todos interpretamos un papel y llevamos una máscara puesta, sea física o creada con palabras. Donde a veces solo esperamos una señal para cambiar nuestro guión, incapaces de encontrar el valor para cambiar el rumbo de nuestro camino.

Un ejercicio de metametateatro, donde solo nos deja la reflexión, en un tiempo donde ya no se estila. Y recordando que si algo nos decepciona, si nuestro esfuerzo no lleva a nada sino al dolor, siempre podemos intentar tomar las riendas de la situación. Luis no será olvidado.

Sinceramente, me recordó, muy de lejos, al cine de Quentin Dupieux. Que te captura con premisas muy sencillas, aunque delirantes, para desarrollar el surrealismo extremo. Le recrimino el que parece que se haya quedado a medias, como un ejercicio estilístico e interpretativo. Muy aplaudido en festivales de cine pero no en la taquilla. Quiero ver más material de este director si sigue por este camino. Indudablemente, también de sus actores.

La frase: ¿Cual es tu papel? ¿Tu también eres actor, no?

La escena: La ruptura de personaje de Blanca en la terraza. (Esa escena de pausa tomando un cigarro me parecía tan real, que puede bien ser algo totalmente improvisado).


Distribuida en España por NUEVE CARTAS
Vista con pase de prensa online

Nota del autor:
6,0 ██████ (Correcta)

La película está en FILMIN desde el 8 de mayo de 2024

TRÁILER:

Written by Oscar Hidalgo

Cinéfago demente