Vliegende Hollanders (Joram Lürsen, 2020) – 50 min/episodio
«Surcando los cielos» es una serie holandesa dirigida por Joram Lürsen (The resistance Banker 2018, Public Work 2016). Basada en la historia real, relata la relación entre Albert Plesman (Daan Schuumans) y Anthony Fokker (Fedja Van Huet) durante el período entre guerras en las décadas del 1919 hasta 1939.
La historia se desarrolla en Holanda tras el fin de la Primera Guerra Mundial en 1919, donde Plesman, un padre de familia, duro, terco y autoritario, tiene una visión muy clara: Alzar una aerolínea civil y cambiar así la perspectiva popular sobre los aviones y desvincularlos de la guerra. Para ello, requerirá de la ayuda de Fokker, muy a su pesar.
Fokker es un alegre vividor y mujeriego cuya meta es hacerse un nombre, fama y dinero, gracias a la fabricación de aviones, principalmente militares. Su relación es desde el inicio complicada, tanto por sus personalidades opuestas, como por sus metas y enfoques distintos para los negocios, pero indiscutiblemente necesaria para que Holanda asuma su papel en la aviación mundial.
Fokker regresa a Holanda para continuar fabricando aviones de uso militar para Alemania tras el tratado de Versalles, por eso tratará de utilizar tanto la nueva compañía de vuelo KLM como a Plesman, el cual consigue un puesto de administrador y posteriormente de director en lo que será la primera agencia de aviación civil y correo postal. La continua lucha entre ambos será lo que les permita superar las trabas, desconfianzas, manipulaciones y demás.
Durante los 8 capítulos, errores como fallos de diseño, retrasos de entregas, luchas de poder, etc. ponen en peligro tanto la economía empresarial, los puestos de trabajo en ambas empresas, como la vida de otras personas.
La percepción de los años carece de importancia, ya que se refleja durante los episodios con el crecimiento de los hijos; incluso sin previo aviso ni introducción, existe un cambio drástico en la edad de los protagonistas que provocan unos minutos de confusión al espectador.
Como subtrama, se desarrolla en segundo plano la vida de sus parejas, cada vez más agotadas del estilo de vida de ambos pioneros y sus nocivas conductas, experimentando con drogas y otros romances. Finalmente la muerte cambia una vez más el pensar de Plesman y nos lleva a una visualización de una Alemania que no busca la paz, en su camino a ser fuerte y reconocida, rechaza los planes que otorga Plesman para asegurar un futuro ante lo que será la 2º Guerra Mundial.
El ritmo de la serie es rápido y dinámico, con puntos cómicos bien medidos, tensión y romance, sin perder el hilo principal de la historia, que siempre es la protagonista. La calidad de su fotografía es impresionante, con continuos planos medios llenos de contraste dramático, y primeros planos con desenfoques muy expresivos. Añade transiciones con buenos cortes y tomas documentales representativos de la época y momentos claves.
La duración de cada capítulo es de aproximadamente unos 50’ y pasan volando, es muy fácil ver un capítulo tras otro sin percibir las horas. Finaliza sin cabos sueltos con un buen resumen histórico de los acontecimientos que sucederán tras sus vidas, y el inicio de la Segunda Guerra Mundial.
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