Zoo (Antonio Tublen, 2018) – 95 min. –
Una nueva plaga, como siempre, se ha desatado y transforma en zombis a la gente, si te muerden o te mueres (en cualquier orden, incluso excluyendo una de las partes, ya sabéis, cuando eres zombi no le haces asco a lo que te llama a la puerta) pasas a formar parte de su selecto club. Nuestros protagonistas, una pareja en horas muy bajas, deben atrincherarse en su piso a la espera recibir ayuda del gobierno mientras todo se va al carajo.
Película maravillosa para todos aquellos que dicen que el nesting (*) es una forma de ocio maravillosa y aceptable. Porque literalmente del piso no se va a salir, apaga la televisión si no te gustan sus cortinas.
(*) Consiste en sentir placer al pasar tiempo en casa y disfrutar ese momento leyendo, viendo series o películas, escuchando música, cocinando, etc
Si bien la cinta tiene ritmo muy dispar. Empieza muy fuerte, presentando a los personajes, una pareja condenada al fracaso y una sátira social muy jodida, en forma de “que estas dispuesto a hacer no solo para sobrevivir, sino para sobrevivir bien” y la aún mejor “hasta donde podemos llegar a sufrir para que no hablen mal de nosotros gente que no nos importa”.
Es de hecho esta primera mitad donde esta lo interesante de la película, con todas las escenas cómicas y de verdaderamente memorables (en especial, la acogida de los “amigables” vecinos y el entrenamiento con condimento).
El problema es al romper esta parte y proceder a la siguiente (historia de amor) cuando pierde fuelle, por lo predecible, sencillo e incluso por el aroma a “no nos atrevíamos a cortar antes”. Por cierto, segunda parte que hemos observado ya en muchas otras películas.
En esta película, a pesar de ser de bajo presupuesto, tiene algunos toques a “un dios salvaje” se encierran un buen puñado de reflexiones. De hecho, que por solo verlas plasmadas en pantalla bien vale comerse toda la película (sobretodo en esta época tan carente de moral y de mapaches entrenados para matar):
– Lo importante no es sobrevivir, sino sobrevivir bien.
– Que no tiene sentido el intentar agradar a la gente que odias y sobretodo el intentar evitar el que dirán (más canciones Alaska necesitaba esta gente).
– Que da igual lo jodida que creas que esta una situación de pareja, no hay nada como un apocalipsis zombi, quedarte encerrado y una tonelada de drogas variadas para solucionar tu relación.
A nivel técnico hay poquito que decir, banda sonora prácticamente inexistente, actuaciones correctas (adoro especialmente a la chica, por lo loca que esta) y como no salen de la casa ni que les echen agua caliente no hay escenarios más allá de su nidito de amor.
La escena de la película: El entrenamiento con condimento.
Vista en el Festival Internacional de Sitges 2018
Nota del autor:
5,0 █████ (Mejorable) ( Se hace larga al final, muy pesada)
TRÁILER V.O.S. en Inglés :