Animal (Armando Bo, 2018) – 112 min. –

Antonio (Guillermo Francella), un padre responsable, un tipo majo y amable que nunca ha roto un plato y que llega a perder el sueño cuando piensa que puede no ser una buena persona, ve como todo se va al carajo cuando sus riñones empiezan a fallar y el sistema no le ofrece ninguna posibilidad de trasplante.

En su desesperación caerá en las manos de Elías y Lucy, una pareja que pretenden aprovecharse de el a cambio del esperado riñón.

A simple vista es una película dramática más, una situación desesperada, una historia de desgracia que ocurre a una persona que no se lo merece, que siempre ha tratado de hacer lo correcto y empieza a no comprender porque ahora esta sufriendo esto. Apoyado por su familia y su entorno empieza a notar que la vida se le escapa por entre las rendijas de la diálisis y la burocracia. Solo para empezar a notar que la desesperación le hace ver las rendijas a través de esa realidad que se antojaba amable. Que el apoyo a veces no lo es tanto y que frente a la situación de que se esta muriendo la gente pone condiciones para el apoyo y que al final las palabras solo son eso.

Se antoja casi como un viaje iniciático de un personaje, pusilánime al principio, dócil y creyente de la sociedad y el sistema, como ha sido enseñado. Que inicialmente empieza a abrir los ojos para acabar intentando tomar las riendas de su destino, contra la realidad que la amenaza y contra todo. Una suerte de aventura en la que ha caído en las manos de dos vagos que han visto el negocio de su vida, el riñón de uno de los dos a cambio de la casa de sus sueños.

Los cuales, sabedores de su fuerza, presionarán más y más a nuestro protagonista, sabiendo que el limite lo ponen ellos, y que después de todo, el que se queda sin tiempo es el protagonista.

A pesar de estar concebida como una película con dos motores, Antonio y su sufrimiento por un lado y Elías y Lucy por el otro, la fuerza de la interpretación de Arturo, el drama que vive, los pasos que va dando, cada vez más y más hundido, probando lo que haga falta, hacen que sea él la estrella de la película, llegando a un final verdaderamente explosivo (a pesar de que yo no paraba de reírme), cuando nuestro protagonista decide dar el paso y tomar las riendas (con lo que llamaríamos un “estoy hasta las pelotas!”)

De esta película hay que quedarse especialmente con eso, la critica a la sociedad cruel y materialista, donde no importas nada y la lucha del individuo por sobresalir por encima de las olas que lo ahogan.

La frase de la película: “Me he pasado toda la vida trabajando para conseguir este dinero, por que no puedo gastármelo ahora para vivir un poco más”.

La escena de la película: Cuando Elías y Lucy vienen a visitar a Antonio, para ver a su familia y conocer la nueva casa, la tensión se mascaba en el ambiente.

Vista en el Festival Internacional de Sitges 2018

Nota del autor:
6,0 ██████ (Correcta)      

TRÁILER :

Written by Oscar Hidalgo

Cinéfago demente