Tras una ultra promoción realizada, se esperaba con mucho interés que expectativas iba a ofrecer 50 Sombras de Grey. El éxito literario cosechado provocó que no se tardase mucho tiempo en realizar una adaptación a la gran pantalla, la cual ha dado mucho de qué hablar en todos los aspectos, sobre todo en lo que respecta a la correcta elección de un actor capaz de plasmar en esencia al personaje de Grey. Pero de ello ya hablaremos luego.
La historia empieza con Anastasia, una estudiante de literatura que recibe el encargo de entrevistar al joven empresario multimillonario Christian Grey debido a que su compañera de piso se encontraba indispuesta para hacerlo. Fruto de dicho encuentro, surgirá una pasional relación envuelta en los misterios que suscita Gray.
Partiendo desde el desconocimiento del libro como es mi caso, entré a la sala de cine con bastante indiferencia, deseoso como todo espectador de acabar saliendo del cine con un buen sabor de boca al haber visto una buena historia, sea cual sea. Por desgracia no fue así, aunque tampoco acabé con la sensación de ver una mala película, pero si perdido en muchas cosas que me temo que se han quedado en el tintero y que creo que deberían haberse aclarado.
Tuve la sensación de que en todo momento 50 Sombras de Grey tenía una excesiva prisa por narrar todo, sin dar tregua al espectador para asimilar las cosas, bien sea por intentar plasmar lo más fiel posible lo que ocurre en la obra literaria o porque no han sabido hacerlo correctamente. Incluso cabe una tercera vía que es la dejarnos en ascuas hasta la siguiente parte. No sé, el hecho es que esa sensación de ir a contrarreloj la notaba constantemente. Acabo desconcertado porque no me es creíble el modo en que los dos protagonistas se conocen hasta acabar teniendo una relación por lo que he mencionado antes: todo va a un ritmo muy forzado. En otras palabras, no logro ver esa naturalidad que siempre creo que debe surgir en dos personas cuando se conocen. Todo me parece demasiado antinatural, además. Otro de los aspectos que me repateaba era el aura de misterio que envuelve en todo momento a Christian Grey. No se llega a explicar en qué consiste su trabajo como empresario (importante aunque no lo parezca ya que si es millonario, al espectador le interesa saber el origen de semejante fortuna) ni a qué viene el término “50 sombras de Grey” el cual se menciona para dar sentido el nombre de la película pero poco más. Además noto que hay personajes poco perfilados o que no tienen mucho sentido en la historia, como es el caso de José (Victor Rasuk), amigo de Anastasia, un previsible personaje que desde el minuto uno ya sabes cómo va a acabar.
Siendo sincero, si 50 sombras de Grey vale la pena, es por ver a Dakota Johnson en su papel de Anastasia. La actriz con gran maestría me convence ya que además de desnudarse por completo en el film y dar la talla, su personaje sufre un cambio. De ser una chica tímida y con un cierto grado de inocencia, pasará a convertirse en una mujer madura y con carácter. Christian Grey como es obvio tendrá mucho que ver en este proceso que sufre nuestra protagonista. Puede parecer curioso esto que diré, pero visto lo visto, la cinta de Sam Taylor-Johnson tengo la impresión que va a acabar gustando más a los hombres que a las mujeres. Os cuento. Jamie Dorman que es quien interpreta al famoso Christian Grey, decepciona al no aparecer ningún plano frontal suyo desnudo, por tanto, el morbo que envuelve a la figura de su personaje queda diluido al ser demasiado “light”.
Muchos han sido los candidatos para hacerse con el polémico papel de Christian Grey. Si uno se pone a buscar en Internet aparecen cientos de listas de actores “favoritos” por el público como son: Matt Bomer (descartado probablemente por su condición de homosexual, lo cual no quita que hubiera sido un magnifico Christian Grey), Henry Cavill (un buen candidato la verdad al tener porte y un aspecto curtido) o Ian Somerhalder (uno de los favoritos con más posibilidades). No hay que olvidar tampoco a Charlie Hunnam, elegido oficialmente para el papel pero que al poco tiempo decidió abandonar el proyecto siendo reemplazado por Dorman. Por tanto, nos encontramos ante serios problemas que han repercutido desde un principio en la elección de tan polémico personaje.
Algo que me parece curioso es que 50 Sombras de Grey posee una BSO bastante buena pero no está bien colocada en la cinta o directamente en muchas escenas no pega ni con cola. Es como si por la fuerza tuvieran que sonar ciertos temas porque alguien (un productor o alguien externo que financia el tema) hubiese querido desembolsar más dinero y por ende, quitando fuerza de poder a la directora del film. Quizás no ande en lo equivoco, ya que Sam Taylor-Johnson ha renunciado a seguir dirigiendo futuras secuelas. El tema inicial de “I Put A Spell On You” de Annie Lennox gusta, al igual “Salted Wound” de Sia, “One Last Night” de Vaults o el mismo de Beyonce titulado “Crazy In love (remix 2014)”.
En resumidas cuentas, 50 Sombras de Grey es mucho marketing y poca calidad a la hora de adentrarse en profundidad a hacer un análisis sobre lo visto. Nos han querido vender un film erótico cuando dista a años luz de ello, siendo un producto demasiado “light” y apto para todos los públicos. Un envoltorio muy bonito sin contenido dentro.
Nota del autor:
5,0 █████ (Mejorable)
Película en CARTELERA a partir del 14 de Febrero de 2015
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