Título original: Aquel no era yo
País: España
Primera proyección: España, 24 Abr. 2012 (Festival de Málaga)
Duración: 25 min.
Director: Esteban Crespo
Guión: Esteban Crespo
Música: Juan de Dios Marfil
Género: Drama
Reparto: Alejandra Lorente, Gustavo Salmerón, Babou Cham, Mariano Nguema, Alito Rodgers, Jose María Chumo, Alex Ferando, Khalil Diop
“Habla sobre la pérdida de la humanidad y su retorno a ella, y lo hace de un modo duro y sin paliativos, sin esconderse […] Un claro logro de este corto es que desde la primera escena ya ocurre algo que nos hace querer saber qué nos espera a continuación […] ”
El cine de denuncia en cualquiera de sus formatos es un arma de doble filo, pues lo que se muestra no debería valer solamente por su intención, sino que se le tiene que exigir que funcione como pieza cinematográfica. El corto “Aquel no era yo” (Esteban Crespo, 2012) cumple con esa premisa, y su Goya como mejor cortometraje de ficción de 2012 así lo acredita. Paula (Alejandra Llorente, “Princesas”, 2005) y Juanjo (Gustavo Salmerón, “Asfalto”, 2000) colaboran en el África negra como médicos. Mientras su conductor (Jose María Chumo, “#Stop”, 2012) les lleva en coche en un traslado, son detenidos en un control por un grupo de niños soldado comandados por el General (Babou Cham, “Catalunya über alles!”, 2011). En ese momento descubrirán la realidad que viven muchos niños obligados a luchar en el ejército rebelde.
“Aquel no era yo” trata la misma temática que la nominada al Oscar “Rebelle” (Kim Nguyen, 2012), pero desde el punto de vista de una española que se ve envuelta en lo más oscuro de la crueldad contra la infancia. Al igual que la cinta canadiense, el corto escrito y dirigido por Esteban Crespo nos habla sobre la pérdida de la humanidad y su retorno a ella, y lo hace de un modo duro y sin paliativos, sin esconderse. Un claro logro de este corto es que desde la primera escena ya ocurre algo que nos hace querer saber qué nos espera a continuación. Y nunca pierde esta virtud, así que los veinticuatro minutos y medio de metraje pasan en un suspiro. Aunque el tempo está algo ralentizado al tender a alargar demasiado las escenas, hecho que por momentos está cerca de suponer un problema.
Quizás la mejor baza del guión sea la capacidad de jugar con la doble vertiente niño/soldado, sobretodo en la visión que tienen los protagonistas españoles de éstos, a los que les cuesta entender que bajo esa cara angelical hay una persona rota y empujada al vació más amoral por pura supervivencia. Igual que siempre nos quejamos de la voz en off cuando es un recurso usado por falta de ingenio, es de justicia resaltar cómo aquí tiran de inventiva para contar sus reflexiones en medio de la acción de un modo mil veces más elegante. Además, está muy bien escogido el momento en el que eso entra en juego y el cambio de punto de vista que ello conlleva, entroncando perfectamente con el final.
La última parte del corto es la que más problemáticas presenta. Si destaca positivamente la solución que se ha buscado a nivel técnico-narrativo, también es verdad que hay una concatenación de momentos poco lúcidos que chirrían un poco con el buen hacer exhibido hasta entonces. El giro de guión que protagoniza el personaje de Paula es poco verosímil, y ello arrastra la trama hasta momentos más propios de una cinta de acción que no del drama humano que nos ocupa, quedando como una frivolidad innecesaria. A eso hay que sumarle el regusto etnocentrista que deja a partir del mentado giro y que afea un poco las intenciones tan admirables de la propuesta.
Se agradece que, aunque sea de puntillas, también se hable de la magia negra y la influencia que tiene en la guerra en África, tema de gran importancia en “Rebelle” y que siempre debería estar presente cuando se quiere dar una visión certera y completa de este conflicto tan complejo. El trabajo de dirección de Crespo ralla a un nivel muy alto. La cámara se mueve nerviosa, empapando al espectador de la tensión que llena escenas tan emocionalmente comprometidas. En los tiroteos y en la aparición de los helicópteros se apoya en todos sus recursos estilísticos para estar a la altura del presupuesto empleado, haciendo que podamos seguir perfectamente la acción que está sucediendo en pantalla y que resulte bastante espectacular a ojos del público.
La fotografía de Ángel Amorós (“Nadie tiene la culpa”, 2011) está tratada de un modo particularmente satisfactorio, llenando de luz y color los momentos previos al drama, oscureciéndose en la dureza y volviendo a aportar claridad cuando se intuye la esperanza. El reparto hace un buen trabajo. Sin llegar a emocionar tanto como lo hicieran los integrantes de “Rebelle” (que están increíbles), llenan sus papeles de un modo esforzado y realista. Alejandra Llorente tiene ante sí uno de los retos más complicados del corto, y cumple considerablemente bien. Gustavo Salmerón no llega a ese nivel pero tampoco se hace indispensable que lo haga para lo que pide su personaje. Juan Tojaka, del que hasta ahora no teníamos noticias, compone un Kaney de niño que con sus matices consigue mantener en vilo al espectador, convirtiéndose sin duda en la grata sorpresa del elenco.
Quien desconozca el duro mundo de los niños soldados en África encontrará en “Aquel no era yo” un buen primer paso para entender algunas claves del conflicto. Y lo que seguramente es más importante aún para los realizadores: tendrá ganas de aprender más sobre esta terrible situación y quién sabe, puede que hasta se decida a echar una mano para intentar detener esta atrocidad.
Ya lo puedes ver en Plataformas VoD (a partir del 06 de Junio de 2013)
Moviesiders | Filmin | Nubeox | Filmotech | Wuaki
Nota del autor:
7,0 ███████ (Buena)
Promedio de notas:
No realizado. Película en PLATAFORMAS VoD a partir del 06 de Junio de 2013.
FilmAffinity: — | CINeol: — | IMDb: — | LGEcine: 7,0
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