Título original: The Informant!
País:
EEUU
Duración:
108 min.
Director:
Steven Soderbergh
Guión:
Scott Z. Burns (basado en el libro «The informant» de Kurt Eichenwald)

Música: Marvin Hamlisch

“El aire de comedia desenfadada que se mantiene durante todo el metraje ayuda a que el espectador no acabe por ver venir el giro que acaba tomando el film […] Film inclasificable, que se mueve en la comedia sin perder de vista los aspectos dramáticos […] No acaba siendo del todo redondo […] La acción es excesivamente lenta, alargando la duración de un total que se hubiera podido resolver en menos tiempo […]”

 Una crítica de MANUEL NAVAS | Colaboración enviada

 

Tras el film realizado sobre el Che Guevara, Soderbergh se vuelve a descolgar con un film de apariencia independiente, a pesar de contar como protagonista con una estrella como Matt Damon. Basada en hechos reales, la trama nos cuenta la historia de Mark Whitacre (Matt Damon), un directivo de una multinacional que a principios de los 90, decide colaborar con el FBI denunciando a su propia empresa. Sin embargo, tras una larga y exhaustiva investigación, las cosas no son lo que parecen.

Lo primero que llama la atención del espectador es la puesta en escena, muy alejada del glamour que se le supone, con una fotografía con tonos más bien apagados, incluso fríos, y un ritmo cadencioso tirando a lento, de lo que se sirve para envolver lo que inicialmente parece una trama típica de espías, aunque ambientada en el seno de las grandes empresas. Un sector que siempre ha sido retratado con connotaciones negativas por el cine, tendencia que se ha acrecentado en los últimos tiempos debido a la crisis económica. No cabe duda, que la empresa para la que trabaja Whitacre no es precisamente un modelo de buena conducta y ética, aspecto que se encarga de resaltar Soderbergh a través de las numerosas secuencias ambientadas en los despachos de la misma, donde se cocinan asuntos no siempre claros. Sin embargo, el que se lleva la palma es precisamente su protagonista, al que Damon («El indomable Will Hunting«, 1998) consigue darle el tono perfecto de ambigüedad que requiere un tipo como Whitacre, cuya apariencia de inofensivo “chupatintas” esconde mucho más de lo que se puede intuir inicialmente. Este aspecto está reforzado por la voz en “off” del propio Whitacre, que nos mantiene en un estado de despiste permanente, lo que hace que la sorpresa acabe siendo aún mayor.

El aire de comedia desenfadada que se mantiene durante todo el metraje también ayuda a que el espectador no acabe por ver venir el giro que acaba tomando el film, de forma que mientras parece que estamos viendo una cosa, en realidad, desde el principio la intención de Soderbergh sea otra, y de aquí la importancia de los aspectos psicológicos que rodean al personaje principal, y prácticamente única estrella de la función, puesto que el resto de los personajes además de ser interpretados por caras mucho menos conocidas, tampoco tienen un peso en la trama que no sea el de estar subordinados al protagonista.


Por todo esto, Soderbergh ( «Ocean’s 12«, 2004) nos presenta un film inclasificable que se mueve en la comedia sin perder de vista los aspectos dramáticos. El hecho de saber que se trata de una historia real, unido a que se trata de un tema económico-financiero, tan de actualidad en nuestros días, hace que pese a lo absurdo de algunos pasajes, nunca perdamos de vista la realidad. Quizás lo más interesante del film, sea la composición de su personaje principal, al que pese a que le vemos en todo momento, e incluso escuchamos, nunca llegamos a conseguir entenderlo, ni comprender sus motivos, ni mucho menos nos esperamos los ases que nos ha estado ocultando bajo la manga. Como si de un mago se tratara, Whitacre se pasa el film haciendo juegos de manos, sacando un conejo de la chistera en el momento más inesperado. Este es uno de los aciertos de este film sin excesivas pretensiones.

A pesar de todo, el film no acaba siendo del todo redondo, pues hay una evidente crítica hacia el sistema económico, sobretodo al de las grandes corporaciones, e incluso hacia los individuos que las gobiernan; pero al centrar excesivamente el foco en el personaje principal, acabamos perdiendo perspectiva. Por otro lado, en diversos tramos del metraje, la acción es excesivamente lenta, alargando la duración total de una historia que se hubiera podido resolver en menos tiempo.

Nota del autor:
7,0 ███████

 

COMENTARIOS DEL EQUIPO LGE

Sergio Cuenca
Cuesta pillar el hilo de la historia que protagoniza Mark Whitacre (Matt Damon) en torno al caso de manipulación de precios en los que está envuelta la empresa para la cual trabaja, llamada ADM (Archer-Daniels Linseed Company), de la cual hubiera sido de agradecer que hubieran dado más datos para entender mejor la trama central de la película. No obstante si hay algo con lo que me quedo en este film, es con la interpretación de Scott Bakula, un actor que me encantó cuando realizo por aquel entonces la serie A través del tiempo (1989) y que a medida que han ido pasando los años ha tenido escasas opciones de aparecer en un film realizado por algún director de relevancia, como es en este caso, de Steven Soderbergh. Y es que, no solo Matt Damon es el principal protagonista de esta historia, la música también acabará por robarle protagonismo al actor, ya que los temas realizados por Marvin Hamlisch son constantes e incluso en algunos momentos llegan a acaparar parte de la historia haciéndola algo pesada. Ojo, que eso no significa que los temas compuestos por Hamlisch sean malos, ni mucho menos. 6.

Written by LGEcine

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