Título original: Babel
País:
Estados Unidos

Duración: 142 min.
Director:
Alejandro González-Iñárritu

Guión: Guillermo Arriaga
Música: Gustavo Santaolalla

“Sobrecogedora mirada del director […] Una crítica generalizada a la sociedad, la insolidaridad, la desatención y, muy especialmente a la desorganización, las barreras y los límites impuestos por la política […]

«Babel» es la sobrecogedora mirada del director mexicano Alejandro González Iñárritu («Amores perros«, 2000) sobre unas situaciones que, desarrolladas en distintos territorios como Marruecos, Japón o la frontera que separa México de los Estados Unidos, mantienen algún tipo de interrelación, convirtiéndose cada historia en un eslabón que a lo largo de los minutos buscará la unión para convertirse en cadena. Prosiguiendo con la metáfora de la cadena, el candado que ata a la referida, definitivamente es la atmósfera creada por la realización, que consigue un tenso ambiente que transforma un argumento que se presume ordinario, en una magistral operación de absorbencia sobre el espectador, al que muda a sus historias consiguiendo transmitirle la realidad de unos hechos bien narrados, montados e interpretados.

Las historias que aquí se dan cita comienzan en Marruecos, con Yussef (Boubker Ait El Caid) y Ahmed (Said Tarchani), dos jóvenes que, tras marchar su padre a trabajar, se quedan al cuidado del rebaño que les garantiza el alimento, portando consigo un rifle con el que buscan prevenirse de los chacales. En mitad de su jornada, con el fin de probar el alcance del arma, disparan en la lejanía. Uno de los disparos significará el fascinante inicio de todas las situaciones relacionadas que presenta el argumento de la cinta, pues alcanza a un autobús en el que va la pareja formada por Richard (Brad Pitt) y Susan (Cate Blanchett), padres a su vez de dos niños, Debbie (Elle Fanning) y Mike (Nathan Gamble), que se han quedado en San Diego (EEUU) estando a cargo de Amelia (Adriana Barraza) una afable mexicana que trabaja para la familia en el cuidado de los chicos. En otra punta del continente, en Japón, se encuentra Chieko Wataya (Rinko Kikuchi), una adolescente sordomuda que a pesar de llevar con aparente soltura su problema, su soledad, nacida por la desatención del padre sobre ella, le hace plantearse la rotura de lo que hasta ahora era un tabú para ella: el sexo.

Así, todos los puntos citados se van entrelazando dejando sobre el papel una crítica generalizada a la sociedad, la insolidaridad, la desatención y, muy especialmente a la desorganización, las barreras y los límites impuestos por la política. Se nota mucho la mano de una dirección entregada a unas situaciones que desea reflejar con el mayor de los aciertos, manteniendo una línea dramática, seria y tensa. Las historias narradas en la cinta comparten su importancia, no decayendo en ningún momento el interés sobre ninguna de ellas al ser todas, además de extremadamente realistas e interesantes, magníficamente interpretadas por un reparto del que resaltan las sorpresas, pues realizando Brad Pitt y Cate Blanchett (también podemos verlos juntos en «El curioso caso de Benjamin Button«, 2008) un correcto trabajo, se ven superados por el papel de Adriana Barraza («Amor en fin«, 2010), sencillamente espléndida protagonizando la parte que más atención me ha llamado, pues no sólo corre de su cuenta el hecho de llevar a cabo su historia, sino que también deja ver unas formas de vida y costumbres sobre un país que, bien ilustrado, sirve para ser mejor comprendido por el espectador. De este tramo también es de agradecer y destacar la presencia de Gael García Bernal («Diarios de motocicleta«, 2003) en el papel de Santiago. Rinko Kikuchi («Mapa de los sonidos de Tokio«, 2009) desnuda su alma y cuerpo en su personaje de Chieko, llevando a cabo una correcta e importante labor, pues sobre su papel recae todo el peso de la historia desarrollada en Japón.

La guinda del pastel es la música de Gustavo Santaolalla («Brokeback Mountain«, 2005), con unos temas cambiantes que se van adaptando a cada historia y territorio. El conjunto de la banda sonora es maravilloso, sorprendente y memorable, siendo la pieza del final toda una obra de arte que sin duda fue el puñetazo en la mesa definitivo para hacer que «Babel» se llevase el Oscar a la mejor banda sonora.

Nota del autor:
8,0 ████████ (Muy buena)

COMENTARIOS DEL EQUIPO LGE

Miquel Alenyà
«[…] Rodada con un vigoroso y potente pulso narrativo […] La obra analiza la realidad babélica del mundo actual, que suma diferencias culturales, educativas, sociales, económicas, informativas y otras, de dimensiones abismales. Como consecuencia de éstas, la incomunicación levanta barreras de separación entre Continentes, países, grupos sociales, familias y personas. A la incomunicación se añaden otros factores de separación, aislamiento y confusión, como la insolidaridad, la incomprensión, la ignorancia y los prejuicios. El film evoca el pasaje bíblico de la soberbia de quienes querían construir una torre que llegara al Cielo, castigada con la división de lenguas, la confusión y la incomunicación. El film explica el drama de la Humanidad desde la perspectiva próxima, cotidiana y de fácil comprensión, de las personas que sufren con dureza las consecuencias de la incomunicación y la incomprensión (pareja de turistas abandonada por los compañeros de viaje, hija muda desatentida por el padre, etc.). La obra no incluye (lo que es muy de agradecer) referencias grandilocuentes a los conflictos globles que dramatizan la vida colectiva. La cita del terrorismo es más bien marginal y se apoya en hechos no relacionados con él. La cinta no es un cuento moral. Pese a ello, algunos espectadores pueden sentirse tentados a pensar que el mundo atormentado de nuestra generación necesita atacar las fuentes de la soberbia, la prepotencia, la insolidaridad y la intolerancia, que nos enfrentan y ahogan […]” 8.

Written by Sandro Fiorito

Cofundador de LGEcine

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