En tierra hostil_banner The Hurt Locker (Kathryn Bigelow, 2008) – 125 min

En tierra hostil__posterQuedan 39 días para que se produzca la rotación de la compañía Bravo, del Ejército de los Estados Unidos desplegado en Iraq. La cámara de la directora Kathryn Bigelow (K-19: The Widowmaker, 2002) se convierte en autora de una realidad inventada pero fielmente ajustada a la tensión, peligrosidad y dramatismo que puede suponer el hecho de formar parte de una compañía de artificieros que opera bajo la atenta mirada de los habitantes de Bagdad. Entre esos habitantes, además de miles de vidas inocentes a las que los soldados deben proteger, se pueden encontrar terroristas dispuestos a hacer detonar bombas que acabe con la vida de los militares o civiles que se crucen por su camino. Y los miembros de la compañía que acompañará al espectador durante 131 minutos, son quienes deben enfrentarse, como otras muchas compañías en otros tantos lugares, no sólo a desactivar los artefactos con los que se encuentran sino a eliminar toda amenaza que pueda entorpecer sus funciones con la finalidad de intentar hacerles fracasar en su heroica tarea.

Las vidas del Sargento Jefe Matt Thompson (Guy Pearce), Sargento de Primera Clase William James (Jeremy Renner), Sargento JT Sanborn (Anthony Mackie) y el Especialista Owen Eldridge (Brian Geraghty) dependen en la mayoría de los casos de puro azar. De una estrella que alumbre al soldado para encontrar entre una multitud a un terrorista con un detonador. De una luz que guíe en el momento adecuado a los jóvenes americanos hasta el lugar exacto en el que se encuentra un francotirador que les acecha. Del tiempo suficiente para “jugar” con los cables de complejos explosivos que parecen no querer irse del mundo sin ejecutar la misión que los terroristas pretenden. Pero también, sus vidas dependen de cosas tan capitales como guardar la calma en momentos de máxima tensión o de tomar las decisiones adecuadas cuando proceda, aún sabiendo que lo que vayan a hacer puede perturbar sus conciencias de por vida. Pero esa es su elección: conciencia o vida.

La película es un gran acierto sobre la temática al ser de las pocas que no se dedica a hacer valoraciones morales sobre si la guerra de Iraq es o no justa. Bigelow pone a sus soldados, allá en el lugar al que los han enviado y les hace vivir las experiencias que cualquier grupo similar fuera de la ficción puede llegar a palpar. Además, una de las grandes bazas de su argumento es que no sólo se centra en la acción militar del conflicto bélico al que pertenece, sino que procura crear unos personajes de carne y hueso, con unos sentimientos que podemos comprender y con unas vidas por las que llegamos a preocuparnos. No es una de esas películas de guerra en las que los soldados avanzan por centenares y mueren sin que a nadie le importe un comino la vida de cada uno de ellos porque no conoce quienes son. Aquí, la vida del soldado o del civil más recóndito, es importante. Se siente la realidad de sus vidas y esto es lo que ayuda a digerir bien el argumento. También veremos darse cita a los “mercenarios” de empresas de seguridad paramilitar privada contratados por el ejército americano para apresar a cabecillas terroristas, dando así sentido o explicación a su presencia en esta guerra. Como “pero” decir que la cinta parece imponer fronteras entre sus líneas argumentales, de manera intermitente, intercalando partes de acción, drama y suspense constantemente pero sin decidirse por una en concreto. Esta situación provoca que en ocasiones la tensión a la que nos había sometido una escena, desaparezca por completo con la situación posterior, no consiguiendo así (al menos al que escribe estas líneas) crear sobre el espectador una sensación angustiosa o de presión permanente.

Del apartado interpretativo podemos destacar las apariciones de prácticamente todos los que se dan cita en el reparto. Desde el destello de Guy Pearce al nerviosismo del personaje de Anthony Mackie, pasando por la actitud suicida de un gran Jeremy Renner, las preocupaciones de Briarn Geragthy y el miedo a la muerte de Suhail Aldabbach, que da vida a un iraquí que aparecerá en escena. Hasta la fugaz aparición de David Morse como el Coronel Reed, gusta.

La música, de Marco Beltrami y Buck Sanders, incluye alguna pieza que bien parece digna de un buen western, haciendo precisamente que algunos de los mejores momentos sean los acompañados por la mencionada melodía. Desagradables y tortuosos temas de rock fuerte también tendrán su protagonismo durante el metraje de la película, incluyendo su parte sonora más reconocida.

Decir también que En tierra hostil fue la gran ganadora de los Premios Oscar de 2009, compitiendo nada menos que con la inamovible de las salas de cine, Avatar (2009), llevándose seis de los mencionados galardones, tales como Mejor película, Mejor director (Bigelow), Mejor guión original (Mark Boal, co-guionista de En el valle de Elah (2007)), Mejor montaje, Mejor mezcla de sonido y Mejor edición de sonido. También arrasó en los BAFTA, de la academia británica.

Nota del autor:
8,0 ████████ (Muy buena)

TRÁILER

 

 

COMENTARIOS DEL EQUIPO LGE

Miquel Alenyà
Realizada con fuerza, energía y convicción […] El discurso, de un realismo descarnado y sobrecogedor […] una exploración intimista de los efectos de la guerra sobre la mente y la conducta humana […] El desarrollo argumental es sencillo, pero es intensa la transmisión de información, emociones y sentimientos. 8.

 

Written by Sandro Fiorito

Cofundador de LGEcine

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