올빼미 (Olbbaemi) (An Tae-jin, 2022) – 118 min. –
The Night Owl (Título internacional)

Un acupuntor ciego se ve entrometido en una conspiración por la sucesión en la corte coreana durante la visita del emisario de la corte Qing.

Estupenda película de corte imperial coreana, que ha llegado a emocionarme por la increíble atención al detalle que tiene y su uso del ritmo. Aún más sorprendido me he quedado al ver que es la primera del director (An Tae-jin). Si en la primera película lo haces así de bien, le vaticino un brillante futuro.

Basada en un aparente hecho histórico sucedido en el 1645 que quedó sin resolver. Durante la época imperial coreana (el antiguo reino de Joseon), bajo la bota del gobierno chino. Justo en el intervalo de cambio del imperio Ming al Qing. Un joven acupuntor ciego, Chun, realiza sus exámenes para entrar como médico de la corte, para mejorar en la escala social y ganar más dinero para pagar las medicinas para su enfermo hermanito.

Lejos de tener una vida tranquila como acupuntor ciego, se encontrará con una de las mayores conspiraciones de la historia coreana, que sucederá justo ante la llegada del príncipe heredero, tras haber pasado 8 años como rehén de la corte china. Que vendrá acompañado del emisario chino para obligar a humillar nuevamente a la corte coreana, habrá una muerte que lo cambiará todo en la corte. Tanto en la distribución del poder como en la vida de nuestro protagonista.

Un protagonista que aparentemente es ciego, pero que en realidad tiene una hipersensibilidad lumínica. Un daño en el nervio óptico que le impide ver si hay una cantidad de luz tan ínfima como la de una vela. Con lo que sólo recupera la vista, y como un topo, en la más profunda de las oscuridades. Un genio en el campo de la medicina china, tanto a nivel de diagnostico como de tratamiento. Un detalle que es muy cuidado en la película. Como cuando se realizan diagnósticos con un hilo para el pulso (y especialmente me divierten las risas que tiene el protagonista con ello por la crítica) o en la parte de los tratamientos, donde reconozco a la perfección y doy fe de la «corrección» de los mismos (como cuando usa BaiHui, Taichong y Shangqiu para ataques de viento).Sólo pudiendo criticar el hecho de que las agujas utilizadas son modernas (con que tuviera que pinchar con las antiguas iban a tener no pocas risas) ya que reconocía las tipologías como también reconociendo los acercamientos modernos en los tratamientos, y no inclinándose por acercamientos mucho más tradicionales (como por ejemplo no pinchando tanto la espalda, que según textos clásicos debía usarse lo mínimo posible, cosa que aquí se hace con alegría, por ejemplo). Un rigor tan grande, que solo se reconoce un fallo en las técnicas utilizadas (cuando se dice que se trata la malaria, justo cuando es hecho ex profeso). Sinceramente, me faltaba aplaudir cada vez que hacían algo referente a este punto. Un muy buen trabajo.

Detalles muy muy estudiados durante la película, como cuando se fuerza a la corte a inclinarse ante la vestimenta amarilla del emperador chino, como símbolo representativo de su poder (siendo el amarillo el color de Huang Di, el padre fundador del imperio chino) o las relaciones de poder entre los diferentes estratos.Relaciones que nos llevan al verdadero meollo de la película, la conspiración. Lo que aquí conocemos ahora como el juego de tronos. Un misterio sobre el que girará toda la película, donde nada es lo que parece. Todos quieren el poder, por el bien del pueblo, obviamente. No pensemos malamente. Es simplemente delicioso ver como se mueven los peones. Donde el corazón no va a tener ningún lugar salvo para que te lo apuñalen.

Una mezcla de misterio, investigación y conspiración perfectamente hilvanado en la corte. Todo transcurriendo en la más oscura de las tinieblas, donde solo nuestro protagonista podrá ver.

A nivel estético esta película es una delicia, muy en la línea de películas de corte coreana, que suelen ser muy puristas en este apartado (si habéis visto cualquier película del genero, o la serie Kingdom lo reconoceréis fácilmente). Tanto el trabajo en vestimenta como en la escenografía merecen bien la pena.Las interpretaciones durante la película no bajan de la excelencia, tanto por el toque dramático que aportan todos los personajes como también por el hecho de que incluso van salpicando sus interpretaciones con gestos y tics muy importantes ya que representan las patologías que tienen todos los personajes y que juegan un papel importante en el desarrollo de algunas tramas (como por ejemplo los temblores del patriarca imperial o la incontinencia del joven emperador). Casi en algunos puntos parecen manuales para diagnóstico.

Un apartado que valoro especialmente es el ritmo de la misma película, que lejos de ser lento, Típico en este tipo de me trajes, no cede mucho a la pausa, manteniendo la tensión en todo momento y el apuro sobre nuestro protagonista. Dos horas de película que pasan en un suspiro. Acompañados de una muy buena banda sonora. Protagonista que ira de un lado para otro, como un pez fuera del agua, rodeado de tiburones.

Tengamos en cuenta, para los despistados, que tratamos de una película coreana. Su amor por el drama no conoce límites (sólo el de su crueldad) y por el de hacer varios finales. Así que no os mováis rápidamente del asiento.

Una de las mejores obras que Corea nos ha regalado este año.

La frase: «Usted esta enfermo porque ve y actúa. Una persona humilde debe no ver y no oír para sobrevivir».

La escena: La escena de la sopa en la corte y su degustación.

Vista con PASE DE PRENSA en el Festival Internacional de Sitges 2023

Nota del autor:

9,0 ███████ (Excelente)


TRÁILER V.O.:

 

Written by Oscar Hidalgo

Cinéfago demente