Series a examen: Chucky

Chucky (Don Mancini, 2021) – 42 min/episodio

Un adolescente está buscando muñecos para sus esculturas y encuentra uno retro bastante chulo, un Good Guy. Se lo lleva a casa y empiezan a pasar cosas que a poco que conozcamos esta saga nos podemos imaginar. Estamos ante una secuela/reboot ¿recuela? en la que tenemos unos adolescentes de la generación actual como protagonistas con una historia propia a la par que nos encontramos en una continuación de las películas de Muñeco Diabólico, contando con la presencia de Andy (el niño con el que empezó todo), Kyle (la hermana mayor de Andy que aparece en Muñeco Diabólico 2), Tiffany Valentine (la novia de Chucky) y Nica (la protagonista de las últimas dos películas). Todos ellos continuando con sus aventuras que hemos seguido en las siete películas que forman la saga de Don Mancini, creador del personaje que sigue a los mandos también en esta serie.

Entre los personajes que se unen a los antiguos, tenemos a Devon Sawa (que todos recordamos por Destino Final) interpretando a tres personajes y siendo una de las grandes apuestas de la serie junto a una Jennifer Tilly excelente son, a mi parecer, los dos actores más destacados del reparto no muñeco. Los adolescentes pecan un poco de sosos, especialmente el protagonista que es de esos que ponen cara de estar oliendo un pedo todo el rato y cansa mucho. Los otros son más aceptables.
El manejo de la trama, o más bien, las tramas, es bastante bueno y consigue la difícil tarea de satisfacer a nostálgicos y recién llegados y ser suficientemente autoexplicativa para que pueda seguirla alguien que no ha visto las películas. Las referencias están ahí y creo que es más disfrutable habiéndolo visto todo pero no es necesario y eso le suma. Tiene mucho humor, sangre, locura, todo lo que uno busca en este tipo de historia.
Los efectos especiales están muy bien, manteniendo la gran mayoría de ellos fuera de lo digital, utilizando muñecos muy buenos, con mucha expresión facial y carisma, una gran cantidad de muñecos, porque no quiero desvelar mucha trama pero tenemos Good Guys a porrillo, lo que da la ventaja de poder romperlos «matarlos» y que venga otro, dando una caña y un ritmo que en las películas más clásicas no se encuentra.
La serie es consciente de lo que es y se toma en serio en su justa medida, además los creadores entienden que aquí el prota es Chucky y por muy bien que nos puedan caer los otros personajes o nos puedan interesar sus historias, él es el rey de la fiesta y el auténtico protagonista que todos queremos ver en acción y nos la dan, nos la dan a raudales.
Una fantástica apuesta para pasarlo bien que lleva dos temporadas en antena. Para mi gusto la segunda temporada no está tan bien hilada como la primera y me enganchó un poco menos en algunos episodios pero mantienen bastante calidad y tiene muy buenos momentos que hacen que merezca la pena.