Polaris (2022): Mad Max 3 en la nieve

Una chica que ha sido criada por un oso polar inicia un viaje místico tras ser separada de su “madre” por los humanos malvados.

Cortometraje precioso de 89 minutos de duración. Exquisito. Casi a punto de dormirme en defensa propia.

Vamos a rescatar el hecho de que los escenarios son preciosos, todo bosque y nieve, una bella fotografía. Daría para un buen documental paisajístico. Lo bueno es que permite embelesarte con el detalle, ignorando la película.

El problema es que el resto intenta ser muy revolucionario, pero no. Una película muda, directamente, si el guion no acompaña, ¿para qué ponerle diálogos? Otra ventaja, la gente que se queja de que leer subtítulos es farragoso se lo ahorra. Que buenos que son los cineastas.

Con una protagonista, recordemos criada por un oso polar, que controla la tecnología y el mundo moderno. Vamos, que sabe conducir motos de nieve y para que sirve el combustible. Totalmente invulnerable y con una sangre que debe ser antidescongelante puro (duerme sobre la nieve como quien se tumba en una playa). Con las habilidades de combate de un esquimal ninja (aún me rio pensando en esas garras hechas con mandíbulas de animal que cortan a través de armaduras). Con poderes místicos, regenerativos y curativos, vamos, una fantasía de personaje.

La película no pide que hagas una suspensión de la incredulidad, es que te esta pegando con un palo en la cabeza desde el mismo inicio.

Esta chica, que al verse separada de su “madre” adoptiva inicia un viaje místico para intentar llegar a su destino, la estrella Polaris. Tal como suena.

En mitad de una tierra postapocalíptica mal. En lugar de desiertos y coches furiosos, tenemos nieve, hielo y motos de nieve cutres para hacer las persecuciones. Y una bella durmiente power ranger, no olvidemos a la power rangers. Que decide que el mejor sitio para echarse a dormir es una góndola de coche, eso si, tras haberse quitado el corazón, no sea que se gaste.

Un despropósito de película desde el minuto 0. Repleta de situaciones desbarrantes y ridículas. Del que solo respeto el hecho, de que para ser para todos los públicos, todo líquido que se vea en la película esta reemplazado por un líquido de color verde fosforescente. Sea este sangre, licor, lo que sea. De ahí mi chiste acerca de que beben anticongelante.

Solo superado por la corte de mujeres supervivientes que se dedican a perseguir a la protagonista e intentar amargarle la existencia, con un hacha, sin ningún sentido. En absoluto. Es como si fuera el sentido común que la persigue, pero ella corre más deprisa. Con sus cortas patas. Todo un prodigio. Que a poco que sale un personaje ruegas que la trama se centre en el, al menos para explicar de donde ha salido. Pero no, pero nada. Pensar es malo.Increíble momento el inicio cuando al principio te dicen que estamos en el 2144. Bien podría ser el 2022 y nadie se daría cuenta. Que si la están mirando desde el espacio…. Pero ¿qué se habían fumado los que escribieron ese texto? Necesito eso, en vena.

Y diríamos que la película tiene al oso polar como trasfondo… MENTIRA. No llega ni a macguffin. Solo esta para tener escenas bonitas de tanto en cuanto que bien pueden haber fusilado de un documental. Es que vamos, no llega ni a alfombra mobil.

Casi habría pedido que la hubiera criado el monstruo de las galletas. A saber. Tienen pelo ambos (y el del monstruo de las galletas es azul, minipunto para el). Se mueven ambos (el MDG con un extra si hay galletas cerca) y como punto final habrían conseguido que me riera. Todo mal.

Y si me quejaba del inicio. El final…. Debería haberme arrancado los ojos, con unas galletas. Y que luego MDG me devorará. Que gran final de mi suplicio habría sido.¿Por qué?

Fantástico sí, ciencia ficción, un poco. Coherencia, no esta ni se le espera.

La frase: Película muda, you know?

La escena: El momento de descubrir a la bella durmiente vestida de power ranger (en ese momento mi cabeza implosionó).

Vista con PASE DE PRENSA en el Festival Internacional de Sitges 2022