“[…] El trabajo de investigación histórica está bien logrado en toda la película, desde el estilo arquitectónico de edificios que ya son tradicionarios al cuidado ambiente de la época […] Giulio Ricciarelli se estrena como director en este largometraje con una técnica sobria y resolutiva sin florituras innecesarias […] «
20 años después del holocausto.
La solución final ha pasado desapercibida para los alemanes durante dos décadas, los más jóvenes desconocen las atrocidades que sus mayores cometieron en la guerra, y aquellos que ejercían de engranaje o de mando para el infierno que fue Auschwitz-Birkenau han continuado con una vida tranquila ejerciendo profesiones más o menos anodinas.
Cuando el pintor y superviviente del exterminio Simon Kirsch (Johannes Kirsch) descubre a un alto mando, asesino de las SS ejerciendo como maestro de escuela, acudirá al periodista Thomas Gnielka (André Szymanski) para que desvele la noticia y abra un proceso ante la judicatura de Frankfurt.
Judaísmo y fiscalía.
Jhonatann Radmann (Alexander Fehling) es un joven fiscal de tráfico con aspiraciones de despuntar en su trabajo, cuando recoge el caso del asesino de las SS que sus superiores han rechazado, no se imagina la implicación que requerirá la investigación ni los aliados y enemigos encubiertos que desvelará la causa por el hecho de secundarla.
Radmann trabará amistad con Kirsch y Gnielka, quienes le apoyaran en todo momento y le iniciaran en la cultura judía. De esta suerte provocarán que Radmann descubra poco a poco los horrores que esconde el antiguo régimen de palabra de las propias víctimas, la investigación les llevará a desenmascarar a los culpables de los inenarrables crímenes hasta perseguir al mismo Joseph Menguele.
Si bien el trabajo de investigación histórica está bien logrado en toda la película, desde el estilo arquitectónico de edificios que ya son tradicionarios al cuidado ambiente de la época, e incluso menciona la implicación del Mossad en algunas de las acciones que hicieron correr tinta periodística en la época. Llama la atención que el resto de etnias que fueron masacradas en el mismo campo de Auschwitz-Birkenau pasen desapercibidas en la historia, como si el delito no hubiera sido el mismo para el pueblo judío que para los otros.
Técnica sobria y resolutiva.
Giulio Ricciarelli se estrena como director en este largometraje con una técnica sobria y resolutiva sin florituras innecesarias, que deja espacio para la buena interpretación de sus actores. El director se aparta del melodramátismo para mostrarnos unos personajes enteros y creíbles. La cinta cuenta con un excelente tratamiento del sonido que insufla dramatismo y dosifica de una forma casi quirúrgica los temas de la banda sonora, que se ven resumidos a unos pocos que surgen en el momento más acertado. El trabajo de iluminación es correcto a su manera, en ocasiones nos brinda imágenes evocadoras, como en los pasillos de los archivos incautados por los americanos, en otras secuencias es algo más justa, pero en ningún momento desmerece a la obra.
Por último, pese a la veracidad de la historia el guión se puede ver algo forzado en la forma de introducir a algún personaje, o en algunos puntos donde intenta reforzar la validez de la historia con algunos diálogos algo forzados.
Distribuida en España por DEAPLANETA
Vista en PASE DE PRENSA en Cines Boliche el 13 de Enero de 2015, Barcelona.
Nota del autor:
7,0 ███████ (Buena)
Película en CARTELERA a partir del 23 de Enero de 2015.
Título original: Im Labyrinth des Schweigens (Labyrinth of Lies)
País: Alemania
Primera proyección: Canada, 6 Sep. 2014 (Festival de Toronto)
Duración: 122 min.
Director: Giulio Ricciarelli
Guión: Elisabeth Bartel, Giulio Ricciarelli
Música: Sebastian Pille, Niki Reiser
Género: Drama.| Nazismo
Reparto: Alexander Fehling, André Szymanski, Friederike Becht, Johannes Krisch, Hansi Jochmann, Johann von Bülow, Robert Hunger-Bühler, Lukas Miko, Gert Voss, Lisa Martinek
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