Título original: Project X
Títulos alternativos: Proyecto X (Argentina / Chile / México / Perú)
País: EEUU
Primera proyección: Australia – Países Bajos – Nueva Zelanda, 01 Mar. 2012
Duración: 88 min.
Director: Nima Nourizadeh
Guión: Matt Drake, Michael Bacall

El cine, como la música o el arte en cualquiera de sus vertientes, es una herramienta cuya principal función debe residir en su capacidad para poder transmitir sensaciones o alterar de alguna manera nuestro estado anímico y hasta, incluso, nuestra forma de ver las cosas. Debe ser una experiencia que conecte al espectador con el mundo que la película pretende ofrecernos y conseguir que la persona que se encuentra ante la pantalla no quede indiferente, consiguiendo que reaccione de cualquier forma, reflexionando, sorprendiéndose, animándose o entristeciéndose ante los fotogramas que van sucediéndose en la cinta. Cuando una película, una canción o una pintura no transmite absolutamente nada muere en ella su carácter de utilidad y sólo queda su contribución al mundo como un aburrido y pasajero adorno. Pero, ¿por qué me pongo a filosofar de esta manera en una reseña sobre una película de adolescentes estúpidos, tías en bolas, superficialidad extrema y ultra-tópico argumento?

Pues porque pienso que “Project X” tiene la virtud de la que he hablado: sabe transmitir. Su director, Nima Nourizadeh (primera película y ninguna experiencia a sus espaldas, exceptuando un mediometraje documental de 2002, «A» en el que formó parte de la edición) nos mete de lleno en una fiesta organizada por unos pringados de instituto, esos típicos marginados que ya hemos visto hasta la saciedad en multitud de series y películas americanas de la escuela de “American Pie”. Una fiesta que empieza con expectativas bajo mínimos pero que no tarda en sorprender al más pintado convirtiendo el relajado hogar de una acomodada familia en la mayor rave improvisada que probablemente haya vivido la Historia. Las redes sociales y los correos virales son clave, llegando la información del evento a miles de personas que parecen sacadas de algún casting de modelos (salvo escasas excepciones y los protagonistas -un feo, un flacucho y un gordo- el resto es físicamente perfecto) y reuniéndose en muy poco tiempo una cifra de asistentes que parece incontrolable…

En el argumento no hay un hilo conductor clave, simplemente y como ya he dicho, la realización nos sumerge en una fiesta y hace todo lo posible para que nosotros también podamos vivirla. A través de sus múltiples anécdotas, diálogos adolescentes, música a todo volumen, alcohol, drogas, mujeres de cuerpos extraordinarios y ciertos detalles absurdos que se convierten en divertidísimos, “Project X” –producida por Todd Phillips, director de “Resacón en Las Vegas” (2009) y “Salidos de cuentas” (2010)-inyecta al espectador unas ganas enormes de empezar su propia fiesta una vez terminada la película (deseemos que, por el bien de la humanidad, no todo transcurra de la misma manera). Puede ser tópica, típica y hasta estúpida o exagerada por momentos pero divierte, anima, sorprende, refresca y sienta como la primera buena y fría jarra de cerveza de un viernes, cargando los ánimos de adrenalina y contagiándonos su sensación más rebelde, gamberra, ligona y divertida posible, por lo que sólo puedo decir de la cinta que: misión cumplida.

Nota del autor:
7,0 ███████ (Buena)
 

 

Written by Sandro Fiorito

Cofundador de LGEcine

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