Ivo (Eva Trobisch, 2024) – 104 min. –
Narración sobre la vida de una cuidadora de enfermos en fase paliativa. El drama asociado a una vida que solo ve el peor momento de los demás.
Interesante por lo atrevida de la narración y transgresora. Un drama duro y bajonero que no quiere darte nada, ni lo hará, pretendiendo arrancarte la sonrisa del rostro a medida que se avanza en la historia. Adentrándose en una realidad que suele soslayarse, con un espectador que prefiere mirar hacia el otro lado para mantener una felicidad basada en la ignorancia.
Nuestra película acompañara a Ivo, una enfermera que esta especializada en tratar pacientes en fase paliativa. Visitándolos en sus hogares para realizarles las curas, ayudarles en procesos burocráticos o simplemente ofrecerles compañía.
Una historia que nos habla de la necesidad de estos profesionales, siendo el último contacto del enfermo con la humanidad o la dignidad misma. Para al mismo tiempo reflejar el hecho de ser el salvavidas de los seres cercanos, dándoles un momento de pausa en el drama que sufren solamente con su presencia o aportando una mano, aunque solo sea unos momentos.
Toda luz produce sombras, y en este caso el metraje nos pone el foco justamente en la creadora de esa luz. Con una vida completamente desestructurada.
Siendo una mujer divorciada con una hija con la que convive que le habla más al móvil que a ella, casi considerándola más una pieza de mobiliario que su madre. Algo que contrasta con el aprecio que le muestran los enfermos o sus allegados.
Una película que busca el contraste constantemente. Con una quietud y calma cuando se esta con los enfermos, con un cierto grado de positividad y podríamos decir felicidad temporal. Para pasar a la tristeza depresiva de su vida cuando no ejerce su faena. Sola. Triste. Incomprendida. Con una vida que se escapa en todos los tránsitos de coche que tiene que realizar. Con la cámara como mudo testigo de esos lapsos que fuerzan a que nuestra protagonista no pueda ni comer en condiciones en una mesa. Algo tan interiorizado que llega a rechazar comida en condiciones cuando esta es ofrecida.
Y de por medio tenemos un triangulo amoroso muy tóxico entre nuestra protagonista, su mejor amiga que esta en fase terminal y su marido con el que Ivo mantiene una relación. Porque toda historia tiene que tener un relleno para dar aún más drama.
A nivel estructural podríamos decir que en realidad la historia sucede en clips, las visitas, usando el viaje como transición. Siendo cada historia aprovechada para mostrarnos las miserias tanto de los pacientes como la profesión médica. Desde los efectos secundarios causados por las intervenciones, el rechazo a los familiares o de los mismos al paciente, la piedad y amor filial, la desconfianza al profesional, el desapego defensivo de los profesionales, el martirio al que algunos se someten, como lo sobrellevan. Sea con alcohol, drogas, o sexo casual.
Dejan pocos temas sin tocar. Reservándose un apartado muy importante y tratado de una forma muy digna, el de la eutanasia. Comentada como última forma de retener la dignidad del paciente, o evitar el dolor. Muy pocos metrajes conozco que lo aborden de una forma así.
Por debajo de todo se muestra un mensaje sobre la vulnerabilidad, sea de los pacientes, de los cuidadores o de los mismos allegados. Mostrando como ante esa misma, se van eliminando capas defensivas, hasta quedar completamente desnudos. En algún caso, hasta literalmente. Buscando la simple conexión con lo que les rodea.
A nivel de ritmo podría ser mejorable, eso sí. Tenemos la estructura de miniepisodios con una suerte de trama central, nuestro triangulo. Pero a medida que se avanza la película se ralentiza y se hace más pesada. Con unos momentos finales que nos hacen mirar el reloj, sea por lo previsible, sea por lo incomodo. Personalmente, utilizando la película como una suerte de manifiesto, directamente habría eliminado la trama central, abandonando la historia a ir narrando las diferentes situaciones. Ya que no produce un gran apego esa historia y las diferentes situaciones son suficientemente poderosas e interesantes.
Un ritmo descendente que en lugar de utilizar la comedia en las transiciones para que impacte más el dolor a medida que se acerca la degradación utiliza momentos neutros, con muy poca comedia no permitiendo que relajemos y dejándonos cierta insensibilización. En cierto modo, poético, como la realidad misma, que ofrece solo colores grises ante el drama.
Un muy interesante dialogo de tono sombrío, o muestra, para el espectador de una realidad existente que no se trata nunca. Sustentado por una buena actuación Minna Wündrich que nos permite ver de forma empática toda la historia que ocurre a su alrededor e interior. Dando un gran toque de autenticidad a la película.
Película no recomendable si no estas muy bien de ánimo o has pasado por ese tipo de situación traumática, ya que refleja muy fielmente mucho de lo que acontece.
Pero en cambio muy recomendable para poder constatar esa situación y si tienes suficiente estómago.
Como ultimo comentar un detalle que me gusto especialmente y es el uso de la cámara. Normalmente en un drama realista no espero gran cosa (o de hecho algo negativo en ese aspecto). Pero considero que el cámara en esta película se cumple muy bien con la cámara y los planos que utiliza. Sin olvidar una buena labor de montaje (menos en la parte final).
Película recomendable si quieres recordar que tu día no es tan malo como pensabas, si te pasa el día en el coche o te gusta hacer el pino desnudo contra una pared.
La frase: ¿Eso somos para ti? ¿Trabajo?
La escena: El momento en que el grupo de médicos del centro empiezan a hacer el recuento de las defunciones de la ultima semana. Para pasar a celebrar un aniversario a continuación.
Vista con PASE DE PRENSA en el Festival L’Alternativa 2024
Nota del autor:
6,5 ██████ (Correcta)
TRÁILER V.O.S.: