
Schirkoa: In Lies We Trust (Ishan Shukla, 2024) – 103 min. –
Narración del enfrentamiento entre dos ciudades distópicas con mentalidades absolutamente diferentes. Todo a través del ojo de un burócrata amargado que vive en una sociedad que le fuerza a llevar una bolsa de papel en la cabeza.
Película de animación de origen hindú basada en el cortometraje del mismo nombre que llego a ser seleccionada para los Oscars.
El burócrata, que aparentemente vive en una sociedad perfecta, verá como todo se hunde ante el auge militarista de su sociedad, que solo quiere arrasar la nación rival. Una suerte de 1984 donde Schirkoa la nación hegemónica se enfrenta a la amenaza siempre presente de la nación rival. Intentando preservar la pureza racial y espiritual de la sociedad.
Para hacer un cambio a mitad de la película y narrarnos la realidad del otro lado. Podríamos decir que tenemos una gran influencia de 1984, junto con todas las narraciones sobre liberación sexual y social, más de los 70 y 60. Cuando eran reivindicaciones más duras y serias. Por encima podremos un toque de la serie Carnival Row, por la estética. Y una gran influencia del videojuego We Happy Few, por estética y esencia.
Estructurada en dos partes muy diferenciadas, una por cada ciudad/sociedad que trataremos. Lo que nos permite ver un muy claro análisis filosófico de como funcionan dos culturas extremas en su desarrollo. Nunca se hablará del mundo que les rodea. Solo tenemos ojos para estas dos sociedades.
Schirkoa, una sociedad de corte abiertamente fascista, que ha sacrificado por completo su libertad e individualidad para ser una masa gris, sin rostro, controlada por el estado. Todo a cambio del lema de la misma. Safety, Sanity y Santity (Seguridad, cordura y santidad). Puede que el hecho de usar tres S, sea una referencia a que son un peldaño más allá de lo que fueron los nacionalsocialistas en su momento.Tan radicales que no ven ni sus propias caras. Libres de expresión, culpa y pensamiento. No entremos a pensar en el hecho de como tiene que ser el lavarse la cara, si lo hacen, o directamente el sexo (duda que se responde de forma cómica en la película). Cultura depredadora que siempre busca una amenaza externa para poder tener controlada la masa interna.
Por otro lado, tenemos una sociedad liberal, transgresora, donde los limites no existen y cada uno puede expresarse como bien le convenga. Poblado por mutantes y personas que bien quisieran serlo. En teoría un paraíso en la tierra donde todo el mundo querría huir si esta propaganda llegara a la ciudad de Schirkoa.
Una bonita propaganda política, como toda propaganda, pero alejada de la realidad, donde en cada fondo y escena se ven odios, inquinas, envidias, incluso asesinatos. Donde gente vacía de espíritu esta simplemente buscando un guía espiritual para ser dirigidos y desprenderse de toda responsabilidad.Me encanta, sinceramente, que el director llevando al extremo cada punto de vista de una réplica tan realista de las situaciones actuales. Solo mostrando una verdad a través de la parodia. Donde unos no son tan malos y otros no son tan buenos.
Aún mejor es el hecho de que sea justo un demonio (mejor dicho, un mutante con forma de demonio) el que guie la transición de un lado al otro. Hagamos referencia al nombre original del diablo, Lucifer, o Phosphoros. El que traía la luz. Iluminando esa no diferencia, o el camino entre ambas. Un detalle adicional para mi es el hecho de que tenga un alma artística y expresiva que había sido soterrada bajo una capa burocrática. El demonio tuvo que caer del cielo más alto para encontrarse a si mismo.
Por desgracia todo este análisis sociológico filosófico se ve un poco aguado por dos detalles importantes (a parte de por mi miedo a sobre analizarlo todo). La película es muy lenta y pesada. Lo cual no es algo grave en si mismo. Pero te permite ausentarte de la película, volver y saber claramente que no te has perdido nada. Lo cual es malo, ya que te indica la gran cantidad de parte superflua que hay.
Siendo el detalle negativo más grande la parte gráfica. Desde el minuto 0 me recordaba a ver el videojuego We Happy Few, pero con el motor gráfico puesto al mínimo. Es casi como ver la serie llamada Reboot de los años 90. Estamos en el 2024. Los gráficos pueden y deben ser mejores. El director hizo el comentario sobre los problemas económicos que tuvo en la realización. Los acepto, pero hay películas con muy pocos medios también que han resuelto con acierto. Comenta que tuvo que usar un motor de videojuego para la realización, pero por la calidad (mala) del gráfico me hace pensar en el primer Unreal casi.
Es un problema ya que desvirtúa la historia y hacía constantemente que saliera de la película. Lo que me enervaba más es el hecho de alternar escenas mínimamente bien animadas con otras muy por debajo, con lo que me hacia pensar en que íbamos narrando a saltos. Es mi escollo para valorar más la historia. De hecho, cuanto más lo pienso, la narración daba para película corta con actores y se habría resuelto muy muy bien.
Película apta para los que les gusta la animación entregada por AliExpress, las comparaciones sociológicas o el llevar una bolsa de papel en la cabeza.
La frase: En una sociedad perfecta, ¿contra qué puede uno revelarse?
La escena: El momento de declamación de poesía del protagonista.
Vista con PASE DE PRENSA en el Festival Internacional de Sitges 2024
Nota del autor:
4,5 ████ (Mediocre)
TRAILER V.O.S.E: