Alien: Romulus (Fede Álvarez, 2024) – 119 min
Un grupo de chavales rebeldes decide tomar al asalto una base estelar abandonada para robar sus capsulas de criosueño para poder viajar al planeta prometido. Un plan genial sino fuera por su propia incompetencia y por el hecho de ser una base estelar de Weyland Yutani. Promesa de horror, acidez estomacal y abrazos que no te dejan irte.
Nuevo intento de resucitar una franquicia por parte de Disney. Intentando extraer tuétano del cadáver de una saga que mataron a base de películas más olvidables, como viles animales carroñeros. Después de que el creador de la saga, Ridley Scott pusiera los últimos clavos del ataúd con un filme que no debió existir llamado Covenant.
Esta vez con el mensaje de advertencia por parte de Scott al nuevo director (como si sus palabras importaran algo en estos tiempos después de la estela de fracasos que encarrila) “Ahora no la cagues”. Frase que guiará todo este metraje. Por desgracia.
Fede Alvarez como nuevo capitán de una de las principales franquicias de terror y ciencia ficción de la historia. Buena elección. No es un director que idolatre (sus películas no me han emocionado nunca), pero correcto y cumplidor. Otro detalle que también guiará el metraje.
Poniéndonos en el contexto, donde actualmente hacer una película más que un ejercicio de creatividad es un paseo por un campo minas, con los ojos vendados y las piernas encadenadas. Nunca sabiendo cuando se va a ofender a alguien y vas a acabar crucificado, por un acto solo imaginado en una mente que ni siquiera ha visto lo que has intentado crear.
Tenemos los antecedentes ante nosotros. Hablemos de la substancia.La historia que se va a contar es en si simple como las amapolas. Un golpe típico que sale mal, con un giro de guión. Donde lo que te atrapará no serán las fuerzas de la ley, sino el mismo entorno (nuestros simpáticos, y siempre faltos de cariño, xenomorfos). No nos vayamos a romper la cabeza con el guión. No sea que creemos una historia original.
En este caso un detalle que hay que agradecerle a esta historia (no todo es negativo) es el hecho de que Fede transluce en el metraje su condición de gran fan de la saga. Algo que aprecio especialmente siendo este un material que casi idolatro (habiendo consumido películas, cómics y videojuegos más de lo que quiero reconocer). Consiguiendo un ejercicio realmente imposible. Poner todas, repito, todas las películas de la saga dentro de un aparente canon, no defenestrando ninguna y honrándolas a todas. Que considere que deba prendérsele fuego a toda referencia a Prometheus y Covenant (con todo el equipo que estuvo relacionado) no quita que justamente esta vez en la referencia se de buen gusto y quede bien integrada en la historia.Ahora pongámoslo en perspectiva. Un exceso de amor por la saga y una empresa que se esta hartando de todos los fracasos que lleva acumulando. Lo que nos da una película de homenaje. Cada minuto y pocos segundos vamos a tener una referencia a la saga. Lo que muchos se apresuraran a llamar un fan service de dos horas de duración. No tendremos momento de respiro en ese aspecto. Con lo que tenemos una historia que no es original, que no arriesga, constantemente plagada de referencias. Si cierras los ojos casi respiras las anteriores. Pero para eso prefiero ver las originales que son mucho mejores. Casi se puede respirar el miedo a crear algo nuevo. Quiero pensar que en este caso es más la influencia de la compañía del ratón cortando las alas constantemente al director.
Hablemos del reparto de la película. United Colors of Benetton de actores jóvenes y poco conocidos. De normal me generaría rechazo, pensando en el típico slasher donde odias a todo el reparto desde el minuto uno y simplemente vas coreando cada muerte. Pero es que aquí además parte de ellos abiertamente se hacen merecedores del desprecio. Con lo que más que disfrutar, ante su desaparición, te sientes aliviado. Ha habido muchas acusaciones acerca de la elección woke del reparto. Sinceramente en este caso no le veo sentido. No se utiliza el reparto con ninguna intención panfletaria y solo los ves como grupo de majaderos sin sentido común que reciben absolutamente lo que se merecen.Lo que si se debe criticar, por motivos aplastantes, es el nulo desarrollo y aprovechamiento de todos y cada uno de los personajes. No se hace ningún esfuerzo en conseguir que haya una implicación emocional del espectador con ellos. No se ahonda en sus historias, no se tratan sus emociones. No evolucionan. Dejándolos como cascarones vacíos, dispuestos a ser impregnados por los aliens. En la saga, en cualquier historia de este tipo, suele haber un descubrimiento de fuerza interior, una suerte de viaje del héroe (o creación de final girl más bien). Pero aquí todo se remite a la casualidad, pura suerte o sacrificios ajenos. Golpes de guión completamente esperables que hacen que te desencantes un poco rápidamente. Da para hablar la cantidad de cabos echados argumentalmente a la simple nada del desaprovechamiento completo.
¿Todos? Ciertamente no, es una exageración. David Jonsson (encarnando al androide Andy) echa la película a sus espaldas desde el primer minuto. Ante el páramo y la desolación argumental decide responsabilizarse. Su actuación, sus cambios de registro, el hecho de lo cuidado de su lenguaje corporal en cada una de las encarnaciones de “sus personalidades” es simplemente exquisito. Llegando a hacerte dudar muchas veces con simplemente una mirada o un leve movimiento sobre sus intenciones. Ojala, ojala, ojala hubiera sido el único protagonista (y si, en el mundo de aliens ha habido historias 100% protagonizadas por androides). Me sorprendió que, llegando a hacer homenajes a películas no de la saga (2001, una odisea en el espacio, con el nombre del programa de la nave “Madre 9001”, referenciando a Hal 9000), no referenciaran a Blade Runner y su trato de los replicantes.
Lo que me enerva especialmente es el hecho de saber y comprobar que no son malos actores, simplemente han sido muy desaprovechados. Lo que me lleva a director y guionistas como responsables máximos de ello.
Tratemos el apartado estético, muy importante cuando estas aprovechando la historia de otro. Aquí literalmente han cogido el libro de estilo de Alien 1 y 2 , aplicándolo casi a rajatabla. Todo pasillo, sala, traje, es reconocible. Honrando el hecho de donde viene, dándolo una patina más realista. Es decir, barro y suciedad. No en vano se empieza en un planeta minero.
Solo se le debe reprochar el hecho del cambio de esencia. Puedes llevar el traje de otra persona, pero lo importante es cómo se lleva. Aquí donde Scott y Cameron crearon un espacio opresivo, donde las naves eran pequeñas, todo pasillo hacia que te encorvases. Los planos eran cercanos. Llenos de humo y humedad. Aquí todo es grande, cómodo, da casi gusto ir por esos pasillos. Constantemente enfocando el espacio, con unos planos preciosos. Casi haciéndote pensar que estas viendo un documental en lugar de un ambiente en el que morirías en décimas de segundo.
En lugar de sentir la muerte en la nuca te hace pensar que estas viendo una partida de pilla pilla en una nave espacial. Incluso con un toque de videojuego (esto no es referencia a Alien Isolation que si que es referenciado en la película sino a la fase final de plataformeo que se marcan con ácido al final).
Disney con miedo a hacer una narración de terror chunga y queriendo que la vean las nuevas juventudes.
Dejemos para el final el tema de los efectos especiales, nuestros entrañables bichejos creados por una mente pervertida adicta a los relojes de pulsera. Los xenomorfos. Tengo sensaciones muy encontradas. Todo el respeto y aprecio que tengo por el el alien adulto, muy similar a los de Alien I y II, haciendo plano corto y oscuro para no tener nunca que sacarlo de cuerpo entero (lo cual nos habla de presupuesto). Todo lo mal que están realizados los facehuggers. El nivel de cutrez en los cgi y sus movimientos es a veces cómico, pareciendo marionetas muchas veces mal animadas. Con la sensación de que faltan frames en la animación, sus movimientos son teleportados y dando la sensación de que en lugar de amenaza es muchas veces una plaga molesta (bueno, mortal). El bicho final, otro homenaje a Alien IV y Prometheus no me da el rechazo habitual (lo cual habla de que o me he hecho mayor o que ya había tenido que perdonar demasiadas cosas en esta película).
Hemos visto una historia que aunque coherente y con una estructura correcta le pesan su miedo interno, falta de creatividad y la mediocridad que transluce. Preferiría que fuera un fracaso horrible (o un éxito memorable), del que hablaríamos durante años. Pero quedarse en esa tierra de nadie conseguirá que nadie hable de ella en unos meses. Una lástima para nosotros y una desgracia para la saga. Se dirá que esta película es buena, porque ser simplemente correcta, viniendo del abismo anterior del que veníamos, es ya una heroicidad. Se desvanecerá de nuestras mentes como el presupuesto millonario (que con lo barata que ha tenido que salir, nadie sabe donde ha ido).
La escena: El momento de videojuego de plataformas con el ácido. O mejor dicho «cómo cruzar un pasillo en el modo más extremo de la vida»
La frase: Contáis con mi simpatía (Una frase clásica, pero que sigue funcionando como hace 40 años).
Como ultima reflexión añadiré un detalle que me enervó mucho. ¿A esto hemos llegado en el cine? ¿A tener que rescatar actores muertos y digitalizarlos para intentar captar un poco más de cariño del espectador? No había ninguna necesidad de rescatar a Ian Holm (que no solo aparece como cameo) y se me antoja muy despreciable el tener que ir abriendo tumbas ante el fracaso que se veían venir.
Distribuida en España por 20th CENTURY STUDIOS ESPAÑA
Nota del autor:
5,0 ████ (Mejorable)
Película en CARTELERA a partir del 15 de agosto de 2024
TRÁILER: