There’s Something in the Barn (Magnus Martens, 2023) – 96 min. –

Una familia de americanos se muda a un apacible pueblo noruego en mitad de la nada. Solo para descubrir que las leyendas son ciertas y que si no las respetas, acabarán contigo.

Alegoría muy necesaria en estos tiempos que no debe caer en el olvido. Unos estadounidenses muy estadounidenses y mucho estadounidenses, que casi podríamos identificar a la familia Flanders de los Simpsons, deciden abandonar su nido de paz y tranquilidad en la tierra de la libertad y la democracia. Llegan a un sitio al que no están adaptados en absoluto. Un paraje natural en mitad de Noruega rodeado de nieve. Para vivir sólo tienen que cumplir una serie de muy sencillas normas, solo 3, de las que son informados varias veces. Las ignoran. Lanzan la primera piedra. Hay represalias. Gente muere. Todos nos reímos. Fin.

Y con esto tenemos el mejor resumen de esta película que podréis ver.

Explayándonos un poco más y para evitar empezar a verter bilis sobre los reales culpables (que lo haré) puedo decir que estamos ante una versión de la película de los Gremlins con Noruega como escenario de la historia. Tenemos una familia, la noche de Navidad, unas criaturas pequeñas muy majas y monas (eso si, con mucha mala leche) que a la que se notan agraviadas, tomarán represalias en equivalencia a la ofensa (desde romperte los platos de la vajilla a atropellarte con una motonieve y darle gas).

En todo caso, los estadouniditos invaden su nicho natural, el pobre granero. Casi como de una película home invasion se tratara (y ya sabemos que suele pasarle a los invasores), con la aviesa intención de destruirlo de hecho, reconvertirlo en un sitio de fiestas. Nadie se merece eso. Aún más, les tienden trampas lumínicas con las putas luces de navidad y un jodido Papá Noel de 3 metros de alto que hace ruido y se activa por movimiento… se merecen todo lo que les pase, #teamGnomo. Aún peor, cuando se prepara la ofrenda de paz, los estadouniditos se la comen, sin atisbo de remordimiento y una sonrisa en sus labios. Se ha matado más por menos. Por mucho menos.A partir de ese momento tendremos un seguido de escenas cafres y divertidas que evitan que sea considerada una película de terror y más un cine familiar con sangre (que en eso no se cortan) y mucha pulla contra el modo de vida americano, con incesantes frases y muchos momentos en que se caricaturiza la familia por su comportamiento. Que no es que sean malos, son muy majetes e intentan realmente congeniar, pero están a un océano de distancia de entender donde se han metido. Y a un sistema solar de querer comprenderlo

Y hablando del final, no desmerece, con un poco de cafrada y otra crítica velada más (pensad en aborígenes americanos y tenéis la película hecha).A nivel interpretaciones realmente la película esta bien, con un padre muy esforzado poco conectado con la realidad, hija rebelde, hijo muy majo que intenta arreglarlo todo y comprender el problema que subyace en la situacion y una madrastra sexy que se esfuerza por crear lazos con su nueva familia y que todo vaya bien. Los noruegos, ciertamente muy entrañables y cuadran muy bien con el estereotipo que conozco, completamente cerrados hasta que el alcohol empieza a fluir y entonces todo es amistad, abrazos y disfraces de Papá Noel.

Y pasemos a hablar de lo importante. Nuestros gnomos, a nivel estético serían directamente sacados de las ilustraciones del juego de cartas Saboteur (comunmente llamado, «los enanos cabrones»). Realmente calcados. A nivel mentalidad, el típico viejo gruñón al que si ofendes te quema la cara y luego se emborracha tranquilamente mientras observa tus cenizas.Estamos hablando de una película que podría haber sido una simple fabula fantástica y que deriva en un festival de excesos debido a las faltas de respeto. Así que aprended la lección, no vayáis ofendiendo a todo lo que os rodea. Y no, la inocencia no exime del castigo.

Una cosa que aprecio de esta película es que una vez empieza realmente (más o menos por la mitad) no afloja en absoluto el pedal de violencia cómica (los Gremlins otra vez) incluso permitiéndose un rango de autoparodia muy sano.

No tenemos un nivel de explicitud muy grande. Se ve sangre, pero no el acto en si, para evitar que sea considerada directamente una película gore. Dejando los detalles a nuestra imaginación.

Muy recomendable si te gusta colgar Papá Noeles de cornisas o emborracharte con los colegas en casas ajenas.

La frase: Esto es Noruega, no somos americanos, no nos vamos disparando unos a otros en la cara y las rodillas. / ¿Y si es un niño disfrazado que se ha escapado para ir a un concierto de death metal?

La escena: La fiestaka de los gnomos.

Vista con PASE DE PRENSA en el Festival Internacional de Sitges 2023

Nota del autor:

7,0 ███████ (Buena)


TRÁILER V.O.:

 

Written by Oscar Hidalgo

Cinéfago demente