Un simple accident (Jafar Panahi, 2025) – 105 min. –

Películas que ganan premios porque son buenas… y otras que ganan porque simbolizan algo. It Was Just an Accident, de Jafar Panahi, pertenece sin duda a la segunda categoría. La nueva Palma de Oro en Cannes es un drama oscuro y, dentro de todo, sorprendentemente divertido, que mezcla trauma político, humor negro y dilemas morales con una soltura que a veces fascina y otras irrita.

La historia parte de algo tan trivial como un atropello. Un hombre, Eghbal, choca contra un perro y acaba en un taller donde un antiguo prisionero político cree reconocer, en su voz y en el chirrido de su prótesis, al torturador que lo atormentó en prisión. Lo secuestra, lo encierra y, a partir de ahí, se desata una espiral de sospechas, recuerdos y venganzas contenidas. La película se convierte en una especie de tragicomedia sobre la culpa, la justicia y la imposibilidad de la certeza: nadie sabe si el hombre capturado es realmente culpable, pero todos necesitan que lo sea.

 

Panahi filma todo esto con una ironía seca y un ritmo irregular, como si quisiera que el espectador se sintiera tan incómodo como sus personajes. Hay secuencias brillantes, esas discusiones absurdas entre víctimas que se pelean por decidir quién sufrió más, y otras que rozan la teatralidad más torpe. Las actuaciones, por momentos intensas y por otros simplemente sobreactuadas, oscilan entre lo admirable y lo irritante. Y aunque la puesta en escena es correcta, carece de esa chispa visual o emocional que uno espera de una Palma de Oro.

Lo que mantiene viva la película es su tono: esa mezcla de dolor, sarcasmo y absurdo moral que convierte la tragedia en algo casi cómico. Panahi demuestra, una vez más, que sabe reírse del horror sin banalizarlo. El problema es que, por momentos, parece demasiado consciente de su propio peso simbólico: como si el hecho de ser una película iraní sobre la memoria y la represión bastara para justificar todos sus excesos.

Y entonces llega el final. Un cierre demoledor, inesperado, casi perfecto. Panahi se guarda lo mejor para los últimos minutos y entrega una conclusión tan potente que redime buena parte de los titubeos anteriores. Es, sin exagerar, el mejor final que ha tenido una película este año: seco, brillante, tan cruel como hermoso. Un recordatorio de que, incluso cuando tropieza, Panahi sigue sabiendo dónde colocar el golpe.

It Was Just an Accident es, en definitiva, una obra decente, entretenida y bien escrita, con una mirada lúcida sobre la violencia y la culpa, pero también con altibajos evidentes. Divierte y duele, a ratos conmueve y a ratos cansa. No es una mala ganadora, pero sí una ganadora discutible. Había opciones más potentes, más redondas, más inspiradas. Que esta película se lleve la Palma de Oro puede parecer una indecencia… pero también, en cierto modo, un reflejo perfecto de los tiempos: los premios no siempre coronan lo mejor, sino lo más significativo.

Vista con PASE DE PRENSA en el Festival Internacional de San Sebastián 2025

Nota del autor:

7,0  ██████ (Buena)

TRÁILER:

 

Written by Ignasi Serra

Actor de doblaje