Exit 8 (Genki Kawamura, 2025) – 95 min. –

Película basada en un muy sencillo juego indie. Contando con un presupuesto muy mínimo, un escenario y tres actores. Resuelve todo esto con un gran trabajo de actuación, aun mejor de escenografía y una historia solida y corta que te mantiene tenso en todo momento.

Con reminiscencias a la película Cube, por la estructura reutilizada una y otra vez junto con el segmento final. Unos toques ligeros a River (que vimos el año pasado con sus bucles temporales y espaciales). Y un añadido que me llevaba a un manga que conozco sobre una estación de metro que crece infinitamente (si no me equivoco Shinjuku station) un número único que os recomiendo mucho.
La estructura de la misma forma que el bucle espacial de la red de metro no parará de repetirse, siempre tomará unos pasos atrás para reconectar con el siguiente segmento y continuar la expansión. Cada segmento dedicado a uno de nuestros protagonistas (El hombre perdido, El hombre que camina y El niño, en ese orden de importancia).

Una premisa sencilla, con unas normas aun más sencillas. Ahí radica su genialidad. Precisamente cada bucle aporta algo de información, pero ninguna pista. Con lo que nuestro cerebro voraz buscará información de la manera que sea, creando múltiples hipótesis. Y al ver que no sirve ninguna. Se centrara en el único input que se nos ofrece, los protagonistas y su sufrimiento. Haciendo que empaticemos con ellos. Incluso que intentemos animarles, o llevarnos las manos a la cabeza cuando cometen un error por justificable que sea.

Podría decir que ante nosotros tenemos un soberbio director (Genki Kawamura, que entre otras cosas produjo Your Name y el tiempo conmigo), pero creo que aquí han despuntado el guionista Kentaro Hirase, pudiendo adaptar de forma tan eficiente el videojuego.Como a partir de tan poco poder ofrecer tanto. Ya que las premisas son sencillas, las consecuencias aún más. Pero aún así te mantendrá atrapado todo el rato. Llevándonos a la verdadera reflexión de la película. La falta de atención de nuestros tiempos. No prestamos ni un milisegundo a lo que tenemos delante. Llevados por el estrés y las mil cosas que hacer en la cabeza, nuestro cerebro no es que no pueda, no tiene la posibilidad de enfocarse en nada de forma eficiente. Haciendo que pasemos distraídos por la vida. Siendo este el eje de nuestra trama.

Si pasamos despistados por la vida, esta seguirá pasando, como un tren al que vemos partir pero no nos hemos atrevido a coger. Porque en la película se ejemplifica esto a la perfección. Nunca hay presión de ningún tipo, salvo la que nosotros nos ponemos. Nuestra impaciencia y nervios, son los que nos llevan una y otra vez en la vida a tomar malas decisiones. Y en este caso, a repetir el bucle una y otra vez. Me parece magistral como en la película esto se refleja con el esquema laboral y de edades. Siendo el niño el único que presta siempre atención a las cosas, encontrando las claves necesarias. Pero el adulto es el que tomará las decisiones (algunas veces equivocadas, eso si, pero intentando ser protector y benévolo).
No solo nos habla el metraje de prestar atención, sino de escuchar (que no deja de ser prestar atención también). O repetiremos el bucle una y otra vez. La historia, gracias a su sencillez, es increíblemente coherente. Solo con un momento en que sus premisas tiemblan. El momento tsunami, en su esencia, niega la posibilidad de decisión de la persona en el bucle. Incluso al final permitiéndose flirtear con el terror debido al cartel. Puto director, que realmente consiguió ponerme el corazón en un puño con una simple flecha. En el cine llego a hacerse el silencio más tétrico y ominoso ahí.

La banda sonora brilla por su ausencia, dando única importancia a la escenografía y los actores. Un escenario que dentro de su increíble sencillez aporta muchísimo, por ejemplo solo cambiando las luces o una simple puerta. Siguiendo la norma del “menos es más”. Con unos actores dando unas actuaciones muy solidas. Con Kazunari Ninomiya (Gantz, Cartas desde Iwo Jima o el mismo koro sensei de Assassination classroom) y Yamato Kochi (Vivant) incluso el mismo niño no causándome el rechazo habitual por su actuación.
La frase: Date la vuelta si ves una anomalía. Sigue adelante si no ves una anomalía. Sal por la salida 8.

La escena: El momento en que por primera vez el hombre que camina sonríe. Simplemente maravilloso.


Vista con PASE DE PRENSA en el Festival Internacional de Sitges 2025

Nota del autor:

9,0 ███████ (Excelente)

 

TRÁILER V.O.:

Written by Oscar Hidalgo

Cinéfago demente