Dracula: A Love Tale (Luc Besson, 2025) – 129 min. –
Reinterpretación de la famosa novela de Drácula de Bram Stoker que dio inicio al mito del vampiro moderno. Contando para ello con Christoph Waltz como Van Helsing (bueno en realidad es un sacerdote, pero ocupa el nicho ecológico que correspondería al famoso cazador de vampiros).

Adaptando no de forma fiel el relato original realizando múltiples cambios, tanto en el tono, como localización como en algunos personajes. A saber, para los más fanáticos. Transcurre en Paris en lugar de Londres. La importancia de los tres amigos (los pretendientes de Lucy) es casi testimonial (siendo además solo 2). El nivel de poder del conde es completamente diferente, siendo mucho más físico y valiéndose de un elixir para todo lo que fuera el control mental. Se prescinde del personaje de Reinfield. En lugar de sus siervos gitanos, le da más preponderancia a la presencia de gárgolas…

A nivel de narrativa expande con mucho el tema de la búsqueda del amor de su vida (añadiendo la suposición acerca de que se reencarnará por ser una criatura pura), cambiando todo el final (con una mega batalla contra militares que permite desplegar toda la destreza física del conde).

Por otro lado, el tono cambia, eliminando el componente sensual erótico de la interpretación de Coppola en favor de uno más romántico fatalista. Hay un nivel de cambios tan grande que casi me parece que sea una nueva interpretación hecha por Jess Franco.

A nivel de mito, los poderes vampíricos están cambiados, no pudiendo influenciar la mente directamente (si que lo hacen, pero a través de un elixir creado por el mismo Drácula con ese fin), no puede cambiarse a formas animales ni poseer, pero en cambio tiene sirvientes gárgolas. Y lo más importante, pueden ir bajo la luz del sol (si no les da directamente). Creo que a nivel poder, aquí salen ganando.Esto en si no es un motivo ni necesario ni suficiente para no ver la película, ya que en si misma ha habido tantas adaptaciones diferentes del mito que solo me falta que el conde Drácula se vuelva vegano.

El problema son las actuaciones. Que dan todas (incluida la del señor Waltz) mucha risilla. Que no lo hacen mal, pero bien ni de lejos. Nuestro protagonista Caleb Landry Jones, con un acento forzadísimo y unos ademanes que os puedo asegurar que me recordaba al conde Draco de Barrio Sésamo. Una protagonista femenina, y su inseparable amiga Lucy, que me hacen pensar que una actriz porno sería igual de creíble… Todo para olvidar.

Hubo un momento en que no me creía los sinsentidos que veía en pantalla. Por no contar la batalla inicial contra los turcos, que me hace pensar que en roles en vivo he visto cosas más creíbles. Todo hasta que vi las gárgolas.Si, gárgolas animadas, pequeñas y monas. Monas pero letales. En ese momento lo vi claro. Involuntariamente Luc Besson nos había traído una película infantil. Quiero pensar eso. Entonces todo cuadra. Las actuaciones sobreactuadas, el tono paródico involuntario… Porque con que no sea una parodia, esta película se hundía por todos lados.

En esta película hay esfuerzo, y mucho dinero (solo hay que ver los actores), pero parece como si no hubiera nadie al volante. Solo hay que ver los saltos temporales para mostrar la eficiencia del perfume del conde. Solo hay que ver el momento final con los niños, anteriormente gárgolas pintadas de gris.

Me quedo al menos con el hecho de que el señor Besson no ha perdido su sentido estético (ya lo vimos en Valerian) demostrándonos escenas de buen gusto tanto en escenografía como en vestuario a lo largo de toda la película. Especialmente me gustan las vestimentas de Lucy y el mismo conde Drácula. Ofreciéndonos escenas molonas muy potentes. Como el final de la guerra contra el turco, o el momento de enfrentamiento entre Vlad y la cruz tras la muerte de Elisabetta.
Película recomendable si te gusta ver a warboys de Mad Max como gárgolas. Abatir el castillo de Drácula a cañonazos o ver cómo un perfume puede cambiar la historia.

Como apunte adicional. Después de haber investigado un poco en la red. Precisamente nuestro conde no es el conde famoso (Vlad el empalador) ya que se identifica como Vlad II, que sería de hecho el padre de Vlad III (que sería conocido como el empalador). Me siento estafado en diferido.

La frase: No te mueras debajo de mi ventana. ¿Significa eso que quieres que muera lejos?

La escena: La batalla final. A cañonazos contra Drácula. Si a la Hammer se le hubiera ocurrido esto habría sido oro puro.


Vista con PASE DE PRENSA en el Festival Internacional de Sitges 2025

Nota del autor:

5,0 ████ (Mejorable)

 

TRÁILER:

Written by Oscar Hidalgo

Cinéfago demente