How to Train Your Dragon (Dean DeBlois, 2025) – 125 min
En los últimos años, Hollywood ha abrazado con entusiasmo el formato del remake en imagen real. Disney abrió el camino, y otros estudios no han tardado en seguirle la estela. Lo hemos visto con resultados desiguales: desde adaptaciones anodinas (El Rey León) hasta revisiones interesantes como Peter Pan & Wendy. Ahora es el turno de DreamWorks, que debuta en esta liga con una apuesta segura y arriesgada al mismo tiempo: rehacer
Cómo entrenar a tu dragón, uno de sus títulos más queridos, respetados y completos. La buena noticia es que la jugada les ha salido bien. Muy bien, de hecho. Porque esta nueva versión no sólo no traiciona el espíritu del original, sino que lo honra con una fidelidad casi religiosa… y, sorprendentemente, eso se siente como una virtud y no como una renuncia.
Dirigida por Dean DeBlois —responsable también de la trilogía animada—, esta adaptación live action de Cómo entrenar a tu dragón es, en esencia, un calco estructural y narrativo de la película de 2010. El viaje de Hipo, el joven vikingo que desafía las normas de su tribu al entablar amistad con un Furia Nocturna, se presenta aquí sin apenas desviaciones respecto al libreto original. Lo que cambia, por supuesto, es la piel: actores de carne y hueso, escenarios naturales y unos efectos visuales de altísimo nivel que recrean con minuciosidad el mundo de Berk y sus dragones. Y aunque el riesgo de caer en lo redundante planea sobre toda la película, DeBlois logra que la historia vuelva a emocionar, a fascinar y, sobre todo, a volar.
La clave está en la ejecución. Porque esta nueva Cómo entrenar a tu dragón no busca reformular nada, sino revivirlo todo con una intensidad renovada. La dirección de DeBlois es elegante, precisa, profundamente respetuosa. No hay grandes sorpresas, pero sí una enorme atención al detalle, una sensibilidad especial para el ritmo y una voluntad clara de no convertir la película en un espectáculo vacío. Aquí no hay cinismo ni nostalgia barata: hay amor por los personajes, por el relato, por la épica emocional que hizo de la original una obra tan especial.
En el centro de todo encontramos a Mason Thames, que se mete en la piel de Hipo con una naturalidad desarmante. Su interpretación es uno de los grandes aciertos de la película: lejos de imitar al personaje animado, Thames construye un Hipo más humano, más torpe y vulnerable, pero también más tangible. Le acompaña un reparto joven y eficaz, aunque es él quien lleva el peso emocional de la historia con una madurez inesperada. Y por supuesto, está Desdentao: el dragón más carismático del cine reciente, recreado aquí con un realismo visual que quita el aliento. Cada mirada, cada gesto, cada vuelo compartido con Hipo está cuidado al milímetro, y la química entre ambos personajes sigue siendo la verdadera alma de la película.
El apartado técnico es, sin exagerar, de primerísimo nivel. La fotografía saca partido de los paisajes naturales con un ojo épico, casi mitológico. Las escenas de vuelo son emocionantes, ágiles, perfectamente coreografiadas. Y la banda sonora, nuevamente firmada por John Powell, mantiene intacta su capacidad de elevar las imágenes y clavar el nudo en la garganta en los momentos clave. Hay secuencias —el primer vuelo, la escena del entrenamiento, el clímax final— que conservan la misma potencia que hace quince años. Quizás incluso más, por el peso añadido de verlas en carne viva.¿Era necesaria esta película? Esa es la pregunta que muchos se harán. Y es comprensible. La original no pedía una revisión, ni mucho menos una copia. Pero en un panorama saturado de remakes innecesarios, esta Cómo entrenar a tu dragón destaca precisamente por no traicionar su fuente. No intenta ser otra cosa. No busca justificar su existencia a través del giro o la reinvención. Lo que ofrece es un acceso renovado a una historia inolvidable, contada con los mismos ingredientes pero desde otra textura. Y eso, cuando se hace bien, también tiene valor.
En definitiva, estamos ante una película que no innova, pero sí emociona. Que no sorprende, pero sí deslumbra. Que no aspira a sustituir a la original, sino a acompañarla. Y lo hace con una dignidad enorme, con un respeto casi artesanal y con una efectividad narrativa que sigue siendo intachable. Puede que no vuele tan alto como la primera vez… pero el cielo sigue estando al alcance.
Distribuida en España por UNIVERSAL PICTURES
Nota del autor:
7,5 ██████ (Buena)
Película en CARTELERA desde el 12 de junio de 2025
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