
La saga de los Drácula (León Klimovsky, 1973) – 85 min. –
Una joven pareja se dirigirá a un castillo en Transilvania para visitar a sus familiares. Para descubrir que su familia tiene unas extrañas características. Hemos visto la versión restaurada en el festival de Sitges de la película.
Sencilla, pero interesante propuesta de vampiros, del año 1973. Dirigida por León Klimovsky (que también dirige El extraño amor de los vampiros, vista en este festival 2024)
La nieta del conde Drácula, totalmente desconocedora de la historia familiar, siendo ella misma una humana normal, se dirige al castillo familiar para pasar unos días con su marido visitando a la familia.
Mala idea, malísima idea.
Historia de terror con bastante destape, tengamos en cuenta la época y el tema de la liberación sexual.
En esta película se tratara la necesidad más básica de la nobleza y los linajes. La descendencia. Desde una perspectiva bastante patética del mito del vampiro. Siendo ligeramente poderosos, pero pidiendo la colaboración, no imponiéndola. Siendo victimas de una enfermedad genética (supongo que refiere a la porfiria) y a los defectos causados por tantos años de endogamia nobiliaria (Valerio, mi personaje favorito de la película. Un joven descendiente que es el fondo del fondo de la cuba genética de la familia. Y con un maquillaje que le va a la par. ¡Valerio vive! ¡La lucha sigue!).
No disponiendo de ninguna capacidad especial, salvo su aura seductora (que con el aspecto que tienen, tampoco hace tanta falta) e inmortalidad. Pero con todos los defectos (luz, cruces, descansar en ataúdes). Nuestro conde ante la necesidad, intentará adueñarse del descendiente de nuestra protagonista Berta (interpretada por Tina Sainz) para preservar la familia. La cual irá descendiendo más y más en una espiral de locura ante los sucesos y revelaciones que se irán sucediendo. Para entrar en un estado completo de locura (ora shock, ora psicopatía chunga) para el final de la película tras tanto descubrimiento y la luz de gas a la que esta siendo sometida.
Con unos familiares casi jugando al pilla pilla para que no se descubra que nunca están de día, que toman sangre y que duermen en ataúdes.
Una Tina Sainz soberbia, me encanta por su aura inocente y angelical. Como va alternando su comportamiento a medida que avanza la película. Y escoltada por nuestro conde, un Narciso Ibáñez Menta en estado de gracia con una gran presencia escénica y que casi te hace pensar en su bondad natural y real necesidad. En lugar de pensar en que es un monstruo asesino chupasangre.Como tal, la historia es un relato de suspense que irá evolucionando hacia el terror a medida que avanza la historia, en cabida en un pueblo que sospecha qué está pasando, pero temerosos de lo que ocurre nunca llegaran a hacer nada para solucionar el problema. Contentándose en sobrevivir un día más mecidos por el servilismo hacia los poderosos.
Incluso la historia podría ubicarse dentro del body horror, pues una parte importante del relato es la evolución del acontecer a nuestra protagonista y su embarazo, que la transforma en una muerte en vida casi, completamente ajena a la realidad que no sea el padecimiento.
Es algo siempre entrañable en estas películas el observar como unas veces es la incompetencia, pero normalmente es la no acción la que hace que todos estos problemas crezcan de forma desmesurada. En lugar de tomar la responsabilidad individual o colectiva. Siempre se buscará escurrir el bulto. O simplemente en no creer que el problema sea tal y negarlo incluso en la misma cara del mismo. Léase nuestro personaje médico, que en algunos casos casi parece un alivio cómico.
Interesante película si te gustan los embarazos bien jodidos, los niños con toneladas de maquillaje por encima y un solo ojo o liarte con la abuela de tu esposa.
La frase: El bebé vive, esta royendo sus entrañas para vivir.
La escena: La seducción del religioso en el bosque.
Vista con PASE DE PRENSA en el Festival Internacional de Sitges 2024
Nota del autor:
6,0 ██████ (Correcta)
TRAILER V.O.: