Honeydew (Devereux Milburn, 2020) – 106 min. –

Imagina ser un apacible y entrañable paleto americano del cinturon cristiano. Mentando la biblia a cada instante. Que ve como los modernos de ciudad no paran de mencionarle esos terminos extraños de sostenibilidad y ecologia, cosas de ricos. Al que un día un parásito del trigo arruinará la cosecha y el ganado (parásito que no paran de mencionar durante la película, como si fuera una buena justificación de la misma, cuando solo sirve para aburrir a las ovejas).

¿Como juntarías todos estos conceptos y la necesidad de seguir consumiendo productos nutritivos de proximidad?

¡Volviéndote un canibal! Y justificandolo todo como una manera de acercar la gente a Dios. Cómete a la gente poco a poco para que el festin nunca acabe.

Con esta premisa podríamos tener una interesante versión de La matanza Texas (1974), en la que una pareja de fanáticos religiosos peligrosos (una vegana y un payaso que ha dejado la carne) van a molestar a unos apacibles ancianitos.

Y la masacre estaría servida. Pero no.

Tenemos delante una película lenta, aburrida. Donde no pasa nada. Desde el minuto uno no se oculta como va evolucionar la cosa a poco que tengamos abiertos los ojos (aunque yo os recomendaría cerrarlos y dormir).

Su ritmo no atrae, a sus personajes solo les deseas lo peor. Y para colmo no hay sangre.

Lo dicho, todas y cada una de las escenas donde podría haber un regalo al público en forma de escabechina son tranquilamente insinuadas y ocultadas. Con lo que tenemos una penitencia sin recompensa. Forzando además situaciones la mar de increibles (como la ridícula escena final que no tiene explicación coherente).

La escena: El momento en que la chica se come el pastel. Tanto proselitismo para nada.

La frase: Queremos tener un nieto, no perdemos la esperanza.

Vista con PASE DE PRENSA en el Festival Internacional de Sitges 2020

Nota del autor:

3,0 ██ (Mala)

TRÁILER: NO DISPONIBLE 🙁

 

Written by Oscar Hidalgo

Cinéfago demente