Red Dwarf (creador Grant Naylor, Rob Grant y Doug Naylor, 1988 )
– 30 min. / episodio
– 11 temporadas – 67 episodios –
Es una serie británica de humor que nos cuenta las aventuras de Lister (Graig Charles), un holgazán que curraba en la nave Enano Rojo (Red Dwarf) y es condenado a estar en hipersueño durante unos meses como castigo por tener una mascota en la nave. Por una serie de circunstancias no vuelve a ser despertado hasta tres millones de años más tarde.
red dwarf_001Al despertar encuentra que toda la humanidad ha dejado de existir y su única compañía son el ordenador de a bordo, su antiguo y no muy agradable superior Rimmer (Chris Barrie) convertido en un holograma y la evolución tras tres millones de años de su gato que es una especie de humano, más o menos . Más tarde se encuentran a Kryten (Robert Llewellyn), un solitario droide doméstico que se une a tripulación.
red dwarf_002
La serie es una sucesión de locas aventuras en la que cualquier cosa puede pasar, por absurda que sea y que nos parezca que tiene sentido. Es divertida ingeniosa y sobretodo a partir de la tercera temporada una locura genial. Ha mantenido la calidad y originalidad durante 11 temporadas que han abarcado desde el año 1989 hasta la más reciente que se ha estrenado en noviembre del pasado año 2016 sin perder la esencia.
red dwarf_003Una serie sublime, imprescindible para todo los amantes de la ciencia ficción y el humor. Los fans de Futurama encontrarán que ha sido una de sus claras referencias y la disfrutarán mucho.
 

Serie estrenada en Reino Unido en el 15 de febrero de 1988
red dwarf_004

COMENTARIOS DEL EQUIPO LGE

Diego Karasu

Si te gusta la ciencia ficción y piensas que puede ser absurda y divertida: Red Dwarf es tu serie. Olvídate de las leyes físicas que rigen el cosmos, de la ley evolutiva de Darwin, olvídate de la lógica, de los increíbles efectos visuales, de Star Trek, de los viajes a velocidad de la luz y de los «malos rollos». Ya han pasado 3.000.000 de años y lo mismo ni la humanidad existe, solo una nave espacial minera de aspecto vetusto con incrustaciones de roca que va a la deriva en el espacio profundo, con una tripulación totalmente inepta: dos encargados de mantenimiento de las máquinas de sopa (uno para más inri holograma), un gato evolucionado a hombre metrosexual, un androide medio sumiso medio sarcástico y la computadora de abordo (Holly, en un principio interpretada por el genial Norman Lovett y luego por Hattie Hayridge) que después de tantos siglos de soledad se ha vuelto totalmente pasota . Red Dwarf  -siendo una comedia de situación- podría acuñar el término de «cutre-ciencia-ficción»: teclados de IBM pegados por las paredes, robots de la nave surgido de algún ejercicio de manualidades, agujeros negros que se pueden atravesar cual estaciones de metro y un equipamiento que ríete tú de los Monty Python. Y en ese cutrerio está su encanto, en las situaciones que ocurren en el «universo del Enano Rojo»: plagado de planetas similares, agujeros de gusano, realidades paralelas, espacio-tiempo de goma de mascar, experiencias traumáticas o situaciones humillantes. Con guiños descarados y gamberros a obras de culto de la Ciencia Ficción (en mayúsculas). El duelo intelectual de vago Lister con el pedante Rimmer es impagable, y las pullitas que se hacen el resto de la tripulación justifican con creces las risas enlatadas que aparecen. Mención especial para el visitante de un universo paralelo: Ace Rimmer, el antagonista del envidioso y victimista Rimmer, y héroe nato que todo el mundo lo admira y que todos quieren acostarse con él. Por estas cosas y muchas más Red Dwarf se ha convertido en una serie de culto, siendo una gran influencia para la serie Fururama. ¿Cuál es su talón de Aquiles? Su discontinuidad, su falta de coherencia, es decir, nos podemos encontrar como de una temporada a otra desaparecen personajes emblemáticos (como Rimmer o Holly) de forma absurda o sin explicación, en otras ocasiones los mismos personajes «pierden peso» en los episodios o cambia su «carácter» (aún no entiendo por qué Gato dejó su momento funk), incorporaciones con calzador como la pija Kristine Kochanski  -nada que ver con la que aparecía en las primeras temporadas-… o la misma desaparición de la nave que pone nombre a la serie. Esta irregularidad genera un cierto disgusto al seguidor de la serie y una atmósfera llena de desconciertos.  Aún así las primeras seis temporadas el humor no decae y la hacen brillar.  En definitiva, se puede resumir todo en una de sus citas memorables: «¡Preparadme un arenque!. Volveré para desayunar” (Ace Rimmer).

 

Written by Iris Martínez

Directora Adjunta