Together (Michael Shanks, 2025) – 102 min

Michael Shanks debuta en el largometraje con una de esas películas que se te quedan pegadas a la piel, literalmente y metafóricamente. Together es un experimento entre el terror corporal y la comedia romántica que se atreve a ponerle cuerpo al concepto de dependencia emocional. No hay sutileza: si dos personas no saben separarse, Shanks las fusiona.
Tim y Millie, interpretados por Dave Franco y Alison Brie, deciden aislarse unos días en el campo para salvar su relación. Lo que empieza con paseos bucólicos y reproches amables deriva pronto en algo más… orgánico. Una fuerza misteriosa comienza a unirlos físicamente. Lo que al principio parece una metáfora torpe sobre la fusión amorosa se convierte, con el paso de los minutos, en un retrato bastante certero de lo que implica amar cuando ya no sabes quién eres tú y quién es el otro.
La película funciona porque no se toma demasiado en serio su propia rareza. Shanks, que viene del mundo del cortometraje y la comedia absurda, dirige con un ritmo juguetón, casi caricaturesco, pero no por eso superficial. Sabe cuándo el humor puede aliviar y cuándo tiene que doler. Y Dave Franco y Alison Brie (pareja también fuera de la pantalla) entienden perfectamente el equilibrio: ella aporta la vulnerabilidad que sostiene la historia; él, esa mezcla entre ternura y estupidez que lo vuelve peligroso sin quererlo.
Lo más interesante de Together es cómo transforma un concepto grotesco en algo incómodamente íntimo. La unión física de los personajes no busca el susto fácil ni el asco gratuito: es una metáfora materializada con un punto de mala leche. Cuando se pegan, lo hacen porque no saben hablar. Cuando se despegan, lo hacen sangrando. Shanks convierte esa literalidad en un mecanismo emocional muy potente: la carne como campo de batalla de la comunicación.
A nivel formal, la película sorprende por su eficacia. Rodada con pocos recursos, la fotografía aprovecha la textura húmeda del bosque y los tonos apagados del interior para construir una atmósfera que oscila entre lo romántico y lo putrefacto. El sonido, por su parte, juega un papel esencial: cada roce, cada crujido, cada respiración amplificada refuerza esa sensación de que el cuerpo ya no es refugio, sino prisión compartida.
Y, sin embargo, Together también tiene un corazón cómico. Hay secuencias que rozan la farsa, pequeños diálogos que desmontan cualquier intento de solemnidad. Esa ligereza es, en el fondo, lo que evita que la película se convierta en un ejercicio de tortura emocional. Shanks sabe reírse de la tragedia sin restarle peso. No es humor negro, sino ironía afectuosa: reír para no gritar.
Por momentos, uno podría pensar que la película se queda corta en sus ambiciones filosóficas. No explora del todo el monstruo que insinúa. Pero quizá ese sea su mayor acierto: no explicarlo todo, no justificar lo inexplicable. La fuerza de Together está en su desproporción, en ese exceso visual que deja espacio para la interpretación. Hay algo profundamente honesto en esa indecisión, como si Shanks quisiera recordarnos que las relaciones, al final, también son un género híbrido imposible de clasificar.
Together no busca moralejas, ni redenciones, ni grandes conclusiones. Es una película sobre dos personas que no saben soltar y que acaban pagando el precio físico de esa obstinación. Y en ese sentido, duele y divierte a partes iguales. Sale uno del cine rascándose el brazo, con la sensación de que algo se le ha quedado pegado. Tal vez sea solo la película. O tal vez sea el recuerdo de alguna relación que todavía no se ha despegado del todo.
Vista en pase de prensa el 1 de septiembre en los cines Renoir Floridablanca (Barcelona)
Distribuida en España por DIAMOND FILMS
Nota del autor:
7,0 ██████ (Buena)
Película en CARTELERA desde el 31 de octubre de 2025
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