Jiu Lóng Chéng Zhài·Wéi Chéng (Soi Cheang, 2024) – 125 min. –
Años después del enfrentamiento de la primera guerra en Kowloon, la ciudad amurallada dentro de Hong Kong, la sociedad ha prosperado y se respiran aires de cambio. Hong Kong se plantea el demoler el barrio y recién llegados a la ciudad amurallada provocaran un violento cambio de poder.
Tomando una situación real, la existencia de la zona mafiosa de Kowloon, tenemos una película de artes marciales de factura hongkonesa. Con tortas que te hacen recordar a la infancia. Muy buenas coreografías y un esfuerzo por, a pesar de lo espectacular, no entrar en lo muy fantástico. Hay cables, hay flipadas. Pero muy aceptable y alejado de lo que sería un Tigre y dragón.
En el ambiente de la película podemos decir que sería una fusión entre el de la película Kung Fusión, por la ubicación y mostrar un barrio en un bloque de edificios y la película The Raid, por lo increíblemente chungo y sórdido del barrio y los combates. Eficientes y brutales. Y como guinda para el pastel, los mosqueteros. Así, en frío.
Siendo la película ubicada en una especie de ciudad dentro de la ciudad de Hong Kong, una especie de ghetto para inmigrantes que vivió hasta el 93, con el que se ha hecho un gran esfuerzo de producción para hacer que sea creíble. Y puedo asegurar que se hace creíble, realmente en cada plano respiras la ciudad, la humedad y suciedad de la misma. Casi pareciendo un escenario cyberpunk o la misma encarnación de una ciudad colmena de Warhammer 40k.La película nos narrará el enfrentamiento que hubo por el control en el pasado de esta su ciudad. La muerte y caos que se desató. Que ha trascendido hasta la época actual, donde todo ahora se encuentra en paz, con sus violentos coletazos. Ciertas heridas nunca han quedado cerradas y la sangre es muy espesa.
Las tranquilas aguas de la ciudad, protegida por un tirano benevolente apodado ciclón se removerán ante un recién llegado, que solo pretende vivir tranquilo sin hacerle daño a nadie (¿Que se ha creído?).
A partir de aquí flipadas, violencia, panes como hostias, honor y lealtad mal entendida e incluso porno japones que sirve para aprender idiomas.
Nos encontramos con una producción con mayúsculas de cine de Hong Kong (que estaba casi extinto, en comparación con su época dorada de los 90). Que no solo ha invertido en la producción, sino también en grandes actores para la película. Todos grandes miembros del cine de artes marciales.Incluso permitiéndose el lujo de involucrar a Sammo Hung, que aunque tiene un papel primariamente interpretativo debido a su edad no puede evitar soltar algún mamporro en algún momento. Solo por su carisma, veo cualquier obra en la que este involucrado.
Una gran película del director de Limbo (Sois Cheang). No podíamos fallar. Su sentido estético se aprecia en cada minuto del metraje.
A nivel marcial la película es muy buena. No diré excelente, porque soy un purista que aprecia los planos más en la distancia y claros, para poder apreciar las técnicas. En esta película algunas escenas son demasiado en plano corto. Se toma cuidado en las coreografías para identificar cada personaje con un estilo o manera de combatir diferentes. Se entrevé Choi li fut, Hung gar, algo de Muay Thai, Kick Boxing y técnicas marciales (místicas flipadas) de Qi gong. Cada personaje mostrando personalidad a través de como exterioriza la violencia.
Incluso llegando a jugar con lo místico. Tras cada puñetazo de ciclón, se ve una ligera aura de viento. O la técnica flipada de camisa de hierro que usa King. Tantos años practicando Qi gong y creo que me salté la clase de poder parar puñales con el pecho… Vergüenza para mi. Se acepta, se disfruta y seguimos con ello.
Hemos mencionado los puntos fuertes, añadamos el ritmo de la película, que es muy bueno y te mantiene pegado al asiento (no es The Raid, no empecemos a orgasmar). Pero, es cierto que hay un punto de bajada tras la muerte del mejor actor de la película, el que encarna a Ciclon (Louis Koo, demasiadas películas buenas suyas como para mencionarlas, quedémonos con Drug War).
Es tanto su carisma, destilado como una suerte del Padrino de la ciudad de los condenados, que al desaparecer, se nota su ausencia como una losa.
Por suerte el ritmo se recupera de cara a la batalla final de venganza, donde se ve una escena de combate y técnica para acabar con un villano tan macabra y brutal que casi se acerca al combate contra perro loco en The Raid. De hecho, como buen lector de comics que soy, puedo decir que es extraído de una de las veces que Luke Cage y su piel impenetrable lo pasan muy mal. Delicioso.
Colateralmente podríamos hablar sobre la subtrama de lealtad entre mafiosos, lo horrible que es la influencia de la mafia sobre la sociedad y la inexistencia de la «buena mafia». Y de hecho, vamos a hacerlo. Vamos a ver, en Asia la mafia es una gran inversora en el cine, limpian su imagen y se hacen pasar por chicos guays. La mafia mata, arruina a la gente, hace a la sociedad miserable y aporta oscuridad a un mundo que no es especialmente luminoso. Quien piense que los mafiosos son gente guay seguramente piensa que los políticos son gente honesta.
Muy recomendable película de mafiosos de baja estofa, como película de ghettos o directamente como película de artes marciales.
La frase: Si ganamos, ganamos juntos. Si perdemos, perdemos juntos.
La escena: Cada escena de combate es poesía en movimiento. Especialmente aprecio el combate que el maestro Chau se desata en Kowloon para intentar matar al protagonista la primera vez. Emocionante, fluido, muy plástico y mostrando los diferentes estilos involucrados. Pero con diferencia, la mejor escena es la presentación de Ciclón, el maestro del cigarrillo en suspensión.
Vista con PASE DE PRENSA en el Festival Internacional de Sitges 2024
Nota del autor:
8,0 ███████ (Muy buena)
TRÁILER V.O.: