悪は存在しない (Aku wa Sonzai Shinai) (Ryusuke Hamaguchi, 2023) – 106 min
Evil Does not Exist (Título internacional)
La vida de Takumi transcurre plácidamente en la aldea de Mizubiki, situada a escasas horas de Tokio se encuentra aislada de la megalópolis por inmensos bosques y una filosofía basada en disfrutar de las cosas simples y de un respeto férreo de la naturaleza. Sus quehaceres diarios se reparten en: cortar leña, recoger agua fresca del río para abastecer al restaurante de sus amigos y recoger a su pequeña hija Hana (algo que a menudo olvida)… Takumi es un hombre sencillo que disfruta de los silencios en el bosque más que las palabras entre los humanos. Todo su mundo se tambaleará cuando una agencia de Tokio quiere montar un “glambing” (camping de lujo) en aquella aldea.
El mal no existe es el último film de Ryusuke Hamaguchi, realizador japonés que fue mundialmente conocido por su anterior trabajo Drive My Car (2021). Un film que en su origen el director quería hacer carente de diálogos y que, no alcanzando ese fin, queda muy marcado por su premisa ya que nos encontramos con un largometraje donde los silencios están presentes como un ciervo salvaje que nos observa.
Nos encontramos con una película lenta, de hecho los primeros 15 minutos son pura contemplación donde seguimos (en silencio y en tiempo real) las tareas que debe hacer Takumi. El espectador debe sentir que el disfrute de las cosas simples se encuentra en la pureza de las mismas, en su desarrollo y no en las elipsis. Es un hándicap al que deberá enfrentarse el espectador y que nos adentra a la belleza de unos paisajes donde el estrés es una leyenda urbana del habitante de la capital. Si puedes resistir a esa aparente banalidad rural podrás disfrutar de esta cinta en plenitud. Para paliarlo, el espectador podrá disfrutar de una excelente banda sonora compuesta por Eiko Ishibashi (el cual también participo en la creación de la historia en sí) y de una bellísima fotografía de Yoshio Kitagawa.Podemos dividir el film en tres partes: la primera es un simple ejercicio contemplativo del urbanita viendo y valorando la belleza de una forma de vida que nunca disfrutará, alejada de las redes sociales, de apps, de compras compulsivas y de la necesidad de tener éxito. Un paraíso tan codiciado que inevitablemente se convierte en el manjar que no sólo debe ser saboreado por el hombre civilizado sino precocinado y esquilmado.
Aquí entraría la segunda parte del film: una carta protesta de la especulación urbanística y convertir cualquier tesoro natural en un glambing. Donde podemos disfrutar de todo aquel paisaje bucólico sin importarnos que para llevar a cabo esta instalación envenenemos el río, molestemos a la fauna local y trastoquemos la vida de los aldeanos. Todo sea por atraer y masificar con turistas con tarjetas llenas de dinero y maletas llenas de estrés. Todo por transformar un entorno natural en un parque temático. Un enfrentamiento magistralmente mostrado cuando la empresa que ha comprado el terreno y que piensa hacer el camping de lujo sí o sí (ya que no quieren perder una subvención estatal) tiene una charla con los aldeanos en un principio para exponer lo que va a hacerse allí. Y después después de recibir más palos (moralistas) que una estela descubrir que es imposible “redimir al redentor” – no pude evitar pensar en la maravillosa El disputado voto del Señor Cayo (1986) – Imposible derrotar a aquellos aldeanos que quieren proteger su río y sus bosques a toda costa, no sólo por ellos sino por como afectaría a la gente que vive río abajo – esto si que es solidaridad y no lo que desarrollan las publicaciones de las RRSS – .Una alegoría perfecta de lo que el mundo civilizado exige al mundo rural. Una radiografía de los vacíos existenciales que se materializan en estos dos empleados (maravillosos Ayaja Shibutani y Ryuji Kosaka) de una agencia de talentos subcontratados para llevar acabo un proyecto que hace aguas por todos lados. Una visión cruda de una civilización que lo que busca es el pelotazo sin importar las consecuencias.
Pero, y aquí viene el último meandro de este film, si pensáis que de esto trata la película… estáis equivocados, aunque aparezca en todas las sinopsis que os encontraréis. No os dejéis engañar porque durante el tercer acto parece que el agua vuelve a su cauce, ocurre un acontecimiento que trastorna ese mundo bucólico y transforma ese idílico bosque en un lugar lynchiano. En un sueño extraño donde la crueldad no es un comportamiento humano sino una ley natural. Donde los instintos nublan las palabras. Donde la contemplación no es sinónimo de paz interior.Espero y deseo equivocarme cuando pienso en este film como carne de cañón para festivales, una delicia exquisita para los jurados, que desemboca en una catarsis gafapastera donde el espectador se verá desconcertado por los acontecimientos. En el que surgirán, como afluentes, decenas de interpretaciones para encontrar el desenlace de aquello que ha visto.
Un ejercicio que invita a su revisión o a detestarla, pero que no te dejará en la indiferencia. Un desenlace que en mi modesta opinión traiciona aquello hacia donde siempre nos ha llevado el curso de los acontecimientos. Terminando abruptamente sin llegar a juicios posteriores, con la inquietud que trae la noche cerrada en un bosque desconocido.No quisiera irme sin comentar esas largas tomas donde un plano nadir recorre parte del bosque en línea recta, donde sólo se ven las ramas de los árboles arañando el cielo. ¿Qué simbolizarán? ¿El cauce del arroyo? ¿la hija de Takumi cuando camina sola por el bosque? ¿la última mirada de un ciervo que ha sido cazado y es arrastrado hacia una furgoneta? Todo pertenece a un sueño de David Lynch o a una desesperación de Andréi Tarkovski.
Vista en pase de prensa online
Distribuida en España por CARAMEL FILMS
Nota del autor:
7,0 ███████ (Buena)
La película está en FILMIN desde el 30 de agosto de 2024
TRÁILER: