The Nightmare (2015): un vistazo a la parálisis del sueño

¿Alguna vez han experimentado parálisis del sueño? ¿Saben de qué se trata? Es un trastorno del sueño que se produce durante la transición entre el sueño y la vigilia. Quien lo sufre, está totalmente consciente pero no es capaz de realizar ningún tipo de movimiento voluntario a la vez que una sensación de angustia y miedo lo invade. Durante este estado, el sujeto también padece alucinaciones visuales y auditivas de carácter malévolo.

Rodney Ascher, documentalista responsable de la “conspiranoica” Room 237 (2012) en la que se abordaban distintas teorías e interpretaciones de El resplandor (1980), ha tomado este trastorno como el eje central de su última producción llamada The Nightmare (La pesadilla). En ella, ocho personas que lo han sufrido cuentan sus experiencias a la vez que Ascher las recrea como si fuesen mini-películas.

Lo atractivo del asunto es que, aun siendo un documental, esta obra puede causar más terror que algunas películas del género. Las escenas cinematográficas en las que se representan las anécdotas de cada uno de los entrevistados son, en general, terroríficas. No obstante algunas cuentan con efectos especiales pobres, la tensión que se genera dándole forma a los terrores nocturnos de estas personas pueden perturbar nuestra tranquilidad, sobre todo porque al tratarse de un fenómeno tan común surge un factor empático que nos dirige al pensamiento de “esto también me podría pasar a mí”.

Algo que se debe tener en cuenta es que The Nightmare no busca explorar a fondo el tema. El director se queda en lo anecdótico y no recurre a fuentes como médicos que expliquen desde su experiencia de qué va la parálisis del sueño. Por un lado, esto se podría tomar como un punto negativo al no presentar esta producción con el vigor investigativo necesario, y por el otro, el incluir esta clase de fuentes hubiera cambiado totalmente el tono de la película.

Claramente, Ascher no está interesado en indagar las causas y la cura de este padecimiento; lo que le importa es crear una película de terror desde el campo del documental. Busca darle un nuevo semblante al género, explorar otras posibilidades en las que se pueda mezclar la no ficción con el cine de género y al mismo tiempo, crear su propio sello direccional. No sólo esta producción muestra estas intenciones, sino que su corta filmografía lo hace por sí sola. Precisamente las mini-películas son prueba de la fascinación de este director por experimentar con dicho conjunto. Juguetea con la fotografía, con la música propia de cinta ochentera de horror y con el relato que entremezcla lo real con la lo ficcional, y uno de esos momentos donde se acentúa la fortaleza de las herramientas narrativas de Ascher es cuando decide romper la cuarta pared de ese mundillo de alucinaciones espeluznantes que él ha creado basado en las experiencias de sus ‘protagonistas’.

Quizás The Nightmare sea una de las películas de terror más curiosas del 2015. Posiblemente también sea una de las más divisorias, puesto que quienes hayan sufrido parálisis del sueño podrán sentir mucho más miedo a lo largo de esta que los que no. Al mismo tiempo, su falta de datos científicos alejará a los que quieran empaparse más a fondo del tema. Sin embargo, es un documental escalofriante que nos pone en los zapatos de quienes han padecido este trastorno haciendo que sintamos el terror de las pesadillas vivientes con las que ellos han tenido que lidiar.