Título original: Wish I Was Here (Zach Braff, 2014) – 106 min
Zach Braff, dirige, protagoniza y co-escribe (junto con su hermano Adam), esta pequeña película financiada a través del crowdfunding de sus fans. Conocido por protagonizar la exuberante serie Scrubs y luego aplaudido entre la escena independiente americana por Algo en común (2004), ahora se presenta con Ojalá estuvieras aquí, producto un tanto ligero que pasará de largo sin más.
Braff interpreta a Aidan Bloom, hombre juguetón y poco responsable, a quién la vida (o la de su padre) le invita a reflexionar sobre aquello que es lo más importante: el dinero. El dinero para pagar la escuela judía de sus dos en-can-ta-do-res hijos. Luego de la posterior y obligada charla con su mujer decide algo grande y responsable. Y responsable. Ocuparse de sus hijos. ¿Lo primero? Sacarlos del aburrido colegio y luego ¡a pasárselo en grande! Por otra parte, su hermano incapaz de despedirse de su padre en el lecho de muerte le dará el toque dramático al film. ¡Que no juzgo inadecuado! si no que participa de una estética seriéfila que gustará a muchos y hará chirriar a unos pocos.
La simpatía del protagonista juega un papel fundamental a la hora de sumergirse en el proyecto. La ecuación es fácil. Si Zach te cae bien, la película te gustará. Si Zach te cae mal, vas a dormirte a ritmo de Bon Iver, con sus atardeceres en el desierto y planos a cámara lenta típica de spot publicitario guapo guapo. Promete ser un sueño agradable. No lo niego.
“En el fondo el film no es sino una simpática anécdota, simplona y correcta, de ritmo tranquilo y pretensiones trascendentales. Braff ha hilvanado unas cuantas historietas excéntricas llenas de humor «judío» (…) enmarcadas en un par de ideas globales.” Pablo Kurt, quién dirige la exitosa web de referencia cinematográfica Filmaffinity, escribió estas líneas que la describen perfectamente. La paradoja del caso reside en que no iban dedicadas a esta película si no a Algo en común (2004) anterior película de Zach Braff, que también dirigió, protagonizó y escribió. Así pues, parece que encadene obras con el mismo molde y estructura. Y aquí no me meto.
Eso si, serieadictos del mundo, vais a gozar reconociendo caras de la pequeña pantalla. Empezando por Jim Parsons (Sheldon Cooper de The Big Bang Theory (2007 -), genio interpretativo hecho para un sólo papel brillante. Mandy Patinkin quien interpreta un hombre sereno y lúcido muy cerca del Saul de Homeland (2011 -), o Joey King, la hija de moda, de gruesos labios en Fargo (serie TV) y pelo corto en este film. Ashley Greene de la saga Crepúsculo, Kate Hudson y Josh Gad terminan con el reparto.
La trama se sustenta en la capacidad del espectador de no mirar de frente. Dicho de otra manera, no es ficción, es fantasía. Pero de la peor calaña. Fantasía americana. Esa que con un “por favor” sincero, puedes saltar los controles de cualquier aeropuerto para alcanzar a tu amor antes de que suba a “ese maldito avión”. Esa fantasía de musical. Esa de panaderías francesas y abuelos bailarines. Ese infierno de Truman donde el vecino te sonríe por las mañanas mientras termina de regar su jardincito y grita “¡buenos días!”. Esa donde un padre puede probar con su hijos “como ruge esa buga nuevo descapotable” por las carreteras con planos aéreos porque el vendedor de coches piensa “¡que carajo! ¡un día es un día! ¡vamos muchachos! ¡subid, aprisa!”… ese rollo, ¿si? Pues si uno entra en ese estado de embriaguez norteamericana guiñando el ojo y sin mirar atrás, pasará un muy buen rato. Porque, al fin y al cabo, no hay mucha diferencia entre esquivar y andar haciendo eses. Y si uno puede esquivar algunos gags desafortunados por aquí, cierta fijación judía por allá, y dichas licencias fantásticas, se encontrará con una historia sencilla que habla de la vida, la muerte, la relación con el otro, la familia, el trabajo, la salud, los hijos y un montón de elementos de lo más emotivos que consiguen dar con cierta diana. No nos engañemos.
En cierto momento del film, el protagonista en un alarde de madurez, decide llevarse a sus hijos al desierto donde, cuenta, que tuvo un momento de epifanía. Se preocupa para describirnos su significado y se lo agradecemos. Pero aquellos espectadores cazadores de epifanías cinematográficas o aquellos que busquen alguna forma de manifestación luminosa en el cine, sólo van a encontrar sombras y halos de luz muy reconocidos.
Distribuida en España por VÉRTIGO
Vista en PASE DE PRENSA en Cines Verdi Park 12 de Septiembre de 2014, Barcelona.
Nota del autor:
5,0 █████ (Pasable)
Película en CARTELERA a partir del 12 de Septiempre de 2014.
Deja una respuesta