Título original: Braveheart
País: Estados Unidos
Duración: 177 min.
Director: Mel Gibson
Guión: Randall Wallace
Música: James Horner

“[…] Una de las mejores películas de la década de los 90 y por extensión, una de las mejores del género de aventuras […] Desgarradora historia de tinte convencional pero magníficamente contada, repleta de emoción y sangrientas batallas perfectamente representadas […]”

Mel Gibson (“La pasión de Cristo”, 2004) es el encargado de producir, dirigir y protagonizar esta popular cinta que fue reconocida con hasta 5 Oscar, incluyendo merecidamente el de mejor película y director. Es sin duda una de las mejores películas de la década de los 90 y por extensión, una de las mejores del género de aventuras que se hayan podido hacer hasta el estreno de ésta (y después de su primera proyección, no se me viene a la cabeza ninguna otra estrenada posteriormente que haya podido superarla), tan sólo tres años después de la magistral “El último mohicano” (1992, Michael Mann). El guión es obra de Randall Wallace (“Pearl Harbor”, 2001), que comparte su apellido con el del personaje principal de esta película. Nos encontramos ante una desgarradora historia de tinte convencional pero magníficamente contada, repleta de emoción y sangrientas batallas perfectamente representadas.

La trama comienza allá por el año 1280, en plena dominación inglesa sobre Escocia, a la que oprimía con severos impuestos y, posteriormente, con desagradables leyes como el derecho de pernada, que establecía la potestad señorial de que los ingleses pudieran a costarse con la mujer recién casada de un siervo de su feudo. Y en mitad de una de las mayores injusticias históricas realizadas por parte de los británicos, se encuentra el joven William Wallace (James Robinson de joven, Mel Gibson en su edad adulta), que tras vivir en las propias carnes de su familia los males de los ingleses, pasa a ser tutelado por su tío Argyle (Brian Cox, «Deadwood» 2004), quien se lo lleva al extranjero y le da la suficiente formación para que muchos años más tarde, ya adulto, regrese a Escocia con la intención de vivir en paz.

Dentro de un abanico de excelentes papeles en el que destaca por la fuerza de sus acciones un Mel Gibson («Gallipoli» 1981) en estado de gracia, junto a una arrebatadora Sophie Marceau («Police«, 1985) en el papel de la princesa Isabelle, cabe destacar que todos realizan un trabajo coral que ayuda al espectador a meterse de lleno en esta fabulosa historia, tan bien acompañada por el excelente tema principal de la banda sonora que James Horner (“Titanic”, 1997) compuso para la película, dejando como legado una de las bandas sonoras más bonitas y  más reconocidas popularmente, de la historia del cine. Toda la película se desarrolla tras la descomunal belleza de su fotografía y se sostiene, además de con diálogos contundentes, con una gran capacidad para dejar abierta una puerta que siempre garantice tensión, asombro y poca previsibilidad.

Amor, venganza, traiciones y todos los caracteres de un drama y un film de aventuras se dan cita en esta bella película que tiene como principal hilo conductor la búsqueda de la libertad para un pueblo que no quiere seguir siendo oprimido.

Nota del autor:
10
  ██████████ (Obra maestra)

Written by Sandro Fiorito

Cofundador de LGEcine

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