Nobody 2 (Timo Tjahjanto, 2025) – 89 min
Cuando en 2021 llegó a los cines Nadie (Nobody, en su título original), pocos esperaban que la propuesta de Ilya Naishuller (un thriller de acción protagonizado por Bob Odenkirk, el carismático Saul Goodman de Breaking Bad y Better Call Saul) se convirtiera en un pequeño fenómeno. Aquella primera entrega funcionaba como una especie de primo gamberro y desencantado de John Wick: un hombre aparentemente común, con una vida anodina, que escondía un pasado letal y un entrenamiento que le permitía despachar a una banda de criminales con tanta eficacia como mala leche. Su humor negro, las coreografías de acción bien planificadas y la inesperada fisicidad de Odenkirk hicieron que la película ganara un lugar especial en la memoria reciente de los fans del cine de mamporros bien hechos.
Con Nadie 2, la fórmula se mantiene, pero también se simplifica. Esta secuela no busca reinventar nada ni sorprender con grandes giros; al contrario, parece plenamente consciente de que su lugar en la cartelera es el de un entretenimiento rápido, fresco y sin pretensiones. La historia retoma al personaje de Hutch Mansell (Odenkirk), quien, después de los sucesos de la primera parte, intenta llevar una vida más tranquila… algo que, por supuesto, dura lo que tarda en meterse en líos de nuevo. El detonante, como era de esperar, es una mezcla de coincidencias desafortunadas y viejas cuentas pendientes que vuelven para morderle los talones.
A nivel narrativo, la película es bastante más directa que su predecesora: no hay tanto tiempo para construir el misterio en torno a la identidad de Hutch ni para jugar con el contraste entre su fachada de “tipo normal” y su faceta de máquina de matar. Aquí, el espectador ya sabe de qué pie cojea el protagonista, y eso hace que la trama avance a un ritmo más acelerado, casi como si el guion quisiera llegar cuanto antes al siguiente estallido de acción. El resultado es una cinta más ligera y menos memorable, pero también más veraniega y accesible: perfecta para quien busque noventa minutos de evasión sin más complicaciones.
Las escenas de acción siguen siendo el plato fuerte, aunque en esta ocasión se perciben menos elaboradas que en la primera entrega. Hay persecuciones, peleas cuerpo a cuerpo y algún set piece vistoso, pero ninguno con la originalidad o la brutalidad quirúrgica de aquel mítico combate en el autobús de Nadie. Aun así, Odenkirk mantiene intacto su carisma y su capacidad para vender al personaje: sigue siendo creíble tanto cuando reparte golpes como cuando encadena comentarios secos y sarcásticos.
El resto del reparto cumple con solvencia, aunque sin grandes alardes. No hay un villano tan icónico como el de la primera parte, y eso se nota: la amenaza es más genérica, casi de manual, lo que contribuye a que el conjunto sea menos intenso. Sin embargo, el tono cómplice y la mezcla de violencia y humor negro siguen presentes, y son suficientes para que la experiencia no decaiga.
En definitiva, Nadie 2 es un blockbuster estival que no pretende más de lo que ofrece: acción, golpes, y un protagonista con el que es fácil simpatizar. No tiene el factor sorpresa ni la frescura de su predecesora, pero funciona como una escapada cinematográfica de la realidad, perfecta para refugiarse del calor abrasador de agosto y, durante un rato, dejar que las preocupaciones se disuelvan entre explosiones y puñetazos. Quizá no sea una secuela imprescindible, pero sí un entretenimiento más que digno para esta época del año.
Distribuida en España por UNIVERSAL PICTURES
Nota del autor:
6,0 ████ (Correcta)
Película en CARTELERA desde el 14 de agosto de 2025
TRÁILER:
