Título original: August: Osage County 
País: EEUU
Primera proyección: Canadá, 9 Sep. 2013 (Toronto International Film Festival) 
Duración: 121 min.
Director:
John Wells

Guión: Tracy Letts (Obra: Tracy Letts)
Música: Gustavo Santaolalla
Género: Comedia. Drama.
Reparto:
 Meryl StreepJulia RobertsEwan McGregorBenedict CumberbatchAbigail BreslinChris CooperJuliette LewisSam ShepardDermot MulroneyMargo MartindaleMisty UphamJulianne NicholsonNewell Alexander

“[…] Diálogos, pausas y monólogos van en perfecta sintonía con las dinámicas emocionales de cada instante. La armonía del texto, así como la rítmica del film, son de Oscar […] Pero la falta de firma, de carácter, de riesgo, o de esencia misma nos impide un último aplauso»

Adaptación cinematográfica de la obra teatral del dramaturgo y actor Tracy Letts (Homeland, 2011-) y reconocida en 2008 con el premio Pulitzer a la mejor obra, Agosto: Condado de Osage, ha sido un evento internacional allá donde haya ido. En Londres, Viena, Buenos Aires, Madrid (con Carmen Machi y Amparo Baró) o en Barcelona (con Anna Lizaran y Emma Vilarasau) fue un éxito de taquilla, crítica y público. Hoy, como no podía ser de otra forma, ya ha llegado al cine y con un reparto inmejorable, lleno de nombres para los próximos Oscars; Meryl Streep, Julia Roberts, Juliette Lewis, Ewan McGregor, Benedict Cumberbatch (Sherlock Holmes, 2010-), Abigail Breslin (Pequeña Miss Sunshine, 2006) y Chris Cooper (American Beauty, 1999), entre otros. El guión adaptado por el propio Tracy Letts ha sido dirigido por John Wells (The Company Men, 2010). Y si todo esto no es suficiente, la banda sonora va a cargo del, permítanme el adjetivo, exquisito Gustavo Santaolalla (Amores Perros, 21 Gramos, Babel, Brokeback Mountain).

Hecho el marketing, vamos al teatro.

Las reuniones familiares siempre han sido una tentación para los narradores del mundo. Agosto nos muestra el reencuentro de la familia americana Weston. La desaparición del padre por causas desconocidas provoca que las hijas acudan a la casa donde se criaron y a la realidad familiar de la que huyeron. Allí su madre, enferma y adicta a las pastillas, las espera con artillería pesada. “Vamos girando alrededor de un cactus”, afirma el padre antes de desaparecer. La madre poco a poco irá convenciendo al espectador de su condición vegetal. Pinchando, con ingenio y mucha mala baba, a quien se acerque lo mas mínimo.

Lo que podría ser una cena agradable resulta ser un festín de emociones que nunca llegan a resolverse. Consiguiendo esa sensación de apetito, deseo o hambre. Todo sinónimos de una misma condición ansiosa. El espectador deviene un carnívoro que quiere más a cada escena y, en cierta forma, la matriarca sirve los platos cada vez más pesados. Durante el banquete, la nieta de 14 años afirma ser vegetariana, argumentando que “comer carne es comerse el miedo del animal antes de matarlo”, todos ríen, incluso al público le parece absurda la afirmación. Pero lo cierto es que el miedo está en cada uno de los comensales y rige las vidas de todos ellos, de forma protagonista. La sentencia de la niña, así como el cáncer de boca de la madre o el desierto o el asfixiante calor, se suman a la lista de guiños metafóricos que Tracy Letts mete en un guión para saborear varias veces. El equilibrio entre la narración del eje central y cada uno de los relatos de los demás personajes secundarios es invisible. Es decir, uno ni se da cuenta de cómo van adquiriendo profundidad todos los miembros de la familia. Uno ni se da cuenta de que está zambullido en esa casa de ventanas cerradas. Uno ni se da cuenta de que se apellida Weston. Diálogos, pausas y monólogos van en perfecta sintonía con las dinámicas emocionales de cada instante. La armonía del texto, así como la rítmica del film, son de Oscar. Cabe añadir que estamos ante un matriarcado turbador sobre tres hijas de carácter. Aquí los hombres, desbordados por su compañía, quedan en un tercer lugar de estudio. Se puede afirmar que la obra supera, y con creces, el test de Bechdel. Donde mujeres, con nombres, no hablan de hombres.

Ahora, vamos al film.

Algo de tacto, ciertas pausas, buena luz y algo de música agradable conforman los hallazgos de un director-encargo más preocupado por las estatuillas que por un cine que apueste por algo. Porque no estamos ante una buena película, estamos ante una fabulosa obra de teatro filmada. Aquí el diálogo o asociación entre imágenes es inexistente. Solo importa el texto y lo que se dice, y como se dice, y quién lo dice. Las imágenes, aquello que configura la propia naturaleza del cine, aquí solo participan a modo de maquillaje para el gran engaño. Por mucho que nos pese, Agosto es otra victoria del teatro en el cine. Pero eso si, un gran teatro. Sea como sea, la producción tiene muy claro su objetivo: ser candidata a los Oscars (ya un género en si mismo, con criterios, políticas, normas y marketing propios), pero la falta de firma, de carácter, de riesgo, o de esencia misma nos impide un último aplauso. Ese perfectísimo repelente de productos hechos con cronómetros y estadísticas y estudios de mercado sirve para ganar dinero, pero no para ahondar en las conciencias de los espectadores. Es imposible no compararla con otras reuniones familiares fílmicas, como por ejemplo, Celebración, de Thomas Vinterberg (director que sí apuesta); donde la familia europea trata de temas mucho más dramáticos que la soledad o la falta de amor o el maltrato educativo entre madres e hijas, que para qué engañarnos, no son carne roja. Con Agosto, sea como sea, uno se queda con hambre.

Distribuida en España por DEAPLANETA.
Vista en PASE DE PRENSA el Viernes 03 de Enero de 2014 en CINES BOLICHE, Barcelona.

Nota del autor:
7,0 ███████ (Buena)
Película en CARTELERA a partir del 10 de Enero de 2014.

Written by Pol Mallafré

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *