1:54 (Yan England, 2016) – 106 min. –

Tim es un chico tímido que sufre bullying desde que falleció su madre cuando él tenía 12 años. Su madre era entrenadora de atletismo, Tim es un gran corredor pero no quiso seguir tras perderla. Ahora, con 16 pasa los ratos con su mejor amigo Francis y los experimentos de química que realizan juntos llenan sus días.

Llega un momento en el los abusones se ceban especialmente con Francis, este ya no puede soportarlo más y se quita la vida. A partir de este momento, Tim vive en una agonía constante que no es consolada por nada, su comprensivo padre no encuentra herramientas para ayudarle.

Tim decide comenzar una cruzada personal para superar en su campo, el atletismo, a Jeff, responsable del constante acoso a Francis y al propio Tim.

Es una película de instituto que trata de mostrar la sesación de prisión que puede autoinflingirse una persona, en este caso por su orientación sexual, para evitar que los demás le hagan aún más daño y no le acepten. Porque tener cariño y aceptación es una necesidad básica de todas las personas. También muestra el dolor de las pérdidas, de la soledad, que aunque te quieran mucho en casa, si lo que hay en el exterior es terriblemente hostil es complicado sostenerse.

Todo esto se cuenta de manera bastante eficaz, con muy buenas interpretaciones, especialmente por parte del actor protagonista, que se lleva la mayoría del peso de la trama. Los estados de Tim (Antoine Olivier Pilon) van evolucionando a través de los actos y las situaciones que le rodean y le siguen hasta su casa, ya que como sabemos, internet hace que el acoso deje de tener muros y llegue al ámbito privado.

Es una buena película, aunque yo criticaría que a veces llegan a un nivel de drama innecesario.

Vista con PASE DE PRENSA en la MostraFire de cine gay y lésbico, Barcelona.

Nota del autor:

7,0 ███████ (Buena)

 

TRÁILER (V.O.S. en INGLÉS):

Written by Iris Martínez

Directora Adjunta