Into the Forest (Patricia Rozema, 2015) – 101 min.-
Tras un apagón a nivel mundial, dos hermanas quedan aisladas en su casa situada en medio del bosque. Ambas tratan de continuar con sus tareas, una, estudiando para una prueba importante, la otra, bailarina profesional, intentan mantener y proteger su espacio personal interno y externo.Basada en la novela del mismo nombre, escrita por Jean Hegland.
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La película se ha etiquetado como drama de ciencia ficción y sus malas críticas creo que pueden estar debidas a una expectativa equivocada. Ante lo que estamos a efectos prácticos es un drama de supervivencia en el que se provoca una situación que puede considerarse de estilo postapocalíptico, como excusa para contar una historia íntima, aislando a las protagonistas.
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Dos chicas jóvenes que parecen no haber conocido ya la vida anterior a la era digital encuentran un choque con la realidad. Un aislamiento con la incertidumbre y lo hostil más allá de lo explorable por sus medios. Con el miedo a ser invadidas y la búsqueda de herramientas para poder sobrevivir en todos los sentidos de la palabra.
Me agrada su evolución hacia la vuelta a las raíces, a la importancia del libro impreso como fuente de información importante incluso para algo tan básico como saber que alimentos de los que crecen en la vegetación que les rodea son seguros o no. Lo interesante de esta supervivencia, más allá de lo físico, de las herramientas obvias. Es la parte personal y sentimental, eso que muchas veces no se cuenta y aquí se hace de un modo acertado sin caer en ñoñerías. Es una película muy realista.
Está bellamente dirigida, hace un uso muy bonito de la fotografía, los silencios, los planos y los ambientes. Sabe transmitir mensajes y sentimientos que van más allá del diálogo y lo obvio. Combinado con el excelente trabajo tanto de Ellen Page, The East (2013) como de Evan Rachel Wood, Los idus de marzo (2011) tenemos una cinta intimista y muy apreciable.
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La película se ha etiquetado como drama de ciencia ficción y sus malas críticas creo que pueden estar debidas a una expectativa equivocada. Ante lo que estamos a efectos prácticos es un drama de supervivencia en el que se provoca una situación que puede considerarse de estilo postapocalíptico, como excusa para contar una historia íntima, aislando a las protagonistas.
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Dos chicas jóvenes que parecen no haber conocido ya la vida anterior a la era digital encuentran un choque con la realidad. Un aislamiento con la incertidumbre y lo hostil más allá de lo explorable por sus medios. Con el miedo a ser invadidas y la búsqueda de herramientas para poder sobrevivir en todos los sentidos de la palabra.
Me agrada su evolución hacia la vuelta a las raíces, a la importancia del libro impreso como fuente de información importante incluso para algo tan básico como saber que alimentos de los que crecen en la vegetación que les rodea son seguros o no. Lo interesante de esta supervivencia, más allá de lo físico, de las herramientas obvias. Es la parte personal y sentimental, eso que muchas veces no se cuenta y aquí se hace de un modo acertado sin caer en ñoñerías. Es una película muy realista.Está bellamente dirigida, hace un uso muy bonito de la fotografía, los silencios, los planos y los ambientes. Sabe transmitir mensajes y sentimientos que van más allá del diálogo y lo obvio. Combinado con el excelente trabajo tanto de Ellen Page, The East (2013) como de Evan Rachel Wood, Los idus de marzo (2011) tenemos una cinta intimista y muy apreciable.
Nota del autor:
8,0 ████████ (Muy buena)
Película en CARTELERA a partir del 9No especificado
TRÁILER (V.O. en inglés):
