Yitzhak Rabin, primer ministro de Israel a principios de los años 90, cometió un error que le costaría la vida: iniciar un proceso de paz entre Israel y Palestina. Intolerable para el sionismo israelí, comenzó una campaña de desprestigio a su persona, en estamentos sociales, políticos y religiosos, que acabó con su asesinato en 1995 tras un mitin por la paz.
Amos Gitai reconstruye aquel contexto mezclando imágenes de ficción con material de archivo, creando un híbrido entre documental y drama judicial que se queda corto como lo primero y excesivamente artificial y repetitivo como lo segundo. Visiblemente estirado, como si la única meta fuera alcanzar las dos horas y media de duración a toda costa, la película va perdiendo fuerza conforme avanza, y deja de lado las estremecedoras imágenes de archivo para adentrarse en una última hora de interrogatorios y comparecencias de TV movie, que son todo lo emocionante que puede ser presenciar un comité de investigación: nada. Al final, lo interesante del hecho histórico y del entramado conspirador que lo permitió —y silenció— queda torpemente llevado a la pantalla y se convierte en un aburrido bucle que tarda demasiado en terminar.
Vista en PASE DE PRENSA en el Festival de Cine Europeo de Sevilla 2015 el 15 de noviembre, Sevilla.
Nota del autor:
5,5 █████ (Mejorable)
TRÁILER – V.O.S. (en inglés):
