Por si hay alguien que aún no conoce Girls, haré una breve introducción. La serie empezó a emitirse en 2010, y ahora acaba de terminar su cuarta temporada. Está dirigida, escrita y protagonizada por Lena Dunham; siendo hasta cierto punto autobiográfica.

La historia gira alrededor de un grupo de amigas veinteañeras que viven en la ciudad de Nueva York. Cuatro amigas que hablan sin tabúes, razón por la que muchas veces la serie ha sido definida como una versión más juvenil de Sexo en Nueva York, aunque en realidad poco tenga que ver con ella. Frente a esta, sus protagonistas no están principalmente centradas en la búsqueda del amor. Al ser mucho más jóvenes, están más preocupadas por definirse como personas, y por encontrar su lugar en el mundo.

Girls es una serie venerada y odiada a partes iguales. O gusta o no gusta. Y es que aunque el argumento en principio pueda parecer típico y poco transcendental, lo original de la serie radica en el tono, cómico y cercano a la sátira a la par que amargo. Porque ese es el sabor que Dunham parece querer dejarnos en la boca, y la razón del desaire de sus detractores. Los personajes que Dunham retrata se contradicen constantemente, este es quizás su rasgo más distintivo. Y las contradicciones son parte de los seres humanos, por lo que podríamos decir que los personajes creados por Dunham lo son. Están bien dibujados y sobre todo desarrollados. Pero estas contradicciones que tanto les caracterizan resultan desconcertadas al ser llevadas tan al borde de nuestra tolerancia en cuanto a lo que estamos acostumbrados a ver como espectadores. Los defectos de los personajes son tan descaradamente latentes que llega incluso a ser molesto; a costarnos encontrar sus virtudes, y ganarse nuestra simpatía o empatía. Especialmente el interpretado por la creadora de la serie. Su egolatría a pesar de sus evidentes inseguridades puede ciertamente resultar muy cansina. O los caprichos de Marnie y sus incoherencias en su búsqueda del amor verdadero. O las idas y venidas de Jessa. O la bipolaridad de Adam… Y así podríamos seguir.
001GirlsNo sé si Dunham ha puesto tanto empeño en retratar aquello que menos puede gustarnos de nosotros mismos, que se le ha olvidado hablar de lo bueno; o sí simplemente es esta la visión amarga que Dunham tiene del mundo. O quizás realista, quién sabe.
Pero sin duda alguna, otra de las cosas que me parecen más interesantes de la serie es que está ubicada en un contexto muy concreto. Estos personajes y estas historias tienen cabida únicamente en estos años de crisis. Sus protagonistas son “productos obsoletos de una sociedad que se ha pasado años fabricándolos para que luego no tengan cabida en el mercado actual”. O así es como yo creo que nos sentimos todos los jóvenes de veintialgo y de clase media-alta, a los que durante toda nuestra adolescencia y primera juventud nos han ido preparado para comernos en el mundo, para después chocar con una realidad que nada concuerda con ese mundo del que nos habían hablado. Jóvenes con mucha formación, y a veces talento, que tienen que conformarse con lo que sea que les haga pagar el alquiler. De hecho, Girls comienza con los padres de Hannah (personaje interpretado por Dunham), diciéndole que no le van a mantener durante más tiempo. Un punto de inflexión en la vida de todo joven que empieza a labrarse su propio futuro.

En este caso, estas jóvenes han crecido tan mimadas y con todo tan hecho por parte de sus progenitores, que tienen serias dificultades para comprometerse a cualquier cosa que requiera algún tipo de esfuerzo o compromiso. Tienen altas metas, de verdad que sí, pero por mucho que intenten engañarse a ellas mismas, ¿de verdad están dispuestas a intentar conseguirlas?

Girls_002En resumen, podríamos decir que Dunham hace un retrato social y psicológico en el que no es agradable mirarse, costándole a muchos reconocerse; aunque este retrato sea más el más cercano a la realidad que encontremos en una ficción televisiva de tal género. O esa parece la razón de que guste más a crítica que a público.

Llama la atención, y hay que tenerlo en cuenta, el punto esperpéntico, de exageración, con el que la autora busca llamar nuestra atención. Girls tiene en esta línea, diálogos muy ingeniosos, reinvindicativos y reflexivos. De esos que quedan para el recuerdo.

Así que sí, yo soy de las que defienden la continuación y el valor de esta serie, ¿y tú?

Written by Guadalupe Larrey

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