LGEcine | El pequeño Quinquin (2014): ¿Quién quiere cine convencional?

Título original: P’tit Quinquin / Li’l Quinquin (título internacional)
País: Francia
Primera proyección: Francia, 21 May. 2015 (Festival de Cannes)
Duración: 200 min.
Director: Bruno Dumont
Guión: Bruno Dumont
Música: –
Género: Comedia. | Crimen. Policíaco. Infantil. Vida rural. Miniserie TV
Reparto: Alane Delhaye, Lucy Caron, Bernard Pruvost, Philippe Jore, Philippe Peuvion, Lisa Hartmann, Julien Bodard, Corentin Carpentier, Pascal Fresch, Jason Cirot, Baptiste Anquez, Stéphane Boutillier, Frédéric Castagno, Andrée Peuvion, Lucien Chaussoy, Cindy Louguet

“ […] Si quieres adentrarte en un mundo nuevo, alejado de lo que has visto con anterioridad, ésta es tu opción […] Podremos ser testigos del surrealismo más excéntrico, del que sin duda quedarás atrapado, y a la misma vez quedar retratado por una realidad más que palpable […]«

Sorprendente. Tal vez ese sea el concepto que mejor defina este metraje del realizador francés Bruno Dumont. Ha adquirido cierta notoriedad gracias a su presentación en festivales como Cannes o en nuestro patrio Zinemaldía. En el país vecino, la emisión de los capítulos fue todo un fenómeno de audiencia. Por tanto, con semejantes precedentes, era complicado que no me gustara. De hecho, así ha sido.

Se muestra la historia de Quinquin, un niño como cualquier otro hijo de vecino, con un marcado ingenio a la hora de inventar travesuras. Va acompañado de su bicicleta y de su inseparable grupete de amigos. Y es en ese mundo tan infantil como inolvidable donde empezará a sentir el cosquilleo inequívoco de quien está sintiendo por primera vez los albores del enamoramiento. Será Eva la que empiece a pulular por su vida como una mariposa. En contraposición a este paisaje humano tan tierno y desternillante por momentos, nos encontramos con la otra cara de la moneda: el descubrimiento de un animal muerto que guardaba en su interior cierta sorpresa. Esa es la dicotomía perfecta para una trama cuidada en cada detalle.

A partir de estas premisas, tintes de hilarante comedia negra bien mezclada con ingredientes de thriller policíaco a la vieja usanza. Podremos ser testigos del surrealismo más excéntrico, del que sin duda quedarás atrapado, y a la misma vez quedar retratado por una realidad más que palpable. Podríamos ser cualquiera de nosotros, echando la vista atrás hacia el tiempo de nuestra niñez. Ingenuidad e inteligencia. Quizá en este detalle es donde podamos recrearnos con una dirección con mayúsculas. Un «flashback» ilusionante.

Aunque lo que a mi modo de ver resulta de una inteligencia sublime es la elección del equipo que da vida a los personajes de la película. Se trata de actores no profesionales, seleccionados por la dirección entre los habitantes de la zona donde se recrea la historia. Este detalle, que a priori podría parecer de cierta temeridad, es el culmen de un trabajo sobresaliente. Me atrevo a decir que con intérpretes de renombre el resultado hubiera pasado totalmente desapercibido.
El uso de la cámara y de la fotografía es magnífico, y los diálogos vanos y directos, sin perder un ápice de excentricidad y surrealismo de extraordinaria sencillez.

Si quieres adentrarte en un mundo nuevo, alejado de lo que has visto con anterioridad, ésta es tu opción. Si por el contrario, pretendes buscar aquí lo que en bastantes películas ya se ha puesto de manifiesto, no te aconsejo perder tu tiempo y tu dinero.
Esta película es única. Me dirás que todas lo son. Y en efecto, así es. Pero ésta tiene esa especialidad que la hace distinta, diferente. ¡Sorprendente!
Inocencia infinita frente a frente al resquebrajante modo de actuar adulto.