LGEcine | El señor de los anillos: La comunidad del anillo (2001)

The Lord of the Rings: The Fellowship of the Ring (Peter Jackson, 2001) – 208 min

Di amigo y entra.
Hace ya doce años que Peter Jackson (King Kong, 2005) dio a conocer su esperada adaptación a la obra maestra de la literatura fantástica por excelencia. El Señor de los Anillos. Nos abrió la puerta a muchos que ya conocíamos la historia, y a otros que la tenían por descubrir. Nos mostró su visión mágica de ese extraño mundo habitado por hobbits, elfos, enanos, y multitud de otras criaturas nacidas de la mente de J.R.R. Tolkien. Peter Jackson no se limitó a mostrar lo acontecido en la novela si no que se permitió ponernos en antecedentes. Pincelarnos los hechos que desencadenaron lo que llegaría a ser el fin de la tercera edad de los hombres. Una magnifica cosmogonía, la obra de J.R.R. Tolkien.

Una adaptación complicada.
Aunque la premisa inicial sea fácil; Un hobbit hereda un maléfico anillo y acompañado por magos, enanos, elfos y hombres deberá atravesar la Tierra Media para destruirlo en las llamas del volcán donde fue forjado. El número, tipo, y peso de los personajes y situaciones con los que se encuentra son material harto complicado de llevar a la pantalla. Aún más en una adaptación como esta, con millones de seguidores del libro original resulta imposible contentar a todos los espectadores.

Este es el precio que conlleva compararse con J.R.R. Tolkien: su forma de narrar y describir desencadena un mundo mágico sólo apto para la literatura, y sólo se puede adaptar mediante cambios y omisiones, pero pese a todo eso y sabiendo las dificultades que desentraña, la adaptación ha resultado ser tan gratificante como cabía esperar.

Una necesaria revolución en el género fantástico.
En lo que se refiere al genero fantástico, los 80 nos dejaron joyas como Dentro del laberinto (1986) o Willow (1988), pero a finales de la década de los 90 se hacía cada vez más evidente que el género necesitaba un soplo de aire fresco. La industria del videojuego y la era de digital estaban revolucionando el paradigma audiovisual a pasos agigantados y Peter Jackson tuvo la visión de apostar al caballo ganador. Desde las primeras escenas del metraje los efectos digitales maquillan y ensalzan la acción otorgando verdadera magia a la película, y mediante acertados trucos de encuadre nos muestran la vida y grandeza de hobbits y magos, en un espectacular ejercicio de ilusionismo cinematográfico. A su vez, en las escenas de acción se acompasan planos de estudio y efectos especiales digitales en una sinfonía de ritmo trepidante. Todo un alarde técnico y artístico que aún hoy es ejemplo para la industria.

Una BSO épica.
Si las novelas contaban con las espléndidas ilustraciones de Allan Lee, las películas no podían ser menos, necesitaban del genio de Howard Shore (La invención de Hugo 2011), y la figura de los Estudios Abbey Road (donde se grabó la BSO de la saga Star Wars) para componer y grabar su banda sonora. Y de hecho ésta resulta ser un digno acompañamiento épico que se acompasa perfectamente con las escenas, desde la angelical, o en este caso élfica voz de Enia, hasta los espeluznantes redobles de tambores de Kazad dum.