What Maisie Knew (Scott McGehee, David Siegel, 2012) – 99 min

A_Qu_hacemos_con_Maisie-841908291-largePara muchos el cine es una mirada. Distante, cálida, reflexiva, atenta, inquietante, documental, contemplativa, gamberra o caprichosa según el lugar donde se coloque la cámara. En este caso, el dúo de realizadores Scott McGehee y David Siegel, con tacto y refinamiento delicado, la mirada que nos proponen es menor, de edad.

Uno de los grandes hallazgos de la novela “What Maisie Knew” de Henry James, publicada en 1897, fue saber retratar el mundo desde esta posición de no más de 85 centímetros del suelo. Tanto la reconocida obra literaria como la película se preocupan en contarnos la vida des de los ojos de una niña de seis años. Y los aplausos, tanto en el texto como en la imagen, van por aquí.

El argumento del film desde esa misma perspectiva sería algo así, (permítanme la osadía): Mamá, nunca está en casa, igual que papá. Ella siempre trabaja mucho cantando porque tiene muy buena voz y es la mejor del mundo y luego está papa que siempre está hablando con el teléfono pero me río mucho con él por que es el mejor del mundo. Luego está Margo que la quiero mucho y siempre me viene a buscar al colegio y me hace la merienda, y ahora tengo una habitación nueva muy bonita, hay días que duermo en esta y otros que duermo en la de siempre, no se cual me gusta más. Estos días viene a buscarme Lincoln que también me hace la merienda y me lo paso genial con él por las tardes que no estoy con Margo. Me gustaría ver a mis padres pero Margo y Lincoln son más guais.

Con este ejercicio de malcriada pluma nos ahorramos describir con detalle todo aquello que ni la película cuenta con detalle. Separación, divorcio, custodia, luchas legales y discusiones a gritos, con portazos incluidos, siempre se dan en la habitación de al lado. Quedan lejos del objeto de estudio: Maisie y su mirada. Y cuando se trata de divorcios y custodias, es de manual, lo más importante es ver a la criatura. Leerla y comprenderla. Escucharla y contemplarla. El film coloca al espectador donde deberían estar los padres. Nos da su mirada.

Los recursos son varios y en su mayoría con acierto. Con escenas cortas, donde la niña ejerce de testigo mudo, se va construyendo el perfil de los personajes que la rodean. Sin voz en off, con la altura de cámara bien medida, y con el permiso de algún plano subjetivo, los realizadores nos trasladan a la mirada infantil de Maisie, interpretada de forma convincente por Onata Aprile, mientras nos cuentan una historia sin grandes escenas pero con pequeños instantes brillantes de fábula 2.0.

Hasta aquí los aplausos y las conquistas del film. Pero hay que añadir una reflexión prudente al conjunto. Una lectura ya más sosegada del resultado final nos invita a una última reflexión en torno al proyecto fílmico entero. Seamos sinceros. El problema del film es esa forma de cinismo que envuelve este tipo de productos con intenciones pedagógicas. Es decir, que su función principal, la de dar conciencia de responsabilidad a padres poco atentos, ya nos la han dado un sinfín de otros títulos, y al final, lo que resta, el gran hallazgo de Maisie, es poco más que situar la cámara a un metro del suelo. Leyendo una sinopsis cualquiera del film americano uno ya puede formarse una opinión de la película sin necesidad de verla. El cinismo está en dar por importantes problemáticas un tanto superficiales. Seamos honestos, los problemas de una niña de clase alta no son demasiado graves. Tener dos habitaciones gigantes para dormir eso no es un problema, que no sean puntuales a la hora de recogerte en el colegio, tampoco es un drama de tal proporción como para invertir y dedicarle una producción fílmica a tu caso. Sin intención de frivolizar con el dolor ajeno, es preciso señalar esta condición banal de las producciones que llegan en formato pequeño e inocente.

Distribuida en España por FILMAX
Vista en PASE DE PRENSA el 16 de Diciembre de 2013 en los Cines Verdi Park, Barcelona.

Nota del autor:
6,0 ██████ (Correcta)
Película en CARTELERA a partir del 24 de Enero de 2014.

Written by Pol Mallafré

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