Quim Gutiérrez | Actor (Caleb en «La gran familia española«)

«Entiendo el sacrificio de la soledad que te comporta tu profesión«

Quim Gutiérrez tiene 32 años y ha cumplido ya tres rodajes con Daniel Sánchez Arévalo; además de su relación profesional les une un fuerte vínculo de amistad. ¿Cómo compaginar ésa relación con el trabajo?

Daniel Sánchez Arévalo y tú, amigos. ¿Te planteas decirle que no?

 Somos mejores amigos, así que yo sé de la construcción del guión desde que está en paños menores. Es una propuesta suya, pero con la intención común de hacer algo que no hayamos hecho juntos; en éste caso es un personaje con muchos problemas para comunicar sus emociones, sin ningún tipo de verborrea. Contar con un director de su talento para hacer cosas distintas y arriesgarse es un lujo.

Entonces, ¿sabías de antemano qué personaje hacer?

En el proceso de escritura no sabía si sería Caleb o Daniel, pero yo vi clarísimo que quería hacer éste. El personaje de Caleb tenía mucho de mi.

¿Por ejemplo?

Yo soy bastante más empático que el personaje de Caleb; nace con una empatía baja pero con un talento muy notable para cirugía. En el fondo, la opción vital que toma Caleb, anteponer su desarrollo profesional a sus relaciones personales se parece a lo que pasa con la interpretación, hay mucho sacrificio personal. Hay algo de soledad; por ejemplo el gesto final de la película, cuando los personajes se agarran a la mano de alguien, Caleb se agarra a la suya propia, eso es… ¡sangrante! Entiendo ese sacrificio, esa soledad que te comporta tu profesión.

La mayoría de actores sois repetidores con Dani, ¿cómo se han acoplado los “nuevos” a la dinámica con Daniel?

Dani no sólo hace muy bien el proceso de ensayo sino también el de cásting. Coge gente, no sólo por su talento, sino por sus cualidades personales. Busca gente que quiera o la que crea que podrá querer. Funciona muy bien y es un gustazo también para nosotros, porqué ves distintas formas de trabajar. Lo único que les recrimino es que a mí me ha quitado tiempo de ensayar con Dani.

Tengo entendido que los que habéis trabajado ya con él le decís las cosas claras [ver entrevista a Patrick Criado]

Bueno, les decimos todos, claro (risas). Pero si llevas mucho tiempo es más difícil esconder las cosas, pero siempre con respeto; es importante no perder de vista quién es el director allí. Aunque reconozco que los límites son muy finos y es tentador decir “¡Dani, coño!” (más risas).

En lo personal, ¿cómo viviste el momento de la final de Sudáfrica?

Lo viví con él. Estábamos en casa de Daniel con varios amigos y fue la culminación de ver todas las fases clasificatorias mientras rodábamos “Primos”. Yo soy más de básquet que de fútbol, así que había cierta “desimplicación”. Pero fue un proceso de unión progresivo (desde las fases previas hasta la final) y fue un momento muy emocionante. Y en la película hay un buen ensamblaje entre la emoción de la historia de los personajes y la de la final de fútbol.

¿Muchas risas durante el rodaje?

Costaba no descojonarse en algún momento (risas).

¿Te sientes protagonista de ésta película?

El grueso de mi personaje viene al final; lo importante de las pelis es el último tercio. Es un tío que es arrogante, pero el arco de la historia te permite entender por qué lleva dos años fuera, por qué es un desapegado.

También tuviste un poco de suerte, a Dani no le acababa de convencer su físico para el personaje de «AzulOscuroCasiNegro». De un principio receloso a una amistad.

Nada, nada (risas); eso fue muy al principio. Hicimos el cásting y si estoy ahí es porqué le gusté, o eso dice él (más risas). Son casualidades llenas de fortuna; es una persona determinante en mi visa personal y en mi vida profesional; y hacemos algo muy bien que es tener claro dónde está una cosa y dónde está la otra. Y me encantaría encontrar una situación en la que pudiera demostrarle que por encima de nuestra relación profesional está nuestra amistad. Nos llena de cosas buenas a los dos.

[En ése momento, hacia las 12:30, se oyen gritos en la sala contigua. ¡Nos enteramos que ha sido preseleccionada para los Oscar junto con “15 años y un día” “Alacrán enamorado” y “Caníbal”; pican a la puerta. “¡Abre, abre!” Grita Quim, a sabiendas que son buenas notícias. Interrumpen las entrevistas para celebrarlo con cava. Daniel Sánchez Arévalo bromea: “A ver si nos va a pasar como a Madrid 2020” ]

¿De qué forma refleja a la familia española?

La película tiene algo… las emociones se expresan con brío, intensidad, a veces con excesiva hostilidad y emotividad. Cada cual a su manera.

Has trabajado con tu director fetiche, has trabajado en “Los últimos días” (2013) e incluso has rodado en París. ¿Crees que éste es tu gran año?

Para racionalizar estas cosas siempre pienso que el mejor año está por llegar (risas). Pero ha sido un año muy productivo resultado de muchas decisiones difíciles y arriesgadas; dejar de hacer cosas más lucrativas y elegir otras que suponen un reto. Es un momento complicado y habiendo tantos actores en paro, soy prudente. Sé que he tenido mucha suerte, pero hay que seguir trabajando.

¿Qué ves en tu futuro próximo?

En octubre empiezo a rodar “Sexo fácil y películas tristes” de Alejo Flah, una coproducción española – argentina. También hay “Anacleto”, que faltando tantos meses hay que cogerlo con pinzas; me apetece mucho. El productor lo dijo en twitter, entonces me permito la licencia de decirlo… a cinco meses vista.

¡Muchas gracias!

Fins ara!

Una entrevista de Nerea Madrazo para LGEcine.org
Fotografía de Nerea Madrazo para LGEcine.org
No está permitida su difusión sin citar las fuentes autoras
Realizada el 3 de Julio en el Hotel Le Meridién (Barcelona)

Written by Nerea Madrazo

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