Título original: Diaz: Don’t Clean Up This Blood
País:
Italia

Duración: 120 min.
Director:
Daniele Vicari

Guión: Daniele Vicari, Laura Paolucci, Alessandro Bandinelli, Emanuele Scaringi (Argumento: Daniele Vicari)
Música: Teho Teardo

Año 2001, Génova, Italia. El G8 celebra su cumbre en aquel lugar. Frente a ellos, movilizaciones de toda índole contra la presencia y el sentido de esas reuniones internacionales. Movimientos anti-globalización despliegan a sus simpatizantes, que acaban enfrentándose en violentos disturbios contra las fuerzas policiales del país. Uno de los manifestantes, Carlo Giuliani, moría a consecuencia de un disparo en la cabeza realizado por un carabiniere. La situación es cada vez más tensa, y la policía, perdida entre el miedo, la impotencia y la sensación de no controlar la situación, recurre a tomar una drástica decisión: asaltar la escuela Díaz, en la que según parece están escondidos los miembros anarquistas del ‘Black Bloc‘, que no es ningún movimiento en sí, sino una táctica habitual en manifestantes anti-sistema en la que todos visten con ropa de color negro y se cubren con capuchas para evitar ser identificados por las fuerzas de seguridad.

Pero la decisión de los mandos policiales, tomada a raíz de una provocación a una de sus patrullas, fue la más trágica, por sus consecuencias, que pudieron haber tomado, utilizando la fuerza bruta, cargas desmedidas, represión o incluso la tortura contra sus objetivos, mostrando inequívocos síntomas de odio y abandonando todo principio por el cual debería caracterizarse cualquier cuerpo policial europeo contemporáneo que pertenezca a una democracia. En aquella escuela asaltada no sólo se encontraban algunos miembros violentos, pues compartían techo con estudiantes y periodistas llegados de todas partes del mundo para cubrir el evento de la ya fatídica cumbre del G8. Desconozco cuál fue el resultado general de la actuación policial en aquel momento, por lo que sólo podemos entrar a valorar el caos policial que mostraron algunas unidades concretas que participaron en las operaciones más polémicas.

Estos son los hechos que Daniele Vicari retrata con precisión periodística en esta coproducción de Italia y Rumanía en la que es evidente el interés informativo, documentalista y a la vez crítico y de denuncia contra los hechos descritos, pidiendo incluso Justicia por considerar la dirección que es un caso que ha muerto en el intencionado olvido político. Su conjunto está lleno de tensión y ofrece escenas tan impactantes como desagradables, caracterizándose la cinta por un realismo que incluso incomoda, desplegando una buena cantidad de medios que transmiten el retrato de una Italia prácticamente sumida en estado de guerra. El argumento avanza y retrocede en multitud de puntos para adelantarnos el resultado de algo y explicar después cómo se llegó a ello, mostrando todo esto desde diferentes perspectivas. La historia distribuye con equilibrio los minutos que concede a policías y manifestantes, sosteniéndose en unas convincentes interpretaciones en las que no resalta ningún personaje concreto puesto que no hay interés en buscar un protagonista.

Se prefiere optar por el realismo que aporta narrar lo que sucedió, con buen pulso, ritmo, sin estancarse en subtramas personales y limitándose a ser una cámara que es testigo de unos hechos reales. Sólo en sus minutos finales podemos notar cierto regocijo en lo dramático, sintiendo la sensación de que ya no hacía falta extenderse con ello puesto que todo lo que ya había aparecido en la película era lo suficientemente explícito para comprender la crudeza de lo mostrado. Pero para nada esto consigue empañar la convicción de que nos encontramos ante una gran película, otra lección de buen cine llegada de Italia, siempre con historias arriesgadas, que sorprenden, enganchan y hacen que el interés por las producciones de aquel país siga, al menos para este servidor, en aumento.

El magnífico Teho Teardo, autor de bandas sonoras como “El amigo de la familia”, “No mires atrás” o “Il divo”, completa un nervioso y firme score que fluye en concordancia con la tensión y energía del argumento. El compositor italiano es fiel a su habitual fusión de instrumentos de cuerda con modificaciones electrónicas, siendo un exquisito garante de la buena música para películas, del que siempre merece la pena volver a escuchar sus partituras una vez finalizado el visionado del film.

Distribuida en España por Vértigo Films.
Vista en PASE DE PRENSA el 08 de Mayo de 2013 en los Cines Princesa, Madrid.

Nota del autor:
8,0 ███████ (Muy buena)

Película en CARTELERA a partir del 10 de Mayo de 2013.

 

 

Written by Sandro Fiorito

Cofundador de LGEcine

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