Título original: War Horse
Títulos alternativos: Caballo de guerra (Argentina / Chile / Colombia / México / Perú)
País: EEUU
Primera proyección: EEUU, 04 Dic. 2011 (premiere)
Duración: 137 min.
Director: Steven Spielberg
Guión: Lee Hall, Richard Curtis (Novela: Michael Morpurgo)

Steven Spielberg («El imperio del sol«, 1987) sigue siendo alguien que sabe estrujar corazones y arrancar sonrisas. Al menos esa es la fórmula que aquí emplea, mezclando los aspectos más dramáticos con algunas simpáticas escenas que consiguen hacer más cercanos a los personajes que navegan entre las aguas de este guión. Llena de virtudes, secuencias poderosas y cargada de una fuerte emotividad que puede hacer presencia entre nuestros sentimientos, arrastra también a lo largo de toda la duración de la cinta un gran inconveniente: su falta de ritmo. La densidad que maneja el desarrollo del film es un obstáculo que impide que lo dramático se convierta en desgarrador y que durante algunos pasajes, el tedio llame a las puertas de nuestra boca para provocar algún bostezo. Aún con lo citado, ‘War Horse‘ es una película muy bien hecha, de muy interesante argumento, buenas interpretaciones y apetitosa digestión.

El objetivo del realizador resulta evidente, siendo fiel a su estilo e intentando acceder a nosotros por ese atajo que lleva directo a nuestras emociones. Qué mejor forma de hacerlo que con una película en la que uno de los animales más bellos y nobles de toda la evolución es homenajeado para mostrarnos todo lo que ha sufrido por nuestra desagradecida especie. Hablamos sin duda del caballo, ese fascinante animal del que -además de en otros innumerables conflictos y tareas- se contaban sus muertes en millares durante la Primera Guerra Mundial. El argumento de esta cinta nos sitúa ante Albert Narracott (Jeremy Irvine), un joven granjero entregado en cuerpo y alma a sus padres, y cuya fascinación por los caballos le lleva a desear uno propio. El día en el que su humilde progenitor aparece frente al hogar, casi por error, con un bellísimo ejemplar, Narracott lo recibe con entusiasmo y se dedica plenamente a criarlo, lo que da lugar al nacimiento de una tierna amistad entre el animal y su apasionado dueño.

El dolor y sufrimiento de todos los caballos no sólo se refleja en la película sino que atraviesa la pantalla para instalarse en nuestras almas, pudiendo contemplar desde una perspectiva casi insólita la admirable pasta de la que están hechos estos impresionantes seres. Está el momento antes de entrar al cine, en el que eres consciente de la importancia y aura especial de estos animales; y está el momento en el que terminas de ver la película y terminas enamorándote de ellos. Una de las grandes virtudes del film es también su capacidad para saber montar todas las historias paralelas de las que está compuesto: aunque el cartel principal de la película sólo muestre a uno de los protagonistas (el que más carga emocional puede transmitir) la cinta está plagada de personajes e historias perfectamente ejecutadas, y su importancia está muy bien equilibrada respecto al resto de papeles. Si bien se echan de menos frases para la posteridad o momentos de mayor calado, todos los personajes de «Caballo de batalla» resultan trascendentes.

Esto es fruto del buen trabajo interpretativo de todo el elenco, sin demasiadas caras conocidas en sus líneas pero con muchísima calidad para desplegar. Jeremy Irvine («Now is good«, 2012) está sencillamente excepcional, desempeñando un rol del que terminas enganchado, por la bondad de su personaje, por su amor hacia todo, por su fuerza de voluntad. En el otro lado de la balanza, actores como David Thewlis («El reino de los cielos«, 2005) interpretando con total naturalidad a un individuo absolutamente despreciable, consiguen aportar ese punto de maldad que el argumento necesita para justificar la realidad. Niels Arestrup («Un profeta«, 2009) y Celine Buckens (debuta aquí) como el abuelo y la nieta de otra granja también consiguen hacerse con un hueco por el que podamos sentir algo por ellos, de igual forma que por el soldado alemán interpretado por Nicolas Bro («Beast«, 2010).

War Horse‘ también hace hincapié en acercarnos al sinsentido de la guerra, mezclando sus impresionantes escenas bélicas (que no necesitan verter ni una gota de sangre para resultar espectaculares) con algunos entrañables momentos de muy agradecido visionado. Pero el problema de esta película (perfectamente fotografiada y montada, por cierto) siempre acaba siendo el mismo: su farragoso ritmo, esa lentitud que frena cualquier intención de aportar más entusiasmo a la historia. La banda sonora, compuesta por partituras agradables, emocionantes y de gran belleza, es una delicia de la que es culpable el señor John Williams («Atrápame si puedes«, 2002). Y como frase para sellar estas líneas: Spielberg, una nueva cita con el buen cine en este drama de tintes bélicos.

Distribuida en España por THE WALT DISNEY COMPANY.
Vista en PASE DE PRENSA el 30 de Enero de 2012 en la Sala Berlanga de Madrid.

Nota del autor:
7,0 ███████ (Buena)

Written by Sandro Fiorito

Cofundador de LGEcine

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