Título original: Toy Story 3
País:
EEUU

Primera proyección: Italia, 12 Jun. 2010 (Taormina Film Festival)
Duración:
103 min.
Director:
Lee Unkrich
Guión: Michael Arndt

Quince años después de ser presentados los juguetes más entrañables y famosos del cine, y once desde el lanzamiento de su primera secuela, muchos de aquellos que entonces éramos niños, o muy jóvenes, -sin olvidarnos de aquellos que, con más edad, también se rindieron con las historias de Woody, Buzz y compañía- volvemos a tener noticias desde el interior de la habitación de Andy, ese niño que tanto disfrutó con sus juguetes y a los que tan bien trató durante tantos años, pero que hoy, como todos nosotros, ha visto pasar el tiempo ante sus ojos y se enfrenta a un cambio que preocupa a sus juguetes: en su caso, la universidad le espera, y obviamente la opción de cargar con Rex, Slinky o el Sr. Patata hasta el campus, sin olvidar a los ya mencionados en líneas superiores, no parece viable.

Tanta batalla durante años para permanecer al lado de Andy y, ahora, adorables juguetes, os debéis enfrentar a la cruda realidad: todos nos hacemos mayores, y los juguetes terminan en el cubo de la basura, regalados o desterrados a algún lugar oscuro y olvidado. Pero, claro, también tenéis la opción de no asumir la madurez de Andy, gracias al hecho de que estáis convencidos del amor que éste os tiene…

Para llamar la atención de su dueño se enfrentarán en esta película a una serie de innumerables peligros, algo que para los que conocemos a estos juguetes no parece preocuparnos, pues ya sabemos cómo se las saben apañar para salir de las situaciones más, aparentemente, irreversibles. Esta película puede producir nostalgia en aquellos que crecimos recordando a Pizza Planet como el lugar que Buzz interpretaba como la estación interestelar, o a Woody como el más férreo defensor de la unión entre los juguetes y su dueño (al que siempre recuerdan todos mirándose la suela del zapato o la parte inferior de su juguete, en la que Andy plasmó su nombre). Recordamos a los Aliens (“nos has salvado la vida”) y su gancho, la cobardía de Rex, la utilidad de la caja de soldados de plástico o la fidelidad de Slinky. Al pingüino Weezy o al matrimonio “por piezas” patata. A la cordura del cerdito-hucha Hamm. A la pizarra magnética, que tan de moda estuvo en su día. A una infinidad de juguetes que muchos tuvimos en nuestra habitación, o vimos en manos de otros. Hay quien vio a sus hijos con ellos, o a otros familiares. Sea como fuere, «Toy Story» unió corazones y se convirtió, película a película, en una realidad que muchos no quisiéramos ver como ficción.

Un encanto animado que vuelve con «Toy Story 3» en una historia tan bien montada como las cintas que le preceden pero con más impacto emocional que las anteriores por recurrir sin complejos a cierta tristeza en una película infantil que, no en vano, no deja de ser una moraleja que deben aplicarse los más pequeños. Quizá y por adelantado, el mejor estreno animado del año de su lanzamiento (ya es el más taquillero de la historia de Pixar) y, desde luego, una gran sorpresa, un aliento necesario para los que en su momento nos quedamos con ganas de más. Pixar no ha utilizado el nombre de la saga en vano para hacer caja con una nueva producción. En el estudio parecían conscientes de que algo faltaba en la saga y, con gran acierto, han sabido plasmarlo en esta nueva película, dirigida en esta ocasión y en solitario por Lee Unkrich, quien ya ha sabido hacerse un hueco en el mundo de la animación con «Monstruos S.A.» (2001) o «Buscando a Nemo» (2003), participando en ambas producciones como co-director al lado de realizadores de animación como Pete Docter, Andrew Stanton o David Silvermann.El cantante y compositor Randy Newman completa con esta cinta su tercera colaboración musical al lado de los juguetes, consiguiendo unas partituras muy características que guardan la línea con las presentadas en las anteriores «Toy Story» pero que se permite la inclusión de algunos atrevimientos muy divertidos y sorprendentes que, seguro, no nos dejarán indiferentes.

Nota del autor:

9,0 █████████ (Excelente)

Written by Sandro Fiorito

Cofundador de LGEcine

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